En lo que parece ser el inicio de la anunciada cuarta invasión al Líbano (1978, 1982 y 2006) , Israel está realizando operaciones terrestres “limitadas” contra Hezbolllah en la zona fronteriza del territorio libanés.
“Nos han informado que actualmente llevan a cabo lo que dicen son operaciones limitadas contra infraestructuras de Hezbollah cerca de la frontera”, precisó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
En Israel el ejército instauró una “zona militar cerrada” en torno a los municipios de Metula, Misgav Am y Kfar Giladi, en la frontera con el Líbano, y la entrada a esas zonas está prohibida.
Por su parte, la artillería israelí está bombardeando intensamente la localidad libanesa de Wazzani, muy cerca de la frontera con Israel, según recogen medios libaneses, así como otros municipios del distrito de Marjayún.
Algunas versiones hablan del empleo de fósforo blanco, una sustancia prohibida para su uso contra la población civil, según el Protocolo III de la Convención sobre Armas Convencionales de 1980.
La zona de Wazzani y la de Jiam, en el distrito de Marjayún, ha sido objeto de los obuses israelíes, de acuerdo con testigos presenciales citados por el diario libanés L’Orient-Le Jour’.
Posteriormente, la agencia de noticias libanesa NNA refirió nuevos bombardeos en Kfar Kila, Deir Siryan y Kfar Shuba, en tanto la cadena Al Jazera reporta bombardeos sobre Adaisé, Sarda, Aitat, Jirbet Silm, Al Saksakiyé y Yahmar al Shaqif.
En una visita al frente de batalla, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que la muerte de Hasán Nasralá, líder de Hezbollah, es “un paso importante” pero no el “final” y aseguró que para garantizar el retorno de los pobladores de las comunidades del norte de Israel, unos 80 000, “utilizaremos todas nuestras capacidades”.
Por su parte, el número dos del movimiento de resistencia Hezbollah, Naim Qasem, aseguró que están “listos” para una confrontación terrestre con el ejército israelí.
En un discurso grabado en un lugar sin identificar, prometió “ganar” una guerra que “puede ser larga”.
Reportes del propio grupo islámico dan cuenta de los primeros combates contra soldados invasores en las localidades de Adaisseh y Kfar Kila.
Reacciones internacionales
La ONU anunció que los más de 10 000 cascos azules desplegados en el sur de Líbano ya no pueden patrullar por la intensidad de los combates.
El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, reiteró su oposición a cualquier “invasión terrestre” israelí, al igual que el canciller de la Unión Europea, Josep Borrell.
En Washington, el presidente Joe Biden dio a entender que se opone a las operaciones terrestres israelíes en el Líbano y pidió un alto al fuego “ahora”, pero al mismo tiemp, ordenó un reforzamiento de las tropas terrestres (unos 43 000 soldados) y unidades aéreas en la región del Medio Oriente para respaldar a su socio israelí.
El aumento incluirá varios escuadrones de cazas y aviones de ataque, declaró Sabrina Singh, portavoz del Pentágono. La partida incluye escuadrones de cazas F-15E, F-16 y F-22 y aviones de ataque A-10, así como el personal necesario para apoyarlos.
Presente en Beirut, el canciller francés, Jean-Noël Barrot, también pidió a Israel que se “abstenga de cualquier incursión terrestre” en el Líbano y que “cese el fuego”.
Irán, en paralelo, descartó desplegar combatientes en el Líbano y Gaza para enfrentar a Israel.
“No es necesario desplegar fuerzas auxiliares o voluntarias” iraníes, declaró el portavoz de la diplomacia, Naser Kanani, agregando que el Líbano y los combatientes en los territorios palestinos “tienen la capacidad y la potencia necesaria para enfrentar la agresión del régimen sionista”.
“Rusia condena los ataques militares a gran escala de Israel contra el Líbano”, declaró este lunes la portavoz del Ministerio de Exteriores, Maria Zajárova.
“Es urgente detener la espiral de violencia”, exigió la vocera, mientras el presidente Vladimir Putin iniciaba en el Kremlin una reunión de urgencia con su consejo de seguridad para evaluar la situación.
Israel extiende bombardeos al corazón de Beirut
Este lunes, y por primera vez desde el 8 de octubre, Israel bombardeó el centro de Beirut. Se trata de Cola, una rotonda con numerosas conexiones de transporte colectivo ―como autobuses o furgonetas compartidas― considerada hasta ahora al margen de los ataques israelíes al estar junto a un feudo suní,
El ataque mató a cuatro personas, tres de ellas pertenecientes al Frente Popular para la Liberación de Palestina.
A su vez, el movimiento palestino Hamás anunció la muerte de su líder en el Líbano, Fatah Sharif Abu al Amin, junto a su esposa, hijo y nuera, en un bombardeo aéreo contra su casa en el campo de refugiados de Al Bass, en el sur del país levantino.
La ofensiva desatada por Israel durante la última semana ha provocado más de 1 000 muertos y la estampida migratoria de un millón de libaneses hacia lugares considerados seguros.