Una posible legislación sobre armas de fuego se detuvo este jueves en el Congreso, no por una falta de propuestas bipartidistas, sino por el impresionante giro del presidente Donald Trump en el tema, que dejó a algunos de los miembros de su partido confundidos, irritados y tratando de averiguar cuál sería su siguiente paso.
Los republicanos se retorcieron por la petición de Trump sobre leyes más estrictas de armas luego de la masacre en una escuela secundaria de Florida, mientras que los demócratas aprovecharon la apertura para lograr algo más que una medida modesta que estaba ganando apoyo en el Congreso. Los demócratas revelaron una lista de prioridades más ambiciosa, con revisiones más amplias de antecedentes para los compradores de armas e incluso una arriesgada prohibición de los fusiles de asalto.
Sin una ruta clara hacia alguna iniciativa, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, aplazó el debate sobre las armas, y señaló que se volvería a considerar otras medidas la próxima semana. McConnell se había preparado para avanzar con una propuesta gradual de los senadores John Cornyn y Chris Murphy, pero incluso esa medida se enfrentó con algo de oposición por parte de los republicanos.
“Espero que haya una manera de avanzar”, comentó McConnell a los medios de comunicación.
El Congreso está bajo presión luego de la matanza en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland, Florida, que dejó a 17 víctimas. Los legisladores habían tenido un progreso paulatino sobre una iniciativa para aumentar la participación en el programa existente de revisión de antecedentes.
Sin embargo, después de los anuncios del presidente Trump en esta semana, la iniciativa importaba poco. El mandatario describió a la iniciativa bipartidista como poco más que un bloque de construcción para la “bella” e “integral” iniciativa de ley que él visualizaba protegería a los estadounidenses de los tiroteos.
“Muchas ideas, algunas buenas y otras no tanto”, tuiteó Trump el jueves y destacó las revisiones de antecedentes. “Después de tantos años, una medida debe salir”.
Many ideas, some good & some not so good, emerged from our bipartisan meeting on school safety yesterday at the White House. Background Checks a big part of conversation. Gun free zones are proven targets of killers. After many years, a Bill should emerge. Respect 2nd Amendment!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 1 de marzo de 2018
Trump insinuó, pero no declaró, su apoyo a una revisión de antecedentes más radical que requeriría revisiones en compras de armas de fuego en línea y en las ferias de armas. La medida, de los senadores Pat Toomey y Joe Manchin, goza de nuevo ímpetu después que fue introducida inicialmente en 2012, luego del tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook en Connecticut que dejó 20 niños muertos.
Antes de la masacre del 14 de febrero en Parkland, los republicanos no tenían intención de resucitar el debate sobre las armas, que es polarizador y políticamente peligroso, durante un año electoral de por sí difícil que pudiera poner en riesgo su mayoría en el Congreso.
“No hay iniciativa mágica que vaya a impedir que ocurra lo que vaya a ocurrir cuando ya están muchas leyes en los libros que no se aplican, que fueron disfuncionales”, dijo el representante Steve Scalise, el tercer líder republicano de más alto rango en la Cámara de Representantes, cuando se le preguntó sobre soluciones.
“Las fallas que ocurren, es lo que vuelve loca a la gente”, dijo Scalise, quien sufrió heridas de muerte cuando un agresor armado abrió fuego contra el equipo de béisbol de legisladores durante una práctica el año pasado.
Más restricciones de minoristas
Las compañías Kroger y L. L. Bean anunciaron que ya no venderán armas a personas menores de 21 años, convirtiéndose en la tercera y cuarta cadenas minoristas de esta semana imponer restricciones que son más fuertes que las leyes federales.
Los anuncios siguen a decisiones similares de las cadenas Dick’s Sporting Goods y Walmart, lo que deja entrever la presión que enfrentan las compañías para que tomen una postura al respecto.
Kroger, la cadena de supermercados más grande de Estados Unidos, dijo el jueves que desde la masacre a disparos el mes pasado en una escuela secundaria de Florida, que mató a 17 personas, está claro que los puntos de venta de armas deben ir más allá de lo que exigen las leyes federales actuales.
El acusado de la masacre en la escuela, de 19 años de edad, compró legalmente el fusil AR-15 usado en el ataque. La ley federal permite que las personas mayores de 18 años compren armas largas, como rifles.
“En respuesta a los trágicos acontecimientos en Parkland y en otras partes, hemos analizado a fondo nuestras políticas y procedimientos sobre venta de armas de fuego”, señaló Kroger Co. en un comunicado.
Kroger ha vendido armas de fuego de 44 de sus tiendas Fred Meyer en el oeste del país y aumentará la edad a 21 años como requisito de compraventa.
L.L. Bean, que dice que solo vende armas de fuego en su tienda insignia en Maine, específicas para la caza y tiro al blanco, emitió un comunicado la noche del jueves diciendo que la compañía ya no venderá armas de fuego ni municiones a cualquier persona menor de 21 años.
El cambio ocurrió un día después de que Walmart y Dick’s Sporting Goods, ambas destacadas cadenas vendedoras de armas, endurecieron sus políticas, y también un día después de que los estudiantes regresaran a la Escuela Secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland, Florida, por primera vez desde el tiroteo en sus instalaciones.
El jueves por la noche, el minorista REI de artículos para actividades al aire libre anunció la suspensión de pedidos futuros para surtirse de algunas marcas populares _incluidos los bolsos para agua CamelBak, los cascos Giro y las estufas Camp Chef_ cuya compañía matriz también fabrica municiones y fusiles de asalto. REI, con sede en Seattle, ha enfrentado una crecente presión de parte de algunos de sus clientes.
Empresas como Dick’s ya habían modificado sus políticas sobre ventas de armas a raíz de la matanza de 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook en Connecticut, pero el tiroteo en Parkland ha abierto una grieta entre una parte de las corporaciones estadounidenses y organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), que defiende el derecho a poseer y portar armas.
MetLife, Hertz y Delta Air Lines y otras de las grandes corporaciones estadounidenses ya han roto relaciones con la NRA, y con cierto costo político.
Los legisladores de Georgia aprobaron el jueves un proyecto de ley que sanciona a Delta por cortar lazos con la NRA, en cumplimiento de las promesas de los republicanos de negar exenciones tributarias calculadas en cerca de 38 millones de dólares a las aerolíneas, luego de que Delta suspendió los descuentos a integrantes de la NRA después de la masacre en Parkland. La aerolínea, con sede en Atlanta, habría sido la principal beneficiaria de la exención.
Un analista de la industria dijo luego del anuncio de Dick’s, y de las fuertes palabras de su director ejecutivo respecto a la necesidad de un cambio, que otros minoristas que asignan un pequeño porcentaje de su negocio a la cacería probablemente seguirían sus pasos.
“Es un juego riesgoso, pero uno no puede satisfacer a todos”, dijo Joseph Feldman, un director administrativo de Telsey Advisory Group.
AP / OnCuba