La pandemia del nuevo coronavirus ha provocado la mayor paralización educativa de la historia. El cierre de escuelas en más de 160 países afectaba, a mediados de julio, a más de 1.000 millones de estudiantes, según dijo este martes el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
Además de esto, al menos 40 millones de niños en todo el mundo se han perdido la educación “en su año crítico de preescolar”, agregó.
Como resultado, Guterres advirtió que el mundo enfrenta “una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades enquistadas”.
Last month, over 1 billion students were affected by #COVID19 school closures.
Even before the pandemic, the world was facing a learning crisis.
We must take bold steps now, to create inclusive, resilient, quality education systems fit for the future. https://t.co/fD4nwEkqUg pic.twitter.com/71ksZO2DHP
— António Guterres (@antonioguterres) August 4, 2020
Antes de la pandemia, el mundo ya sufría “una crisis de aprendizaje”, con más de 250 millones de niños sin escolarizar y solo un cuarto de los jóvenes de secundaria que dejaban la escuela en países en desarrollo tenían “habilidades básicas”, explicó Guterres.
Según una proyección global sobre 180 países elaborada por la agencia educativa de la ONU, UNESCO, y organizaciones asociadas, otros 23,8 millones de alumnos en edades comprendidas entre el jardín de infantes y la universidad están en riesgo de abandonar sus estudios o de no tener acceso al próximo curso académico por el impacto económico de la pandemia.
“Estamos en un momento decisivo para los niños y jóvenes del mundo”, dijo Guterres en un mensaje en video y en una conferencia de prensa sobre el informe de 26 páginas. “Las decisiones que los gobiernos y los socios tomen ahora tendrán un impacto duradero en cientos de millones de jóvenes y en las perspectivas de los países en vías de desarrollo para las próximas décadas”.
Según este reporte, “la paralización educativa sin precedentes” por la pandemia está lejos de terminar y hasta 100 países no han anunciado todavía el calendario para la reapertura de centros educativos.
Guterres pidió acciones en cuatro áreas clave, la primera de ellas la reapertura de los centros educativos.
“Una vez que la transmisión local del COVID-19 esté bajo control, hacer que los estudiantes regresen a las escuelas e instituciones educativas con la mayor seguridad posible debe ser una prioridad”, manifestó.
La UNESCO tiene previsto celebrar una importante videoconferencia de alto nivel en otoño, probablemente en la segunda mitad de octubre, para lograr compromisos de los líderes mundiales y de la comunidad internacional que sitúen a la educación en primera línea de las agendas para la recuperación, explicó la subdirectora general de la institución para Educación, Stefania Giannini, a reporteros.
“Puede haber compensaciones económicas, pero cuanto más tiempo sigan cerradas las escuelas, más devastador será el impacto, especialmente en los niños más pobres y vulnerables”, advirtió Giannini.
Cuba retomará el actual curso escolar en septiembre; en noviembre iniciará el nuevo año lectivo
Los colegios no solo proporcionan educación, sino que también ofrecen protección social y nutrición, especialmente a jóvenes vulnerables, afirmó.
La crisis del coronavirus ha ampliado las desigualdades digitales, sociales y de género, dijo Giannini añadiendo que las niñas, refugiados, discapacitados, desplazados y jóvenes de zonas rurales son los más vulnerables y tienen oportunidades limitadas para continuar su educación.
Guterres dijo que incrementar la financiación de la educación debería ser una prioridad.
AP/OnCuba
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