Los ataques ejecutados este miércoles por Israel contra Siria elevaron nuevamente la temperatura bélica en el Medio Oriente y obligaron a Estados Unidos a mediar con rapidez con vistas a evitar otra guerra en la región tras el reciente conflicto con Irán.
Los bombardeos israelíes contra Damasco, incluida la sede del Ejército sirio, dejaron al menos tres muertos y una treintena de heridos, y avivaron la posibilidad de un enfrentamiento entre ambos países, aunque por el momento la mediación internacional parece haber rebajado las tensiones.
Tel Aviv asegura que ha atacado Siria en apoyo a los drusos, una minoría árabe enfrentada en el sur del país contra fuerzas leales al actual Gobierno, que remplazó al derrocado Bachar Al Asad.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, aseguró que “los golpes dolorosos han comenzado” y dejó abierta la puerta a nuevos bombardeos si las tropas gubernamentales se mantenían en la ciudad sureña de Al Sueida, donde los drusos se enfrentan contra grupos beduinos.
Los ataques encendieron rápidamente las alarmas en la región y provocaron el rechazo de los países árabes y musulmanes, incluido Irán, al tiempo que la Administración Trump mostró públicamente su preocupación y abogó por el fin de las hostilidades.
El secretario de Estado, Marco Rubio, anunció haber acordado con las partes “medidas específicas” para detener el enfrentamiento, aunque acotó que el acuerdo, en el que también mediaron otros países, “requerirá que todas las partes cumplan con los compromisos asumidos”.
Rubio afirmó que lo ocurrido representa “una amenaza directa a los esfuerzos por construir una Siria pacífica y estable” y dijo que su Gobierno se mantenía en conversaciones “constantes” con Damasco y Tel Aviv para rebajar las tensiones, según reporta la agencia EFE.
“Hemos contactado con todas las partes implicadas en los enfrentamientos en Siria. Hemos acordado medidas específicas que pondrán fin a esta preocupante y aterradora situación esta noche”, dijo Marco Rubio sobre el acuerdo de Damasco con Israel. https://t.co/ptN9dqQvHN
— EFE Noticias (@EFEnoticias) July 16, 2025
La guerra o la paz
Como respuesta a la mediación, el Gobierno sirio accedió a retirar sus tropas de Al Sueida y acordar un alto al fuego con la milicia drusa, aunque advirtió a Israel que no teme a la guerra.
En un discurso televisado este jueves en la mañana, el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, afirmó que la nación enfrentaba dos opciones: o “una guerra abierta” con Israel “a costa de nuestros ciudadanos drusos”, o permitir a los drusos “priorizar el interés nacional”.
“No tememos a la guerra, nuestra historia está llena de batallas para defender a nuestro pueblo, pero elegimos el camino que pone el bienestar de los sirios por encima del caos y la destrucción”, señaló al-Sharaa, citado por la televisora estadounidense CNN.
El mandatario celebró el “éxito” de los esfuerzos para frenar los enfrentamientos, gracias a la mediación de Estados Unidos junto a Turquía y países árabes, lo que dijo “salvó a la región de un destino incierto”, refiere por su parte otro despacho de EFE.
Ahmed al-Sharaa explicó que su Gobierno decidió dejar la seguridad de Al Sueida en manos de facciones locales y líderes religiosos, luego de los intensos choques de sus tropas —llegadas para contener el conflicto entre drusos y beduinos— con las milicias de la zona.
No obstante, acusó a Israel de intentar dividir al pueblo sirio, aprovechando el actual conflicto interno en Siria.
“La entidad israelí, conocida por sus repetidos intentos de desestabilizarnos y sembrar la división, busca una vez más convertir nuestra tierra en un campo de batalla del caos y desmantelar el tejido de nuestro pueblo”, afirmó.
“Siria no es un campo de pruebas para conspiraciones extranjeras, ni un lugar para poner en práctica las ambiciones de otros a costa de la sangre de nuestros hijos y mujeres. El Estado sirio es el Estado de todos, es la dignidad y el orgullo de la patria, es el sueño de todo sirio ver a su patria reconstruirse de nuevo”, señaló al-Sharaa, de acuerdo con el diario El País.
Israel, que mantiene ocupado desde hace décadas el territorio sirio de Altos de Golan —donde reside una amplia comunidad drusa— considera a las actuales autoridades sirias como extremistas islámicos y una amenaza para su seguridad nacional. Ello, a pesar de que Trump se reunió en mayo personalmente con al-Sharaa y luego levantó las sanciones de Estados Unidos contra Siria.