El triplista Pedro Pablo Pichardo, nacido en Cuba hace veinticuatro años y nacionalizado portugués hace apenas cinco meses, es desde este fin de semana una de las figuras más peculiares de la competición de triple salto, porque tiene el récord nacional luso, pero también el de su país natal.
Pichardo ha marcado un hito en su carrera deportiva al conseguir este viernes en Doha, en la Liga de Diamante, el récord de distancia para Portugal con un salto de 17,95 metros, el mejor del mundo en lo que va de temporada.
El luso-cubano, oriundo de Santiago de Cuba, superó incluso al campeón del mundo y olímpico estadounidense Christian Taylor, que saltó 17,81 metros.
Un resultado que, destaca la prensa portuguesa, deja a Pichardo en una curiosa situación, pues ostenta no solo el récord nacional de Portugal, sino el de Cuba, país para el que consiguió un récord de 18,08 metros (la cuarta mejor marca mundial de la historia).
Pichardo se sitúa como líder mundial del año y recibe unánimes elogios en los diarios deportivos lusos, que elogian el ascenso de un deportista que tuvo el año pasado un parón antes de conseguir la nacionalidad portuguesa el pasado 7 de diciembre.
Sin embargo, aún no puede competir a nivel internacional en la selección lusa y por lo tanto no estará en el equipo que irá a los Europeos de Berlín, en agosto próximo, ya que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ha “congelado todos los casos de cambio de nacionalidad”, afirma la prensa.
El organismo espera hasta tener “nueva regulación sobre la materia” para dirimir este y otros casos, algo que abordará el Consejo de la IAAF en una reunión programada para el próximo mes de julio.
EFE / OnCuba