El sur de Florida no es solo escenario del enfrentamiento entre Estados Unidos y Cuba. Moscú y Washington también navegan en estas aguas.
En 2019 Rusia intentó asesinar en Miami a un informante de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que en 2010 ayudó a desbaratar una red de 11 agentes escondidos en la costa este de Estados Unidos. Al menos, eso sostiene un libro reseñado por The New York Times.
Se trata de Aleksandr Poteyev, un antiguo coronel de los Servicios Secretos.
De acuerdo con el libro Spies: The Epic Intelligence War Between East and West, que será publicado a fin de mes en el Reino Unido, la operación clandestina representó una expansión en una preseunta campaña de asesinatos selectivos de Putin. También marcó un punto bajo, muy peligroso entre servicios de inteligencia que han tenido una historia tensa durante mucho tiempo.
“Las líneas rojas se han ido para Putin”, dijo al rotativo Marc Polymeropoulos, exoficial de la CIA que supervisó operaciones en Europa Occidental y Orienta, y Rusia. “Él quiere a todos estos tipos muertos”.\
La historia ha sido confirmada por otros dos oficiales de inteligencia estadounidenses que no quisieron identificarse, según el reporte.
Después de suministrar al Buró Federal de Investigaciones (FBI) la información para el operativo de 2010, Poteiev desapareció, pero la inteligencia rusa envió agentes a Estados Unidos para tratar de encontrarlo, apunta la historia narrada por el libro.
En 2016 medios rusos informaron que estaba muerto. Algunos expertos de inteligencia creyeron que podría ser una estratagema para sacarlo de su escondite.
Sin embargo, en realidad residía en el área de Miami Beach, en una especie de Pequeña Moscú, y usaba su nombre real, con el que obtuvo una licencia de pesca y se registró como republicano para votar en las elecciones.
En 2018, la inteligencia rusa confirmó su localización en un condominio en Miami Beach e inició los planes para liquidarlo, de acuerdo con lo ahora trascendido.
Aunque la operación fracasó en 2019, dio inicio a una serie de represalias diplomáticas de ambos lados que incluyó la expulsión de funcionarios de las embajadas en Washington y Moscú. Diez diplomáticos espías de cada lado.