¿No vió el debate? Pues búsquelo en YouTube. Si esperaba un reality show con Hillary Clinton y Donald Trump intercambiando insultos a gritos, puede llevarse una gran decepción. Una de las sorpresas de la noche la trajo el candidato presidencial republicano con su capacidad para responder y argumentar con detalles, sin huir hacia adelante con generalidades carentes de sentido.
Trump estaba preparado, pero claro, no tanto como el peso pesado que tenía a unos metros de distancia, un peso pesado cortés y calmado que no perdió la ocasión para ridiculizar a su oponente antes de mirar a la cámara y explicar con precisión ejecutiva por qué él estaba equivocado y ella tenía la razón.
Entre risitas traviesas y chistes para minimizar a su rival, la candidata presidencial del Partido Demócrata Hillary Clinton expuso casi sin esfuerzo, durante un poco más de hora y media, los argumentos para ubicar a Trump como un embustero.
Donald Trump: “I’m smart” for not paying taxes https://t.co/VHd3Ln1nRA #DebateNight pic.twitter.com/fO7iptHdKg
— CNN (@CNN) 27 de septiembre de 2016
Trump pasó un poco más de trabajo en la diatriba, cazando la oportunidad para interrumpirla o agregar un pie de nota a cualquier comentario de su oponente.
Clinton provocó la mayoría de las risas de la noche, a costa de su contrario, aunque recibió un poco de ayuda.
“El consenso entre los politólogos es que, durante buena parte del debate de 90 minutos, Clinton mostró mejor dominio y preparación de los temas, mientras que Trump se mostró agitado y a la defensiva”, resumió María Peña, corresponsal del diario hispano La Opinión en Washington.
“En medio de una expectación mundial, ninguno cometió errores de bulto que puedan desequilibrar una campaña igualada. No hubo ninguna salida de tono mayúscula de Trump, que hizo un esfuerzo por contenerse. Pero Clinton logró ponerle a la defensiva al cuestionar sus credenciales como empresario, acusarle de racismo y poner en duda su temperamento para ser comandante en jefe”, comentó Marc Bassets en El País de España.
“Fue una batalla entre la abogada y el vendedor, y durante la mayor parte del primer debate de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, la abogada salió victoriosa”, dijo BBCMundo.
“Fue una actuación al mando de la candidata demócrata. Clinton dio respuestas detalladas sobre temas que van desde la carrera hacia el Oriente Medio con la política tributaria. (…) El republicano, por el contrario, fue errático, vago, y pareció con frecuencia grosero. Mientras Clinton ofreció recomendaciones de política a veces densas, Trump apegado al diagnóstico de problemas, –los puestos de trabajo offshore, la violencia en Chicago, el deterioro de la infraestructura en Estados Unidos–, pero casi nada respecto a de soluciones, incluso cuando presionado por Holt” (el moderador), señaló David A. Graham, en The Atlantic.
Más o menos así se fueron los noventa y tantos minutos del primer debate presidencial televisado en el ciclo electoral 2016 en Estados Unidos.
Hillary Clinton pareció más presidenta que candidata.
El martes 8 de noviembre de 2016, los estadounidenses elegirán al sucesor de Barack Obama en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Ya se van haciendo una idea de quién se merece el trabajo.
Evidentemente parcializado este artículo. No deja mucho a la imaginación ni al juicio público. Otro ejemplo claro de los retos que enfrenta Donald Trump en vencer contra Hillary, y el lastre Izquierdista que representan los medios de comunicación para la gente poco conocedora de la economía y de la política. Alimentados por la ignorancia y la creencia de que el pueblo es inútil y que el gobierno debería administrar los recursos y luego repartirlos entre todos, hemos tenido el infortunio de ver a Cuba y Venezuela caer. Como maldecir el efecto pero alimentar la causa es el primer síntoma de la ignorancia, no me cabe la menor duda de que hay poca investigación detrás de este artículo. No hay otra manera humana de desear que una criminal como Hillary tome el poder de Estados Unidos que no sea desconociendo la historia completamente.
MJe dalo mismo quién gane. Incluso creo que prefiero que gane Trump. La Hillary es una cínica que rio cuando mataron a Gaddaffi y cree que puede derrocar a Al Assad a base de bombas..aunque no se de cuenta de que los rusos están bien parados en Siria. La Hillary además, no quiere el bloqueo, pero no para ayudarnos, sino para jodernos con el carril II…