El presidente Donald Trump lamentó este jueves la masacre de la víspera en una escuela secundaria de Florida, y la calificó como una “escena de terrible violencia, odio y maldad”.
Estados Unidos, “con el corazón apesadumbrado”, ora por las víctimas y sus familias, dijo el mandatario.
En un breve mensaje a la nación luego de la matanza de al menos 17 personas en la Marjory Stoneman Douglas High School, Trump no mencionó, sin embargo, el tema del control de armas que motiva la polémica tras cada episodio de violencia con armas de fuego en los Estados Unidos.
Dijo que ningún niño debería ir a la escuela temiendo por su vida y que urge crear “una cultura en nuestro país que consagre la santidad de la vida”.
Explicó que viajará a Florida a reunirse con los familiares de las víctimas, estudiar cómo mejorar la seguridad en las escuelas y “abordar el tema arduo de la salud mental”, que en su opinión fue la causa de la tragedia.
Un problema mental
En un tuit matutino, Trump comentó: “Tantas señales de que el tirador de Florida sufrió una perturbación mental, incluso fue expulsado de la escuela por comportamiento errático. Los vecinos y compañeros de clase sabían que era un gran problema. ¡Siempre se deben informar tales casos a las autoridades una y otra vez!”
So many signs that the Florida shooter was mentally disturbed, even expelled from school for bad and erratic behavior. Neighbors and classmates knew he was a big problem. Must always report such instances to authorities, again and again!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 15 de febrero de 2018
Nikolas Cruz, de 19 años, huérfano y con problemas de conducta, poseedor de un fusil de asalto AR-15, fue acusado de 17 homicidios premeditados tras la matanza escolar más mortífera de los últimos cinco años. Funcionarios policiales dijeron a la agencia AP que el joven compró legalmente el arma de asalto que fue usada en el ataque.
El gobernador de Florida Rick Scott, un republicano, reveló que le dijo al titular de la Cámara de Representantes Paul Ryan que “si alguien está trastornado mentalmente, no debería tener acceso a armas”.
El jefe policial del condado, Scott Israel, pidió darle a las agencias policiales más atribuciones para detener a personas que formulan amenazas.
“Lo que les estoy pidiendo a los legisladores es que vean lo que está pasando en lugares como Tallahassee y Washington, D.C., y le den a las agencias policiales el poder que necesitan”, dijo Israel. A quienes expresen amenazas o coloquen mensajes ofensivos en internet, agregó, hay que llevarlos a hospitales psiquiátricos para que sean examinados así sea en contra de su voluntad.
Israel aclaró que la policía puede desde ya ir a la vivienda del propietario de un arma que parezca tener problemas mentales, “independientemente de si tiene un arma o no”.
Más control
El director educativo del condado Broward, Rob Runcie, piensa que “ha llegado el momento de tener una conversación genuina sobre leyes de control de armas”. Añadió que si los adultos no lo hacen, los estudiantes deberán encargarse de ello cuando les llegue el momento.
Por su parte, el secretario de Justicia Jeff Sessions dijo que quiere que su departamento estudie cómo la enfermedad mental y la violencia con armas de fuego se combinan y cómo las fuerzas del orden pueden usar mejor las leyes existentes para intervenir antes de que ocurran estas tragedias.
“No se puede negar que algo peligroso y nocivo está sucediendo en nuestro país”, comentó Sessions a un grupo de alguaciles en Washington DC. En “cada uno de estos casos, hemos tenido indicaciones anticipadas y quizás no hemos sido lo suficientemente efectivos para intervenir”, agregó.
Catorce sobrevivientes de la masacre seguían hospitalizados el jueves, mientras rescatistas extraían más cuerpos de la escuela y sus alrededores.
La de este miércoles fue la peor masacre en una escuela en Estados Unidos desde que un joven atacó una escuela primaria en Newtown, Connecticut, hace más de cinco años. El saldo de muertes total varía según la manera en que se contabilizan estos hechos, pero la agrupación Everytown For Gun Safety calcula que han ocurrido 290 masacres escolares en Estados Unidos desde 2013. Con el suceso ocurrido el miércoles, van 18 en lo que va del año.
El papa Francisco envió sus condolencias a las víctimas y dijo que está orando para que “estos actos de violencia sin sentido cesen”.
AP / OnCuba