A una semana de la desaparición del sumergible Titan, los titulares no cesan. Durante las 96 horas de oxígeno de que disponían los cinco tripulantes la esperanza de que siguieran con vida impulsó una intensiva operación de rescate liderada desde Estados Unidos y que desplegó medios de varios países y recursos de última generación.
El 22 de junio, después de hallar restos que lo confirmaban, la Guardia Costera estadounidense anunció que la cápsula había implosionado; probablemente el domingo 18. Había perdido toda comunicación a cerca de 3500 metros de profundidad, 1 hora y 45 minutos después de emprender viaje hacia el pecio más famoso de la historia: el del Titanic, una experiencia que ofrecían desde 2021 a cambio de un cuarto de millón de dólares por persona.
Ahora surgen nuevos testimonios y pronunciamientos acerca de los fallos de seguridad del sumergible y la escasa regulación del sector, así como los riesgos del turismo extremo; mientras la amenaza de las demandas acecha a OceanGate, la compañía que creó Titan y cuyo CEO, Stockton Rush, se encontraba a bordo de la fatídica expedición.
1. ¿Quiénes viajaban en el Titan y por qué estaban ahí?
Los cinco tripulantes que viajaban en el pequeño sumergible con piso alfombrado en lugar de asientos y apenas espacio suficiente para que más de uno de los tripulantes a la vez estirara las piernas eran: Stockton Rush, fundador y CEO de OceanGate Expeditions, operadora de la nave; Hamish Harding, empresario y explorador británico; Shahzada Dawood, empresario británico de origen paquistaní y su hijo de 19 años, Suleman; y Paul-Henri Nargeolet, experto marítimo francés que había vistado el pecio del Titanic más de treinta y cinco veces. OceanGate anunció en un comunicado que “tristemente los hemos perdido a todos”.
Stockton Rush
(San Francisco, 1962) era conocido como innovador y explorador. Los últimos días han circulado entrevistas en las que hace gala de su temeridad; sin embargo, sus cercanos aseguran que la seguridad era prioridad para él y que era muy metódico en la gestión de los riesgos.
Según el sitio web de OceanGate, compañía que fundó en 2009, Rush comenzó su carrera en 1981 como el piloto de transporte a reacción más joven del mundo, con 19 años. En 1984 comenzó a trabajar como ingeniero de pruebas de vuelo en aviones de combate F-15 para McDonnell Douglas. Las últimas dos décadas decidió enfocarse en el otro extremo: las profundidades, mucho menos exploradas y controlables que las alturas e incluso el espacio.
“Quisiera ser recordado como un innovador. Creo que fue el General [Douglas] MacArthur quien dijo ‘Serás recordado por las reglas que rompas’“, dijo Rush. “Y yo he roto algunas para hacer esto. Creo que las he roto con lógica y buena ingeniería detrás (…) Fibra de carbono y titanio… hay una regla que dice que no debes hacerlo“, añadió a propósito de los materiales usados para construir el sumergible, que él concebía como “un elevador“ que permitiría ver y estudiar el Titanic antes de que fuera devorado por las bacterias.
“El océano nos lo está quitando, y necesitamos documentarlo antes de que todo desaparezca”, dijo Rush a AP en 2021.
Su esposa, Wendy Weil Rush, es descendiente de dos víctimas del legendario naufragio.
Hamish Harding
(Londres, 1964). Licenciado en Ciencias Naturales e Ingeniería Química por la Universidad de Cambridge. Tenía un patrimonio estimado en más de 1,250 millones de euros y era miembro de uno de los clubes más selectos del mundo: el Explorers Club, al que pertenece James Cameron, director de la megaproducción Titanic (1997). Visitó el espacio en 2022 a bordo de New Shepard, cohete que realizó un vuelo de diez minutos en la que sería la quinta misión tripulada exitosa de la compañía de Jeff Bezos. Estuvo varias veces en el Polo Sur y descendió a la Fosa de las Marianas, la parte más profunda del océano de que se tenga noticia. Fue la misión más larga realizada a tal profundidad (4 horas y 15 minutos) con la mayor distancia recorrida (4,600 metros).
Harding fundó Action Aviation, una compañía internacional de venta de aeronaves con sede en Dubai, Emiratos Árabes Unidos. Entre el 9 y el 11 de julio de 2019, Harding fue director de misión y piloto de la tripulación de One More Orbit, que estableció récord mundial de velocidad en la circunnavegación más rápida de la Tierra por avión sobre ambos polos geográficos.
Paul-Henri Nargeolet
(Chamonix, 1946) Buzo y arqueólogo marino. Estuvo al frente del grupo de buzos que eliminaron las minas de Cherburgo (noroeste de Francia), antes de ser piloto de submarinos de la Armada francesa. Como arqueólogo marino excavó varios pecios. En 1986 se convirtió en jefe de submarinos de intervención en aguas profundas del Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar (Ifremer), un año después de que un equipo dirigido por el estadounidense Robert Ballard, en colaboración con Ifremer, hubiera hallado los del Titanic.
