La Policía Nacional de Honduras detuvo ayer a uno de sus agentes por trasladar ilegalmente a 9 migrantes irregulares de Cuba en una camioneta, cuyo destino final era Estados Unidos.
La detención se llevó a cabo en el sector de Pavana, departamento de Choluteca, fronterizo con Nicaragua, en un operativo policial, indicó la institución de seguridad en un comunicado.
Al efectuar una inspección al vehículo, las autoridades ubicaron a los 9 cubanos y detuvieron al policía, cuyo nombre no fue revelado, añadió.
El agente, asignado a la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales y que estaba en el día de descanso, fue capturado para investigación por el delito de “tráfico ilícito de personas vinculado al paso irregular de nueve ciudadanos de origen cubano”, añadió el organismo de seguridad.
Funcionario policial es detenido por suponerlo responsable del tráfico ilegal de personas en el puesto policial Pavana #Choluteca pic.twitter.com/OzNVlDcqbY
— Policía Nacional de Honduras (@PoliciaHonduras) May 14, 2020
Las fuerzas de seguridad decomisaron al agente su placa de la Policía Nacional, un arma de reglamento, una camioneta y un teléfono celular.
Los migrantes fueron conducidos a una oficina del Instituto Nacional de Migración, donde las autoridades decidirán si los regresan a su país de origen o si les conceden un permiso para que crucen el territorio nacional.
Todos fueron retenidos porque su estatus migratorio era ilegal en el país, que en los últimos años se ha convertido en punto de tránsito de miles de personas que atraviesan Centroamérica para intentar llegar a Estados Unidos.
Más de 31 mil inmigrante irregulares, en su mayoría cubanos, fueron retenidos en Honduras en 2019 por ingresar de manera ilegal, algunos de ellos con la intención de llegar a Estados Unidos.
Honduras se ha convertido en los últimos años en un punto de tránsito de migrantes, especialmente de cubanos y africanos, que atraviesan los países de Centroamérica para llegar a Estados Unidos.
El Gobierno hondureño firmó en 2019 un acuerdo con Estados Unidos que busca atajar la migración irregular desde Centroamérica.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de EE.UU. difundió a finales del mes pasado el acuerdo de cooperación para examinar las reclamaciones de protección suscrito con Honduras, por el que ambos Gobiernos pactaron el envío a ese país de los solicitantes de asilo a las autoridades estadounidenses y que entró en vigor el 29 de abril.
El acuerdo delega a Honduras la responsabilidad de examinar, de acuerdo con su sistema de determinación de protección, la solicitud de asilo de cualquier persona que haya hecho ese requerimiento al llegar a un puerto de entrada o al cruzar la frontera entre los puntos de entrada a Estados Unidos.
Esta potestad tiene efecto “en o después de la fecha de entrada en vigor del documento”.
EE.UU. deberá determinar previamente las reclamaciones en el caso de los menores de edad no acompañados, de personas que hayan ingresado a este país con un visado u otro documento válido emitido por las autoridades estadounidenses y que no sea de tránsito o cuando se trata de sujetos que no han sido requeridos para obtener un visado en el país.