La tregua en Gaza se ha convertido en una ficción sangrienta. A pesar de haber afirmado públicamente su compromiso con el alto al fuego respaldado por Estados Unidos, Israel lanzó nuevos ataques aéreos y bombardeos terrestres este jueves en varias zonas del enclave palestino.
El patrón se repite: promesas de paz seguidas de fuego. Y mientras los mediadores internacionales intentan sostener un acuerdo que se desmorona, los muertos se acumulan y la colonización de Cisjordania avanza sin freno desde hace décadas.
Testigos palestinos, citados por medios internacionales, confirmaron que aviones israelíes realizaron al menos diez ataques en el este de Jan Yunis, en el sur de Gaza, mientras tanques bombardearon zonas al este de la ciudad de Gaza, la principal del enclave palestino.
Aunque no se reportaron víctimas en esta última ofensiva, los ataques del martes y miércoles dejaron 104 muertos, entre ellos 46 niños y 20 mujeres, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Israel justificó los bombardeos como “ataques precisos” contra “infraestructuras terroristas que suponían una amenaza para las tropas”. Sin embargo, la línea amarilla —zona acordada como límite de operaciones militares— fue cruzada, según Hamás, que niega haber violado el acuerdo.
La oficina de medios del gobierno de Gaza acusó a Israel de llevar a cabo una “campaña sistemática de desinformación” para encubrir “crímenes contra civiles”. Mientras tanto, el ejército israelí publicó una lista de 26 milicianos supuestamente abatidos, entre ellos un comandante que habría participado en el ataque del 7 de octubre de 2023.
Hamás y la entrega de cuerpos: una tregua con obstáculos
En medio de la creciente tensión y el temor por una ruptura definitiva del alto al fuego, Hamás entregó este jueves dos ataúdes a la Cruz Roja con los cuerpos de rehenes israelíes.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) recibieron los restos en Gaza, los cubrieron con banderas nacionales y realizaron una breve ceremonia antes de trasladarlos al instituto forense Abu Kabir en Tel Aviv para su identificación.
Este gesto forma parte del acuerdo de paz propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump, que entró en vigor el 10 de octubre. El pacto incluía la liberación de todos los rehenes —vivos y muertos— y el repliegue de las tropas israelíes.
Hamás liberó a los 20 rehenes vivos, pero la entrega de cadáveres ha sido lenta y conflictiva, lo que ha generado fricciones con Israel y denuncias de Hamás. El grupo palestino alega dificultades para llegar a los sitios de enterramientos, dado el continuo hostigamiento de los ocupantes y la falta de seguridad y medios para operar en los túneles donde estarían sepultados los rehenes.

Cisjordania, una colonización en plena tregua
Mientras Gaza sufre bombardeos, Cisjordania enfrenta una ofensiva silenciosa pero igual de devastadora: la expansión de asentamientos israelíes.
Este jueves, Hamás condenó la aprobación de un plan para construir 1300 nuevas viviendas en el asentamiento de Alon Shvut, al sur de Jerusalén. El proyecto incluye escuelas, parques y zonas comerciales, y fue celebrado por el Consejo Regional de Gush Etzion como una “respuesta adecuada” a la demanda de vivienda.
Hamás denunció que esta iniciativa forma parte de una “campaña liderada por el ministro israelí de Finanzas, el ultrarradical Bezalel Smotrich, ”para fragmentar Cisjordania y aislar Jerusalén” de su entorno palestino. La organización islámica calificó el plan como una “flagrante violación del derecho internacional” y pidió a la comunidad internacional que actúe.
La situación en Cisjordania se ha agravado con ataques de colonos israelíes contra aldeas palestinas, quema de vehículos y agresiones durante la temporada de recogida de aceitunas.
Octubre ha sido el mes más violento desde que la ONU comenzó a documentar estos incidentes en 2013 y también este mes el parlamento israelí ha impulsado la anexión de ese territorio.
Este jueves, el ejército de Israel mató a un adolescente palestino de 15 años en una operación militar en la ciudad cisjordana de Silwad, al noreste de Ramala, en medio del aumento de las incursiones militares en este territorio a raíz de los ataques palestinos del 7 de octubre de 2023.
Según los datos de Naciones Unidas, en 2024 se registró la muerte de cerca de 500 personas en Cisjordania, mientras que en lo que va de año se ha notificado el fallecimiento de más de 200 en el contexto de la ocupación y el conflicto que estalló en 1948, justo con la creación de Israel.
Además, desde el inicio de la guerra en Gaza, Tel Aviv ha instalado cerca de mil barreras en Cisjordania, según la Comisión de Resistencia al Muro y los Asentamientos. Los obstáculos incluyen puertas metálicas, bloques de hormigón y puestos militares que restringen el movimiento de los palestinos. Las FDI afirman que se trata de medidas de “gestión y vigilancia”, pero los residentes denuncian cierres arbitrarios y aislamiento forzado.
 
			 
                                                                                                                                                                                                            
 
		














