A Donald Trump le molestan cada vez más las metidas de pata de su nuevo abogado Rudy Giuliani, que complicó el panorama en relación con la compra del silencio de la actriz pornográfica Stormy Daniels e hizo otras afirmaciones que podrían perjudicar al Presidente en relación con la investigación de sus contactos con Rusia.
De hecho, Trump está preguntándose si debería prohibirle a Giuliani, un viejo amigo y ex alcalde de Nueva York, que siga dando entrevistas televisivas a diestra y siniestra, según dos personas allegadas al mandatario que no son identificadas porque no están autorizadas a hablar sobre asuntos privados.
A Trump le incomoda el que las salidas de Giuliani hayan revivido el interés en la historia de Daniels, quien dice que tuvo una relación con el Presidente. Es una inquietud compartida por muchos allegados a Trump que piensan que Giuliani le está causando más problemas legales y políticos a la Casa Blanca.
Abogado de Trump dice que pagó a actriz porno de su bolsillo
Giuliani, incorporado hace poco al equipo de abogados de Trump, causó conmoción la semana pasada cuando dio entrevistas a Fox News e hizo declaraciones que parecen contradecir la versión del presidente al decir que Trump estaba al tanto del pago de 130,000 dólares que hizo su abogado Michael Coeh a Daniels para comprar su silencio.
También dio a entender que se tomó esa medida en octubre del 2016 en parte porque Trump estaba en la recta final de la campaña presidencial.
Luego de que Trump le hiciese un llamado de atención a Giuliani, diciéndole que tenía que “informarse mejor” de lo sucedido, el ex alcalde neoyorquino volvió a meterse en problemas al admitir que “Cohen se encarga de resolver situaciones como esta y luego cobra por ello, a veces”. No descartó la posibilidad de que Cohen le haya pagado a otras mujeres.
Trump, quien niega haber tenido una relación con Daniels, se molestó más todavía porque Giuliani pareció dar la impresión de que otras mujeres pueden haberlo acusado de infidelidad, de acuerdo con las personas que conocen su forma de pensar.
A Trump le irrita asimismo la repetición constante de la entrevista que Giuliani le dio a Sean Hannity, en la que dijo que Trump sabía del pago a Daniels pero que este no había violado las leyes de financiación de campañas.
Visiblemente sorprendido, Hannity le preguntó si eso era “porque canalizó los pagos a través de un estudio de abogados”.
A lo que Giuliani respondió: “se hicieron a través de una oficina de abogados y después el presidente devolvió el dinero”.
Trump la emprendió contra ambos, criticando a su amigo Hannity por usar la palabra “canalizó”, que da la impresión de que hubo algo ilegal, de acuerdo con los informantes que hablaron con la Associated Press. En cuanto a Giuliani, Trump por ahora no le prohibió dar más entrevistas televisivas, pero le dijo a un allegado que tal vez convendría “mandarlo al banco” de suplentes, al menos temporalmente, si no mejora su desempeño.
El mandatario no ha hablado en público acerca de la posibilidad de prescindir de los servicios de Giuliani y se ha mostrado complacido con sus críticas a la investigación de sus relaciones con Rusia y con el vigor con que enfrenta a la prensa, según tres empleados de la Casa Blanca y aliados de afuera.
Muchos aliados de Trump, no obstante, se muestran alarmados por las entrevistas imprevisibles de Giuliani.
“Piensan que hay que estar pendientes. Que no debería dar entrevistas improvisadas”, expresó Alan Dershowitz, profesor emérito de derecho en Harvard que ha estado asesorando informalmente a Trump. “Esa no es la forma de manejar un caso complicado”.
Muchos en la Casa Blanca están comparando a Giuliani con Anthony Scaramucci, otro neoyorquino impetuoso al que le gustaba aparecer en la televisión.
Scaramucci, que duró apenas 11 días como director de comunicaciones de la Casa Blanca, cree que es legítimo comparar su caso con el de Giuliani.
“Estoy disfrutando las comparaciones con el alcalde #RudyGiuliani”, dijo Scaramucci en un tuit el domingo. “Él es un competidor leal, duro y feroz. Pelea y quiere ganar por @realDonaldTrump. ¡Felicitaciones!”.
Giuliani no respondió a pedidos de comentarios.
I am enjoying all of the comparisons between me and the mayor. #RudyGuliani He is loyal, tough and a fierce competitor. He fights and will win for @realDonaldTrump @POTUS. Big compliment thank you!
— Anthony Scaramucci (@Scaramucci) 6 de mayo de 2018
Los empleados de la Casa Blanca fueron tomados por sorpresa por las presentaciones televisivas de Giuliani la semana pasada y algunos asesores de alto rango y miembros del equipo legal de Trump fueron marginados del proceso de toma de decisiones. Varios se muestran reticentes a hablar del tema con Trump porque creen que los hace más vulnerables, según algunos funcionarios.
El viernes Trump dijo que Giuliani “es un gran tipo, pero acaba de empezar” en el nuevo cargo y “está informándose” de lo que sucede.
Algunos colaboradores creen que Giuliani, quien se postuló a la presidencia en el 2008, se maneja como “una estrella” y no como uno más del equipo. Y algunos miembros del círculo íntimo de Trump se sorprendieron cuando Giuliani dijo que el yerno de Trump Jared Kushner, asesor del Presidente, era “desechable”.
Las salidas de Giuliani preocupan también al Departamento de Estado y el Pentágono porque de vez en cuanto toca temas de política exterior. La semana pasada declaró que Corea del Norte liberaría tres estadounidenses presos, lo que no ha sucedido, y que el gobierno estadounidense busca un cambio de régimen en Irán, algo que no postula Trump.
“Habla por su cuenta y no en nombre del gobierno al tocar temas de política exterior”, aclaró la portavoz del Departamento de Estado Heatherh Nauert el lunes.
AP / OnCuba