Un potente sismo remeció la Península de Alaska el martes por la noche, tras el cual fue emitida una alerta de tsunami que hizo huir a los residentes a terrenos elevados antes de que se cancelara la alerta sin registrar olas peligrosas.
El terremoto, de magnitud 7,8, se produjo a las 23:12, hora PST, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Se detectó a una profundidad de 28 kilómetros (17 millas), mayor de la estimada en un principio. El epicentro se situó en el mar, 105 kilómetros (65 millas) al sur-suroeste de Perryville, Alaska.
En videos compartidos en medios sociales se oían las sirenas de emergencia mientras los vecinos seguían las recomendaciones de evacuar.
En la Isla Kodiak, la escuela secundaria local abrió sus puertas a los evacuados, al igual que la iglesia católica local, según el Anchorage Daily News.
“Tenemos una escuela secundaria llena de gente”, dijo Larry LeDoux, superintendente del Distrito Escolar de Kodiak. “Estoy repartiendo mascarillas desde que sonó la primera sirena”, dijo al diario.
“Todo está tan tranquilo como es posible. Tenemos probablemente a 300, 400 personas, todas con mascarillas”, dijo.
El riesgo de tsunami no afectó a Hawai ni otras costas estadounidenses o del Pacífico canadiense, según el Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico.
Desde 1900 se han registrado otros seis terremotos de magnitud 7.0 o superior en un radio de 250 kilómetros (155 millas) de donde se produjo el temblor del martes. El más grande fue un temblor de 8,2 en 1938.
En 1964 se registró un terremoto de magnitud 9,2 en la misma región.