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La Fiscalía de Milán ha abierto una investigación que revela uno de los capítulos más terroríficos de la guerra de Bosnia, en la que murieron cerca de 98 mil personas, entre civiles y militares.
Si no fuera suficiente con los hechos terribles habituales de una guerra cruenta, resulta que durante ese período, presuntamente y, por pura diversión, ciudadanos italianos pagaron el equivalente a 100 mil euros de hoy por viajar a Sarajevo durante su asedio y disparar contra civiles desde las colinas que rodeaban la ciudad, según informan varios diarios y agencias como El País, Ansa y Il Fatto Quotidiano.
La investigación, a cargo del fiscal milanés Alessandro Gobbis, especialista en antiterrorismo, se basa en una denuncia de 17 páginas presentada en enero pasado por el escritor y periodista Ezio Gavazzeni, respaldado por el reputado exmagistrado Guido Salvini, la abogada Nicola Brigida y la exalcaldesa de Sarajevo (2021-2024) Benjamina Karic.
Los “safaris de la muerte”
El caso indaga un presunto delito de homicidio voluntario con agravante de crueldad. El informe sostiene que durante el asedio de Sarajevo —que duró desde 1992 hasta 1996 y causó más de 11 mil muertes civiles— decenas de italianos pagaron por convertirse en “francotiradores de fin de semana”, informó Sky TG24.
Según la denuncia, estos “turistas de guerra” —descritos como ciudadanos próximos a círculos de extrema derecha y apasionados de las armas— viajaban desde Trieste a Belgrado en vuelos de la compañía serbia Aviogenex, para luego dirigirse a las posiciones de francotiradores en las colinas de Sarajevo.
El precio aumentaba si las víctimas eran niños, mientras que disparar a ancianos era gratuito, según testimonios recogidos por East Journal, que informó de la apertura del expediente en julio.
“Hablamos de gente con dinero, con reputación, empresarios, que durante el asedio de Sarajevo pagaban por poder matar a civiles desarmados. Salían de Trieste para una caza del hombre y luego volvían y seguían con su vida de siempre, respetable a los ojos de todos”, declaró Gavazzeni, según reporta El País.
Desde las colinas que rodean la ciudad de Sarajevo, con miras telescópicas, disparaban a civiles desarmados que intentaban sobrevivir —gente haciendo cola para agua, niños jugando, personas cruzando la calle. Era literalmente como una cacería, donde las víctimas no podían defenderse ni siquiera ver de dónde venían los disparos.
Se sabía desde 1993
Entre los testigos citados en la denuncia figura un agente de inteligencia bosnio con las iniciales E.S., quien asegura que los servicios secretos italianos tuvieron información sobre estos hechos en 1993, según El País.
“La inteligencia bosnia advirtió de la presencia de al menos cinco italianos, que estaban en las colinas alrededor de Sarajevo, acompañados para disparar a civiles”, afirmó Gavazzeni a Ansa.
Según el intercambio de correos entre Gavazzeni y el ex agente bosnio citado por Sky TG24, el testimonio indica: “Tuve conocimiento de este fenómeno a finales de 1993 a través de los documentos del Servicio de Seguridad Militar de Bosnia sobre el interrogatorio de un voluntario serbio capturado (…) Declaró que cinco extranjeros viajaron con él desde Belgrado a Bosnia y Herzegovina (al menos tres de ellos eran italianos)”.
El caso también incluye el testimonio de un voluntario serbio capturado que mencionó haber acompañado a extranjeros, tres de ellos italianos —uno de Milán, uno de Turín y uno de Trieste— desde Belgrado hasta Bosnia-Herzegovina para participar en estas acciones, según reporta TgCom24. El milanés era “propietario de una clínica especializada en procedimientos estéticos”, indica Ansa.
La investigación señala al oficial serbio Jovica Stanisic, condenado por crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, como uno de los organizadores de estos viajes. Los trayectos se disfrazaban como excursiones de caza al extranjero para justificar los vuelos grupales a Belgrado, informa Il Sussidiario.
También se cita al exbombero estadounidense John Jordan, voluntario en Sarajevo, quien en el proceso contra el comandante serbio Ratko Mladic en La Haya habló de “tiradores turísticos” con vestimenta y armas distintas. “No me parecieron lugareños; su vestimenta y sus armas me hicieron pensar que eran turistas tiradores”, declaró según reporta Ansa.
Il Giorno reproduce un fragmento más completo del testimonio de Jordan ante el Tribunal de La Haya: “Cuando se apunta a civiles, particularmente familias, disparar al niño tiene el efecto de destrozar literalmente a toda la familia”.
“Vacaciones en Bosnia, con tiroteo incluido”
El fenómeno no es completamente desconocido. Ya en 1995, un artículo del Corriere della Sera titulado “Vacaciones en Bosnia, con tiroteo incluido” describía esta práctica, según recuerda Euronews.
Más recientemente, el documental Sarajevo Safari (2022) del director esloveno Miran Zupanic, coproducción de Al Jazeera Balkans y Arsmedia, documentó testimonios sobre millonarios extranjeros que pagaban por disparar en la ciudad sitiada, según reporta East Journal.
La Fiscalía bosnia había archivado una investigación previa por las dificultades de indagar en un país dividido por la guerra. “Para los tribunales serbios este asunto es ‘una leyenda urbana'”, explicó Gavazzeni, razón por la cual decidió llevar el caso a Italia, reporta El País.
Según MilanoToday, los “turistas de guerra” se reunían mensualmente en Magenta, al oeste de Milán, antes de partir en autobús hacia Sarajevo con parada en Trieste. East Journal señala que la red operaba en dos niveles: uno en Italia para el reclutamiento, y otro en Bosnia para coordinar a los participantes.
Euronews añade que los viajes se realizaban a cara descubierta y se presentaban como misiones humanitarias, y que existía “una escala de tarifas según las víctimas, diferenciando entre civiles, soldados o niños”.
“Ricos extranjeros amantes de empresas inhumanas”
Por el momento, la Fiscalía no ha ordenado interrogatorios ni inscrito nombres en el registro de sospechosos, informa TgCom24. El fiscal Gobbis ha delegado las investigaciones al ROS de los Carabinieri y tiene una lista de personas que pueden aportar testimonio y que serán llamadas a declarar.
“Espero que puedan localizar al menos a uno o a dos, quizás diez” de estos presuntos “turistas de guerra”, que podrían ser un centenar, declaró Gavazzeni, según El País.
El cónsul bosnio en Milán, Dag Dumrukcic, ha garantizado la “total colaboración” del Gobierno de su país. “Esperamos que se haga justicia y claridad sobre este asunto; aguardamos los desarrollos de las investigaciones”, declaró a Il Giorno.
WideNews informa que en el expediente hay una relación de la exalcaldesa Benjamina Karic que habla explícitamente de “ricos extranjeros amantes de empresas inhumanas”.
Según Sky TG24, el ex agente bosnio informó a Gavazzeni que el SISMI italiano, después de ser alertado, habría logrado interrumpir estos viajes a principios de 1994: “Descubrimos que el safari parte de Trieste. Lo hemos interrumpido y el safari no tendrá más lugar”.
El caso, que investiga actos cometidos hace tres décadas, podría no prescribir debido a que se trata de posibles crímenes de guerra con agravantes de crueldad. La investigación busca identificar a residentes de Piamonte, Triveneto y Lombardía que habrían participado en estos macabros “safaris humanos” durante uno de los episodios más sangrientos de las guerras yugoslavas.