A las ruinas del famoso naufragio bajó por primera vez en 1987 a bordo del submarino francés Nautile. Sería solo la primera de decenas de inmersiones que lo consolidarían como uno de los mayores expertos en el barco, al punto de ser conocido como Mr. Titanic.
Llegó a ser director de investigación subacuática de E/M Group y RMS Titanic, y bajo su supervisión se recuperaron 5 mil artefactos. Lideró en 2010 la inmersión más avanzada realizada en el famoso pecio, en la que se usaron un sonar de alta resolución e imágenes ópticas en 3D de proa, popa y escombros.
Shahzada Dawood
(Rawalpindi, 1975) Conocido empresario paquistaní nacionalizado británico. Shahzada estudió leyes en la Universidad de Buckingham e hizo una maestría en Marketing textil global en la Universidad de Filadelfia (hoy Universidad Thomas Jefferson).
Tenía 48 años y era vicepresidente del conglomerado Engro, con sede en Karachi, sur de Pakistán. Engro tenía inversiones en varios sectores de negocios: energía, agricultura, petroquímica y telecomunicaciones.
De 1996 a 2023, Dawood fue fideicomisario de la fundación familiar The Dawood Foundation (TDF), enfocada en educación. TDF coordinó la Hussain Dawood Pledge, una donación privada para luchar contra la COVID-19 en Pakistán. Se había centrado en los esfuerzos para brindar apoyo a la salud mental de personas afectadas por COVID-19 en el país. Formaba parte del consejo de administración del Instituto SETI, con sede en California, que busca inteligencia extraterrestre.
Distintos medios han referido su interés en la investigación de hábitats naturales y energías renovables. Era un “entusiasta de la fotografía“, particularmente la de vida silvestre y hábitats naturales. Era un apasionado del Titanic desde niño.
Suleman Dawood
(Lahore, 2004) Hijo de Shahzada Dawood. Tenía 19 años. Su tía Azmer, hermana de su padre, aseguró a NBC que estaba aterrorizado y no quería embarcarse en la expedición. Pero el domingo 18 era el Día de los Padres, y quiso complacer al suyo acompañándolo en una exploración que le hacía mucha ilusión. Su familia lo describe como un “gran aficionado a la literatura de ciencia ficción y a aprender cosas nuevas“. Le gustaba el cubo de Rubik y jugar al voleibol. Poco antes de embarcar se había graduado en la ACS International School de Cobham.
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2. ¿Qué sucedió?
Autoridades estadounidenses al frente de las labores de rescate anunciaron, después de encontrar restos de la pequeña nave, que esta sufrió una “catastrófica implosión”, o bien el inmediato y violento colapso de un cuerpo sobre sí mismo.
El cono de cola y otros restos del sumergible desaparecido fueron hallados por un vehículo operado por control remoto desde el barco canadiense Horizon Arctic. Se encontraban a unos 500 metros de la proa del Titanic, que yace a 3,800 metros de profundidad en el Océano Atlántico.
Titan se destruyó en un milisegundo, su estructura de fibra de carbono y titanio, quizá por un gradual debilitamiento de la estructura, no resistió como en sus incursiones anteriores la extrema presión a esa profundidad.
“Es una presión equivalente a 350 veces la que se registra en tierra”, afirmó Tom Maddox, CEO de Underwater Forensic Investigators, quien participó en una expedición a los restos del Titanic en 2005. A esa profundidad la columna de agua ejerce una presión de aproximadamente 3500 toneladas por metro cuadrado.
“En estas condiciones, cualquier pequeña pérdida podría causar una implosión inmediata”, continuó Maddox. En las profundidades de las ruinas del Titanic la presión era tan alta que la implosión habría ocurrido en un milisegundo, por tanto, imprevisible por los tripulantes. Una muerte indolora e instantánea.
“Ocurre a una velocidad de 800 kilómetros por hora”, dijo a CNN Aileen Marty, ex oficial de marina y profesora de la FIU. “En estas condiciones el cerebro humano no tiene siquiera tiempo de darse cuenta de lo que está sucediendo”, subrayó. “El medio colapsó violentamente sobre sí mismo antes de que las personas en su interior pudieran enterarse de que había un problema. No supieron que iban a morir”, dijo Marty. Tampoco llegaron a ver el Titanic.
La Marina de EE. UU. detectó sonidos “consistentes con una implosión“ poco después de que el sumergible perdiera contacto el domingo 18 de junio; pero la información solo se hizo pública el jueves 22.
3. ¿Por qué suscita tanto interés en los medios y el público?
