El Gobierno de Israel dio el visto bueno a su retorno a las negociaciones con el grupo Hamás para conseguir la liberación de los rehenes retenidos en Gaza.
La decisión fue tomada por el gabinete de guerra israelí, de acuerdo con medios internacionales.
Sin embargo, al mismo tiempo Tel Aviv prosiguió su campaña de bombardeos en el destruido enclave palestino.
La cadena egipcia Al Qahera News —cercana a los servicios de inteligencia de El Cairo— afirmó citando a una “fuente de alto rango”, que “la postura israelí sigue sin ser propicia para alcanzar un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes”.
Las conversaciones indirectas para una tregua, mediadas por Catar, Egipto y Estados Unidos, se empantanaron a inicios de mayo por los desacuerdos entre ambos bandos.
Israel solo ofrece una tregua para la liberación de los secuestrados; Hamás reclama un cese el fuego permanente y la retirada total de las tropas israelíes.
El golpe de Hamás a Israel el pasado 7 de octubre causó la muerte a cerca de 1200 personas, muchas de ellas civiles, e incluyó la toma de rehenes judíos, 252 en total.
La respuesta militar de Tel Aviv, por su parte, ha dejado más de 35 000 víctimas mortales, también civiles en su mayoría.
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Luego de un primer canje entre rehenes y presos palestinos, Israel afirma que más de un centenar de los secuestrados permanecen en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
Bombardeos y combates
Mientras, la muerte de palestinos no cesa bajo el fuego israelí. Unas 26 personas, incluyendo 15 niños, murieron en Ciudad de Gaza, en el norte del territorio palestino, en dos bombardeos israelíes este jueves, contabilizó la defensa civil gazatí.
Entretanto, las calles de Jabaliya, también en el norte de Gaza, fueron escenario de combates entre las fuerzas israelíes y milicianos del brazo armado de Hamás y del movimiento palestino Yihad Islámica.
Un comandante de alto rango de Hamás en la Franja de Gaza, Diaa al Din al Sharafa, murió en un bombardeo israelí el jueves por la mañana en el centro de la Franja, anunció, por su parte, el ministerio del Interior del territorio palestino.
Igualmente, las hostilidades continúan en el sur de Gaza, concretamente en la asediada Rafah, según testigos. Las tropas israelíes entraron en esa ciudad el pasado 7 de mayo con la intención de llevar a cabo una gran ofensiva, que ya ha obligado a unos 800 mil palestinos a huir de la urbe limítrofe con Egipto.
La corte de La Haya
Este viernes, la más alta jurisdicción de la ONU, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), se pronunciará sobre el pedido de Sudáfrica de ordenarle a Israel un alto el fuego en la Franja de Gaza.
Pretoria quiere que la corte, con sede en La Haya, cuyas decisiones son vinculantes aunque no dispone de fuerza propia para implementarlas, ordene a Israel cesar “de inmediato” todas sus operaciones militares en Gaza, incluyendo Rafah.
Al menos 35 800 palestinos, en su mayoría niños y mujeres, han muerto en la guerra, donde los bombardeos y disparos de artillería de Israel se suceden día y noche, en tanto la ayuda humanitaria apenas si entra a cuentagotas por el férreo bloqueo israelí.
En tal contexto, los generadores del Hospital de los Mártires de Al-Aqsa deben detenerse este viernes por falta de combustible, “por lo que heridos, enfermos y bebés prematuros corren peligro de muerte”, indicó un comunicado del ministerio gazatí de Salud.
Yenín, paisaje después de la batalla
Los palestinos intentaban superar los daños causados por una operación militar israelí de dos días que dejó al menos 12 muertos, entre ellos cuatro niños, en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania ocupada, reportó la AFP.
En un ambiente febril, jóvenes milicianos multiplicaban sus mensajes por walkie-talkie al tiempo que cargaban cruces antitanque en una camioneta, reportó un corresponsal de la agencia francesa que recorrió el campo después de la partida de las tropas.
Partes dañadas de vehículos blindados israelíes se acumulaban en una calle principal de Yenín, adornadas con una bandera de la organización Yihad Islámica Palestina.
Los cuerpos de varias personas muertas en los enfrentamientos fueron envueltos en banderas verdinegras palestinas y cargados en camillas a hombros de manifestantes que coreaban “Allahu akbar” (Dios es grande) y disparaban armas automáticas al aire a modo de homenaje.
La violencia en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde la guerra de 1967, registra un repunte desde hace un año y en particular desde el inicio, en octubre, de la guerra entre Israel y el movimiento de resistencia Hamás en la Franja de Gaza.
Las tropas o los colonos israelíes mataron desde entonces a por lo menos 518 palestinos en Cisjordania, según las autoridades palestinas.
Del otro lado, al menos 12 israelíes perdieron la vida en ataques de palestinos en el territorio en ese periodo, según un balance de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Fayza Abu-Qutna, una residente de 60 años, dijo estar hastiada de las incursiones militares.”Cada vez que vienen a Yenín, la destruyen”, afirmó. “Vivimos en la tristeza, vivimos en la miseria”, sentenció.