De Virginia a Massachusetts, aproximadamente un millón de viviendas y negocios continuaban el domingo sin energía eléctrica dos días después de que una destructiva tormenta azotara la región, donde algunos residentes desconocían cuándo podrán regresar a sus casas y las escuelas se preguntaban si podrían abrir el lunes en la mañana.
El cielo estaba despejado el domingo en gran parte de la región noreste afectada por el temporal, al que se responsabilizó de nueve muertes, dos de ellas de niños golpeados por árboles. Sin embargo, muchas comunidades enfrentaban grandes dificultades para reanudar el servicio de electricidad y limpiar los escombros.
En Scituate, Massachusetts, una localidad cercana a Boston y severamente castigada por la tormenta, se usaba maquinaria pesada para retirar grandes volúmenes de arena que habían cubierto caminos cerca de Peggotty Beach. Autoridades de la localidad tienen previsto utilizar un dron para evaluar los daños en la costa.
Más al norte, el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, inspeccionó los daños que el fenómeno causó a otras comunidades. Mientras estaba ubicado sobre un rompeolas en Gloucester –algo que las autoridades han pedido a la gente que no haga– el republicano quedó empapado por una fuerte ola, según la radiodifusora WBZ-AM.
“Las personas no deben situarse en los rompeolas, es lo correcto”, dijo Baker con cierto tono de vergüenza. “Sin embargo, quería echar un vistazo a lo que ocurría del otro lado, lo cual logré antes de que me alcanzara la ola”.
Para el domingo en la tarde, más de 180,000 usuarios continuaban sin luz en Massachusetts. Más de 230.000 estaban a oscuras en Pensilvania, y la falta de energía eléctrica afectaba grandes zonas en Nueva York, Nueva Jersey, Virginia y Maryland.
En Nueva Jersey, las autoridades dijeron que algunas zonas quizá tengan que esperar hasta el martes o miércoles para que les restablezcan la energía. Entre los afectados se contaba John Thompson, de Morris Township, cuya familia se ha quedado con sus suegros.
“Tenemos dos hijas chicas y quedarse en una casa sin electricidad no era una opción”, señaló Thompson el domingo mientras desayunaba con su familia. “Sé que (las cuadrillas de la luz) están trabajando duro y tan rápido como les es posible, pero es frustrante que se lleve tanto tiempo”.
AP / OnCuba
Pobrecitos los norteamericanos, miren que les pasan cosas malas.