El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, prometió este lunes cumplir con los objetivos de la guerra contra Hamás y Hezbollah, mientras los misiles del grupo libanés siguen cayendo sobre bases israelíes y los palestinos no levantan bandera blanca, pese a la devastación de su territorio.
En el primer aniversario del ataque más mortífero de la historia reciente contra el país hebreo, protagonizado por las facciones palestinas desde Gaza, Netanyahu reiteró que los objetivos de la campaña militar en Gaza son “derrocar a Hamás y traer a casa a todos los rehenes, tanto los vivos como los muertos”, metas que están “en vías de ser alcanzadas”.
Un total de 105 rehenes fueron liberados a cambio de 240 presos palestinos, durante la única tregua que se logró entre ambos bandos, que duró una semana a finales de noviembre.
Desde entonces, se calcula que menos de un centenar de cautivos israelíes aún sobreviven en poder de las milicias palestinas en el devastado territorio gazatí.
Zonas enteras del enclave han quedado reducidas a escombros y la casi totalidad de sus 2,4 millones de habitantes se han visto violentados mediante constantes e inseguros y desplazamientos que muchas terminaron siendo trampas mortales.
Este 7 de octubre Israel recurrió a sus diarios bombardeos aéreos contra Gaza y el sur de Líbano. En la primera, en un ejercicio que muchos definen como genocidio, el número de víctimas fatales documentadas se acerca a las 42 000; en tanto en la segunda supera las 2 000, en ambos casos civiles en su mayoría.
Francia ha pedido un embargo de armas a Israel para obligarlo a buscar una solución negociada del conflicto, pero Estados Unidos se muestra inconmovible en su alianza militar con su socio levantino, al cual suministra todo tipo de armas y presta asistencia tecnológica y de inteligencia.
Hamás aún dispara cohetes
Hamás conmemoró el primer aniversario de su mortal ataque a Israel con una partida de cohetes hacia Tel Aviv, muestra de su resiliencia tras un año de guerra y devastación y la muerte de gran parte de su liderazgo político y militar tanto en Gaza como fuera de ella.
En la Franja, los ocupantes israelíes prosiguieron su ofensiva este lunes y afirmaron haber atacado el hospital Al Aqsa de Deir al Balah, en el centro del territorio, alegando que operaban centros de mando de Hamás.
Por su parte, el grupo político y paramilitar libanés Hezbollah, el cual ha mantenido bajo fuego a todo el norte israelí, en apoyo a su aliado Hamás, lanzó este lunes cerca de 200 cohetes.
La milicia chií declaró haber atacado con cohetes una base de la inteligencia militar de Israel situada cerca de Tel Aviv, según reportes de prensa.
El grupo disparó una salva de cohetes contra la base de Glilot, unidad de la inteligencia militar 8200 en las cercanías de la capital del Estado judío.
Anteriormente, otros reportes indicaron que las sirenas antiaéreas sonaron el lunes por la tarde en Tel Aviv y en el centro de Israel.
Asimismo, Hezbollah anunció el lunes que prohibió a sus combatientes atacar soldados israelíes apostados “detrás de una posición militar de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (FPNUL)”, para no poner a los cascos azules en peligro.
A la riposta, la aviación y la marina de Israel volvieron a bombardear intensamente los suburbios del sur de Beirut, bastiones de Hezbollah, y el sur del país, y advirtieron que se preparaban para ampliar sus operaciones en la “zona costera” del país levantino.
El 53 % de los israelíes a favor de poner fin a la guerra en Gaza, a un año del ataque de Hamás
Diálogo cara a cara Putin-Pezeshkian
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, e Irán, Masud Pezeshkian, se reunirán por primera vez el próximo viernes en los márgenes de un foro en la república centroasiática de Turkmenistán, según anunció este lunes el Kremlin.
“Esta reunión tiene una gran importancia tanto para abordar asuntos bilaterales como para tratar el dramático deterioro de la situación en Oriente Medio”, dijo Yuri Ushakov, asesor internacional de la Presidencia rusa, a la prensa local, reportó la agencia española EFE.
La entrevista ocurrirá en Asjabad, capital de la conocida como república del gas, país que bañado por el mar Caspio comparte 1 148 kilómetros de frontera con Irán.
A mediados de septiembre Putin ordenó la firma de un acuerdo de asociación estratégica integral con Irán justo después de que Occidente aprobara nuevas sanciones contra Teherán por el suministro de misiles balísticos a Moscú en su guerra contra Ucrania.
Hace una semana el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, viajó a Teherán, donde afirmó que Moscú quiere elevar la cooperación con la república islámica.
La coreografiada confrontación entre Israel e Irán late con más fuerza en un tenso compás de espera, bajo la promesa de Tel Aviv de ripostar el ataque de Teherán con más de 200 misiles que, según diversos medios de prensa, dañó instalaciones militares israelíes a pesar de las sofisticadas defensas aéreas del Estado judío y de que el gobierno israelí ha minimizado su impacto.
El frente yemení
El movimiento chií Ansar Alá (Partidarios de Dios), que gobierna en el norte de Yemen, atacó también este lunes blancos militares en Tel Aviv utilizando dos misiles, incluido uno hipersónico, reveló un comunicado de las fuerzas armadas del movimiento.
“Llevamos a cabo dos operaciones en el marco de la quinta etapa del enfrentamiento, y alcanzamos con éxito dos objetivos. En la primera operación atacamos dos blancos militares en la ocupada Jaffa (Tel Aviv) con los misiles Palestina-2 y Zou Fikar”, indicó el comunicado de los hutíes.
Además, el comando del ejército hutí indicó que para atacar Tel Aviv y Eilat en el sur de Israel también se utilizaron drones.
Los rebeldes yemeníes prometieron continuar las operaciones militares contra Israel, así como el bloqueo de los mares Rojo y Arábigo para el paso de buques relacionados hasta el cese de las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza y el Líbano.
Para septiembre de 2024, los hutíes habían atacado ya unos 200 buques presuntamente vinculados con Israel. Tel Aviv, por su parte, ha realizado fuertes ataques contra el puerto marítimo y plantas de energía eléctrica en las zonas de Ras Isa y Hodeida, en el oeste de Yemen, región igualmente bombardeada por la aviación anglo-estadounidense.