Ondear la bandera estadounidense al revés no es necesariamente señal de irrespeto, puede serlo de angustia. Según el Código de la Bandera, usualmente se usa como un pedido de ayuda o para advertir sobre peligros inminentes. En tiempos de crisis, también puede utilizarse como un vehículo para protestar.
Pero las cambiantes circunstancias casi siempre terminan dándole nuevos sentidos a las cosas. Ahora mismo una bandera estadounidense invertida está asociada, casi inevitablemente, a afirmaciones de fraude electoral protagonizadas por Donald Trump y los asaltantes al Capitolio aquel 6 de enero de 2021.
Según una investigación de The New York Times, esa misma fue la que se desplegó en la casa particular del juez de la Corte Suprema, Samuel Alito, en enero de 2021. En efecto, una fotografía obtenida y publicada por el Times esta semana muestra la bandera ondeando de esa manera en el hogar del magistrado el 17 de enero de 2021, días después de que las turbas trumpistas intentaran sabotear e impedir la certificación de la victoria en las elecciones presidenciales del demócrata Joe Biden. Docenas de sus protagonistas las portaban gritando consignas como Stop the Steal [“Detengan el Robo”]. Ahí están las distintas filmaciones para demostrarlo.
Lo cierto es que desde entonces el hecho ha venido generando un alud de cuestionamientos sobre la imparcialidad de Alito precisamente en un momento en que la Suprema tiene que pronunciarse sobre dos casos relacionados con el ataque al Capitolio: el primero, los cargos que enfrentan sus asaltantes, y el segundo si Trump tiene o no inmunidad ante la ley por las acusaciones de interferencia electoral levantadas por el fiscal especial Jack Smith.
Y también ocurre cuando otro juez conservador, Clarence Thomas, ha venido ignorando los llamados a abstenerse de los casos relacionados con las elecciones de 2020 por el desembozado apoyo de su esposa a Donald Trump. Todos estos hechos tienen lugar mientras la confianza pública en la Corte Suprema está en su punto más bajo en medio siglo.
“Ondear una bandera estadounidense al revés, un símbolo del llamado movimiento Stop the Steal, crea claramente la apariencia de parcialidad”, dijo el senador demócrata Dick Durbin en un comunicado. Moviendo el péndulo, el republicano Tom Cotton, de Arkansas, calificó el texto del Times como un intento de “intimidar a los jueces”.
Como para desmarcarse de la estocada, Alito reconoció la presencia de la bandera en su casa en Alexandria, Virginia, aunque dijo no tener “ninguna participación” en el hecho. Y lo trató de explicar de la siguiente manera: “La Sra. Alito la colocó brevemente en respuesta al uso de un lenguaje objetable y personalmente insultante por parte de un vecino en los carteles de su jardín”, dijo en un comunicado enviado por correo electrónico al periódico.
Pero expertos judiciales coinciden en señalar que colocar esa bandera viola las reglas éticas establecidas para eludir incluso la apariencia de parcialidad de los jueces de Suprema, quienquiera la haya puesto. En el momento en que ondeaba en su casa, ese tribunal estaba considerando si aceptaba o no casos relacionados con las elecciones de 2020.
Finalmente los rechazó debido a varios jueces conservadores, incluido Alito, designado en 1990 por el presidente George W. Bush. Entonces escribió que la consideración de los casos por parte del tribunal no tendría ningún impacto en las elecciones de 2020, pero “proporcionaría una guía invaluable para elecciones futuras”.
Amanda Frost, profesora de Derecho de la Universidad de Virginia, está en tesitura con la corriente liberal: ondear la bandera al revés es, en efecto, “el equivalente a poner un cartel de Stop the Steal en tu jardín, lo cual es un problema si estás tomando decisiones relacionadas con las elecciones. Incluso si fue colocada por tu cónyuge u otra persona que vive en la casa, no deberías tenerla en tu jardín como un mensaje al mundo”.
Pero no se trata solo de eso. Otro símbolo enarbolado por los trumpistas, una bandera de “Apelación al cielo”, fue vista el verano pasado ondeando en una casa en la playa propiedad de Alito en Nueva Jersey, informó el mismo Times pocos días después.
La enseña, también conocida como la bandera del Pino, está asociada a un gobierno cristiano. Y ya se sabe por descontado de qué signo.
Apelación al cielo
La bandera “Apelación al cielo” tiene un pino verde sobre un campo blanco. De acuerdo con Ted Kaye, secretario de la Asociación Vexilológica de América del Norte, que estudia las banderas y su significado, data de la Guerra de Independencia contra los ingleses. En 1775 la enarbolaron seis goletas bajo el mando de George Washington para interceptar barcos británicos. Desde 1776, y hasta 1971, fue la bandera marítima de Massachusetts.
El pino simbolizaba la fuerza y resistencia de las colonias de Nueva Inglaterra, mientras las palabras “Apelación al cielo” se originaron en la creencia de que Dios libraría a los colonos de la tiranía. Pero en los últimos años se la han apropiado tanto el rancio nacionalismo cristiano como el movimiento election deniers.
“Apelación al cielo”, tiene hoy un sentido muy diferente. dijo Jared Holt, analista del Instituto para el Diálogo Estretégico, grupo que rastrea el odio y el extremismo online.
“Algunos seguidores se identifican con un movimiento ‘patriota” obsesionados con los Padres Fundadores y la Revolución de las Trece Colonias. Otros se adhieren a una cosmovisión nacionalista que busca elevar el papel del cristianismo conservador en la vida pública. Quienes enarbolan la bandera abogan por formas de gobierno más intolerantes y restrictivas alineadas con una filosofía religiosa específica”, dijo el experto.
Esa bandera también estaba entre las que portaban los asaltantes del 6 de enero, quienes solían portar distintivos y códigos del nacionalismo cristiano blanco, la bandera confederada y la bandera amarilla con su serpiente de cascabel y su Don’t Treat on Me (“No me pises”).
Los códigos de ética se centran en la necesidad de que los jueces sean independientes y eviten declaraciones u opiniones políticas sobre asuntos sobre los que tienen que decidir. En noviembre de 2023 la Corte Suprema adoptó un código de ética a partir de ciertas críticas.
Informes dados a conocer por ProPublica el año pasado señalaron que Alito y el juez Clarence Thomas aceptaron decenas de miles de dólares en regalos procedentes de conservadores de mucha plata que se beneficiarían de las decisiones de ese tribunal.
Definitivamente, tienen razón: la bandera es un mensaje que se da a la sociedad: “Esto es lo que soy” o “en esto creo”. Cuando se coloca en un sitio es porque se quiere que otras personas la vean y conozcan cómo piensan quienes la pusieron ahí.
Por eso las dos que ondearon en las propiedades del juez de la Corte Suprema Samuel Alito son tremendamente reveladoras. Su sola presencia envía mensajes claros sobre Donald Trump, las elecciones de 2020 y el lugar de la imparcialidad en un miembro de una estructura de poder fuertemente desbalanceada y en plena crisis de legitimidad ante los ojos de buena parte de los estadounidenses.