Nominada por Donald Trump en 2020, la jueza federal del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida, Aileen Mercedes Cannon, era una oscura integrante del aparato judicial, hasta que adquirió perfil nacional debido una decisión suya sobre el caso de los documentos oficiales sustraidos y almacenados por el expresidente en su espacioso y soleado recinto de Mar-a-Lago.
Entonces se le conoció por designar, a petición de Trump, a un ”perito especial” para revisar los materiales incautados por el FBI en la mansión aludida, a fin de determinar cuáles estaban cubiertos por el privilegio abogado-cliente y cuáles por el privilegio ejecutivo. Asimismo, fue conocida por ordenarle al Departamento de Justicia dejar de utilizar el material incautado hasta que completarse la revisión de ese perito o hasta que se emitiera una nueva orden judicial. Una decisión que desde entonces la inmensa mayoría de los expertos legales calificaron de sorpresiva a problemática.
La jueza republicana de origen colombiano, hija de un exiliado cubano y criada en Miami, hizo además un aporte a contrapelo del sentido común al negar que la posesión del material por parte de Trump no corría el riesgo de “divulgación inminente de información clasificada”.
Apelada la decisión por la parte acusadora, el caso fue elevado a la instancia superior. El 1ro de diciembre de 2022, el Undécimo Circuito de Atlanta ordenó desestimar lo que decidió la jueza por haber “ejercido indebidamente su jurisdicción”. Ese circuito de apelaciones encontró que “el tribunal de distrito (es decir, Cannon) intervino con su propio razonamiento” varias veces para argumentar a favor de Trump, por momentos incluso tomando posiciones que el acusado y sus defensores no habían argumentado.
En tesitura con ese fallo, un conocido servicio de noticias del gremio, Law360, consideró el caso uno de los diez “más importantes de ética legal” de 2022. La jueza, subrayaron, “pareció particularmente preocupada por los intereses personales de Trump” y en una medida “inapropiada” permitió el uso del privilegio ejecutivo “para proteger materiales entre diferentes partes del poder”, lo que provocó, escribieron, “aullidos de varios rincones del establishment legal”.
Ese fallo de Atlanta lograría, en definitiva, colocar sobre el escenario público su alineamiento sin ambages con el hombre que, en efecto, la había puesto en su silla. “En general ha brindado una amplia deferencia a Trump y su equipo legal, concediendo casi todas las extensiones que han solicitado y considerando sus teorías de defensa más descaradas”, escribió The New York Times. E hicieron una observación interesante: Cannon había aceptado argumentos legales del equipo de Trump que muchos, si no la mayoría, de los jueces federales habrían rechazado sin vacilar.
“Donald Trump me violó”, le dijo al jurado la periodista E. Jean Carroll
Por descontado está el hecho de que tuvo un destacado rol en los retrasos significativos en la presentación de los cargos ante un jurado, la estrategia seguida con éxito por sus colegas, los abogados trumpistas. “Cannon se ha adaptado repetidamente a la posición de Trump”, y si “hubiera un juez que quisiera activamente retrasar el juicio de Trump en Florida […] no está claro qué podría haber hecho de manera muy diferente”, escribió por su parte The Washington Post.
Por eso no es para nada sorprendente su última movida, dada a conocer el 7 de enero: bloquear de manera temporal la publicación de un informe del fiscal especial Jack Smith sobre los documentos de Mar-a-Lago. Dos volúmenes que estarían disponibles para su socialización a partir del próximo viernes en espera de la decisión final del fiscal general de Estados Unidos.
En específico, la orden establece:
Se PROHÍBE TEMPORALMENTE al Fiscal General [Merrick] Garland, al Departamento de Justicia, al Fiscal Especial [Jack] Smith, a todos sus funcionarios, agentes y empleados, y a todas las personas que actúen en concierto o participación activa con dichas personas: (a) divulgar, compartir o transmitir el Informe Final o cualquier borrador de dicho Informe fuera del Departamento de Justicia, o (b) divulgar, distribuir, transmitir o compartir de otro modo con cualquier persona fuera del Departamento de Justicia cualquier información o conclusiones del Informe Final o de sus borradores.
Cannon escribió que la estaba emitiendo para “preservar el status quo” mientras esperaba la respuesta del Undécimo Circuito y a fin de “evitar daños irreparables derivados de las circunstancias descritas en el expediente actual”.
Hay que recordar, y no de paso, que previamente había decidido que el fiscal especial Jack Smith había sido “designado ilegalmente” por el Departamento de Justicia. Y que en julio pasado desestimó el caso de retención de registros clasificados por parte de Trump.
La disputa de ahora ocurre menos de dos semanas antes de que Trump se instale en la Casa Blanca y finalice el trabajo de Garland frente al Departamento. Y también tras dos solicitudes de los abogados de Trump denegadas por el sistema.
La primera, la ratificación de la sentencia civil ante el caso de la periodista y escritora E. Jean Carroll (una condena por abuso sexual, 5 millones de dólares), y la segunda, el rechazo del juez Juan Merchán a la petición de paralizar la sentencia por los pagos a la exactriz porno Stormy Daniels, programada para este viernes. Si esto último no cambia con una intervención de la Corte Suprema favorable al acusado, que ha apelado, Donald Trump se convertiría en el primer presidente en ser condenado penalmente en la historia de Estados Unidos.
Juez niega petición de desestimar condena a Trump por sobornos
Trump ha elogiado a la jueza Aileen Cannon en numerosas ocasiones diciendo que es “brillante”, “muy respetada, “muy inteligente” y “muy fuerte”, lo cual, desde luego, ha sido avalado con creces por los correligionarios de MAGA y QAnon.
Pero, rompiendo el hechizo de los creyentes Ty Cobb, un exabogado de Trump actualmente fuera de su órbita, comentó lo siguiente: “La única razón por la que [Cannon] brilla es porque es su herramienta, y él la pule religiosamente. Obtiene los resultados que necesita de ella”.
Según el letrado, el Cronograma de la Corte para dar su dictamen sugiere que este tribunal “puede estar preparado para mitigar la mancha que ella es, y la mancha que ha creado de nuevo para el poder judicial”. Y espera, dijo, que esa instancia revoque la decisión de Cannon sobre el informe, una regulación federal.
“El Undécimo Circuito, como sabemos, hace más de dos años tuvo que amonestarla extensamente por las reglas y los remedios que ella creó de la nada para Trump después de la búsqueda y los hallazgos en Mar-a-Lago. Dejó en claro que se había excedido por completo y la anuló”, dijo. Para concluir: “Sospecho que lo volverán a hacer muy rápido”.
Pero si acaso ese tribunal no se pronunciara antes del día de la inauguración, es seguro que el documento permanecerá a la sombra. Obviamente, el nuevo jefe del Departamento de Justicia jamás publicaría un informe sobre los actos ilegales y conspirativos del flamante presidente. De Atlanta entonces depende.