Después de once días de ofensiva, los rebeldes sirios tomaron Damasco, la capital, sin encontrar resistencia. Bashar al Asad, el presidente, habría escapado de la ciudad en avión con destino desconocido, según fuentes militares citadas por Reuters.
Los rebeldes, en mensaje emitido desde la estación estatal de televisión y a través de Radio Damasco, declararon que habían puesto fin al régimen de Bashar al Asad y liberado a los prisioneros políticos.
El líder del grupo insurgente fundamentalista Hayat Tahrir al Shams (HTS), Abu Mohammed al-Jolani, quien ha encabezado el avance de las fuerzas opositoras en la última semana, les ordenó no acercarse a las instituciones públicas de la capital, afirmando que permanecerán bajo la supervisión del primer ministro hasta que sean entregadas “oficialmente”.
El primer ministro, Ghazi al Jalali, se mostró dispuesto a cooperar con el nuevo liderazgo que elijan los sirios. El ministro del Interior, Mohammed al Rahmun, había asegurado el sábado que la capital siria estaba protegida por un “cordón de seguridad y militar muy sólido”. Sin embargo, se reporta que los rebeldes no encontraron resistencia al entrar en Damasco. El Estado Mayor notificó a los oficiales el fin del mandato de Al Asad y pidió a los soldados la rendición.
Siria está “libre de Al Asad”, declararon los rebeldes. Por la tarde se había anunciado la cancelación de todos los vuelos comerciales; sin embargo, uno despegó del aeropuerto de Damasco aproximadamente en el momento en que los rebeldes tomaban la capital. Agencias reportan que se dirigía a zona costera, pero hizo que cambió dirección, perdió altitud y desapareció del radar en una zona cercana a Homs, ciudad también bajo control rebelde. Se desconoce quién abordaba la aeronave.
Poco después, desde el Ministerio de Exteriores de Rusia afirmaban que Bashar al Asad había dejado el cargo presidencial y el país después de “negociaciones con una serie de participantes en el conflicto” y habría dado instrucciones para “transferir pacíficamente el poder”.
“Rusia no participó en esas negociaciones, pero hace un llamado insistente a todas las partes involucradas para que renuncien a la violencia y resuelvan todos los problemas de gestión por la vía política”, agregaron desde el organismo, según citas de Sputnik.
La toma de Damasco significa el fin del gobierno de Al Asad, mandatario que ha mantenido control sobre el país desde el año 2000 (después de que su padre, Hafez Al Asad, gobernara durante 29 años).
El País cita al expresidente de la Coalición Nacional Siria, Jaled Joya, quien asegura que habría sido preferible la llegada de la ofensiva desde el norte, liderada por el grupo fundamentalista Hayat Tahrir al Sham (HTS): “Si bien están catalogados como una organización terrorista, están mejor organizados, tienen una jerarquía y una cadena de mano estricta”, lo cita el diario español.
Según esta fuente, las fuerzas del sur están integradas por grupos locales que se levantaron en armas hace apenas dos días. En medio de la desorganización y caos en Damasco, “no han declarado qué institución se encargará de la transición ni quién gobierna ahora mismo Siria”.
Hace once días, HTS lanzó una ofensiva relámpago desde Idlib, provincia del noroeste y por años el último reducto de estas milicias. Lo hizo en coordinación con el Ejército Nacional Sirio (ENS), vinculado a Turquía, desde el noroeste de Alepo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que era “un día histórico en Oriente Medio” tras la huida de Bachar al Asad y la caída de su régimen. Hizo las declaraciones en una visita a las tropas israelíes desplegadas en los Altos del Golán ocupados, frente a la frontera con Siria.
Netanyahu ordenó a los habitantes de cinco localidades localizadas en la zona desmilitarizada entre Siria y los Altos del Golán, ocupados por Israel desde 1967, que permanezcan en sus casas por los combates contra los rebeldes que mantienen en el área, según reporte de Efe.