Es un eventro dramático que concentra muchos de los que se definen como criterios de noticiabilidad, un concepto del mundo de la sociología y los medios, y que por supuesto no está sujeto a reglas absolutas. Sin embargo, es posible identificar algunos patrones en este caso.
La plataforma de divulgación científica Geopop identificó 8 razones del interés, además del hecho de que el evento se relacionara con el Titanic, cuyo naufragio en 1912 todavía atrae la atención de científicos, historiadores y público: 1) particularidad: el hecho de tratarse de un acontecimiento único, novedoso, muy particular; 2) drama: vidas humanas comprometidas y la fuerte curiosidad frente a la incógnita de lo que había sucedido; 3) urgencia: no se trató de un evento trágico que sucedió y terminó de inmediato, sino de una auténtica cuenta regresiva durante días; 4) empatía: millones de testigos remotos de los hechos se han situado imaginariamente dentro de la cápsula sellada, en condiciones enrarecidas, espacio reducido, en medio de la soledad, la oscuridad absoluta y las extremas temperaturas abisales, a casi 4 mil metros de profundidad. Pánico, angustia, progresiva falta de oxígeno (que luego se sabría que no llegaron a experimentar al confirmarse la implosión); 5) personalización: los tripulantes tenían nombre, rostro y una historia, datos que les otorgaban relieve, individualidad y hacían que el drama fuera tangible; 6) conflicto, opiniones encontradas. Simpatías y antipatías. Comparaciones más o menos acertadas con otros episodios dramáticos con sus propias características; 7) emotividad: posicionamientos cuya intensidad está dada por el hecho de estar más guiados por las emociones que por la racionalidad; 8) desafío: salvar la vida de los tripulantes contrarreloj y en un ambiente en extremo hostil e inalcanzable.
4. ¿Qué señales de alarma rodeaban estas expediciones?
Además de llevar a turistas y expertos al pecio del Titanic, la compañía asegura que el sumergible se usaba con fines educativos, estudios e inspecciones, investigación y recopilación de datos, producción de filmes y otros contenidos, así como pruebas de hardware y software en grandes profundidades oceánicas.
En 2018, decenas de expertos del sector escribieron una carta en la que advertían que el diseño del Titan podía tener resultados “catastróficos“. El mismo año un empleado de OceanGate expresó su preocupación por la seguridad de la nave y cómo la compañía la estaba probando. Fue despedido. La nave nunca recibió la certificación DNV-GL, una certificación industrial estándar de oro de la fundación noruega Det Norske Verita.
En 2019, OceanGate defendió la decisión de no certificar el sumergible, bajo el argumento de que los accidentes marinos y aéreos no eran causados en su mayoría por fallas mecánicas, sino por errores del operador.
Desde 2021 decenas de personas visitaron el pecio del Titanic en Titan; sin embargo, más de una vez las incursiones debieron cancelarse o posponerse por fallas en el funcionamiento, incluida pérdida de la comunicación; algo que algunos tripulantes confirmaron les ocurrió por un lapso de tiempo una vez alcanzaban grandes profundidades.
David Pogue, corresponsal de CBS que participó en una de las inmersiones, dijo que, por otro lado, no debe olvidarse que Rush era un “ingeniero aeroespacial graduado en Princeton“ que diseñó y construyó aviones y otros sumergibles. El propio Titan, añadió, había “descendido al lecho marino [13] veces sin contratiempos“.
Mike Reiss, guionista de comedias televisivas que trabajó en Los Simpson y quien también hizo el viaje el año pasado contó que el protocolo incluía la firma de “un descargo de responsabilidad que enumera una tras otra las formas en que podrías morir en el viaje. Mencionan la muerte tres veces en la primera página, así que nunca te lo quitas de la cabeza“.
5. ¿Qué sigue?
En cuanto a restos de los tripulantes, el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera de EE. UU. declaró que no tenía “una respuesta final en cuanto a la posibilidad de recuperar a los miembros de la expedición, por el momento continuarán las búsquedas, pero el ambiente en el fondo marino es increíblemente despiadado”, dijo Mauger.
“Ahora los vehículos telecomandados permanecerán en la escena y continuarán colectando información”, explicó Mauger. “Se necesitará tiempo para determinar una secuencia temporal específica de los eventos de este complejo caso de fallo del Titan”, concluyó.
Guillermo Söhnlein, cofundador de OceanGate, defendió a la compañía de las críticas respecto a la seguridad de Titan. Söhnlein dijo a la BBC que quienes han criticado la seguridad del sumergible, incluido el director de cine James Cameron, no están completamente informados.
En tanto, OceanGate anunció que cesaba indefinidamente, mientras una investigación internacional se lleva a cabo con foco en las condiciones de seguridad del medio implosionado una semana atrás.