Un terremoto de magnitud 8,1 se registró frente a la costa de Nueva Zelanda, provocando evacuaciones y alertas de tsunami en el sur del Océano Pacífico.
Fue el segundo sismo de gran fuerza registrado en pocas horas. Un terremoto en alta mar de magnitud 7,3 despertó a mucha gente durante la noche a lo largo y ancho de Nueva Zelanda. Si bien ambos movimientos provocaron que se activaran los sistemas de alerta, ninguno parecía representar una amenaza generalizada a la vida humana ni a infraestructura.
Las autoridades de protección civil le dijeron a las personas ubicadas en algunas zonas de la costa este de la Isla Norte que deberían trasladarse de inmediato a regiones más altas y no permanecer en sus viviendas. Señalaron la posibilidad de un tsunami.
El Sistema de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos también dio a conocer el sismo de mayor magnitud podría causar olas de tsunami de 1 a 3 metros (3 a 10 pies) en la Polinesia Francesa y olas de hasta 1 metro (3 pies) en Niue, Nueva Caledonia y las Islas Salomón.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) señaló que el sismo más fuerte tuvo su epicentro en las lejanas Islas Kermadec, a una profundidad de 19 kilómetros.
Horas antes, las autoridades de Nueva Zelanda habían emitido una alerta de tsunami para las zonas costeras luego de que ocurrió el sismo de menor magnitud frente a la costa noreste el viernes aproximadamente a las 3 de la madrugada. De momento no había reportes de daños graves ni víctimas y más tarde se retiró la alerta, justo antes de que se registrara el terremoto más fuerte.
El primer sismo registrado tuvo su epicentro a una profundidad de 21 kilómetros bajo el mar, a unos 174 kilómetros (108 millas) al noreste de la ciudad de Gisborne.
The Associated Press/OnCuba.