Febrero comenzó con la buena noticia de que el Consejo de Ministros ha aprobado el Programa para corregir las distorsiones y reimpulsar la economía luego de haber sido analizada su implementación en el Consejo de Estado.
En ambos casos la información es escueta, pero, aun así, importante. En la información ofrecida en la reunión del Consejo de Estado se afirma que, se está “en mejores condiciones de avanzar en la implementación y control del programa de Gobierno a todos los niveles” y que, “se cuenta con un sistema de trabajo riguroso y sistemático, con el correspondiente cronograma con objetivos, proyecciones, indicadores y metas, entre otros aspectos esenciales para su cumplimiento”.
Imagino que las mejores condiciones para su implementación se refieran a la experiencia adquirida después de un año de intentar corregir distorsiones y reimpulsar la economía. O sea, todo indica que existen mejores condiciones organizativas para avanzar en la implementación del programa y obtener resultados que permitan revertir la crisis, o mejor, las diferentes crisis que nuestro país ha estado padeciendo desde hace varios años y que tiene su expresión más concreta y sintética en el comportamiento negativo del PIB, por segundo año consecutivo, aunque no se haya divulgado cuál es la magnitud de ese decrecimiento para este año. Lo anterior conduce a una pregunta obligada: ¿Hasta dónde las deficiencias e insuficiencias organizativas del programa aplicado en 2024 son la causa fundamental de los magros resultados obtenidos en el año que recién terminó?
Desde el ángulo de la economía, una reducción del déficit fiscal y del ritmo de la inflación medido por el IPC son buenas noticias de forma general; sin embargo, el crecimiento negativo del PIB por segundo año consecutivo y una tasa de inversión que se resiste a crecer lo imprescindible, junto a la posible repetición del saldo negativo de la cuenta corriente, indican la fragilidad de lo avanzado, tanto en el ámbito de la fiscalidad como en el monetario.
2022 |
2023 |
2024 |
|
PIB (%) |
1,8 |
1,9 |
-3 |
Saldo Fiscal (%) |
-11,1 |
-12,5 |
-9 |
IPC (%) |
39,1 |
30,2 |
25 |
Inversión/PIB (%) |
10,2 |
11,1 |
13,6 |
Cuenta corriente (MM USD) |
-2000 |
-1596 |
nd |
Los datos del PIB, el saldo fiscal, y la tasa de inversión son estimadas por el autor, los datos de la cuenta corriente son tomados de EIU |
Pasar de las Proyecciones de gobierno a un programa de Gobierno, puede ser un gran paso en el propósito más de una vez fallido de dinamizar el país. Ese Programa de Gobierno “está compuesto por objetivos, proyecciones, acciones, indicadores y metas, cronograma con fechas de cumplimiento y responsables”. Sería bueno que con este programa para 2025 no suceda como con el de estabilización macroeconómica, del cual se habla mucho, pero lamentablemente no ha sido presentado en su totalidad a nuestro pueblo; algo que ayudaría a “entender”, daría una imagen general (quizá no totalmente definida) en todos sus pormenores, porque no siempre se puede disponer ex ante de todos los elementos necesarios, pero sin duda conocer el todo ayuda a comprender el papel de cada una de sus partes y contribuye a sensibilizar tanto a la población como a los que ejercen responsabilidades en el cumplimiento de esos programas.
Recuerdo siempre que los Lineamientos fueron sometidos a debate público en todo el país, la conceptualización y el plan de desarrollo también lo fueron, pero recuerdo, sobre todo, los “parlamentos obreros” de inicio de los 90, en los que se explicó y discutió el programa de Gobierno para “sobrevivir y desarrollarnos” en un contexto totalmente diferente al que habíamos conocido durante prácticamente treinta años. No fueron meses perdidos: fue tiempo político ganado. Porque, igual que ahora, fue el pueblo quien tuvo que “ajustarse”, quien tuvo que cambiar paradigmas, quien tuvo que adaptarse a nuevas condiciones, quien tuvo que “asimilar” nuevos valores y renunciar a algunos otros.
Solo que ahora, a mi juicio, es mucho más complejo. Primero, porque aquel pueblo no es este pueblo que tenemos hoy; no lo es en términos demográficos ni lo es en términos culturales, ni de intereses y aspiraciones. Además, hemos transitado un proceso de deterioro de aspectos esenciales que han sostenido el “pacto social” y que hoy están en una situación crítica. Es más complejo porque las diferencias sociales son más evidentes, porque la pobreza ha crecido, porque lo que debía ser cotidiano y normal se ha convertido en esporádico y excepcional. Y es todavía más complejo porque hay una Administración estadounidense que hará todo lo posible por hacérnosla imposible.
Por esas razones y otras que seguro existen es que creo que si tenemos un programa de Gobierno, con objetivos, indicadores, metas y plazos, lo que debería ocurrir es que se haga público, para que también el pueblo pueda contribuir, primero a enriquecerlo y después a evaluar en detalle su cumplimiento.
Distorsiones siempre tendremos. Es casi un producto natural de cualquier proceso económico, y nuestra historia lo prueba. Reducirlas debe ser parte del trabajo cotidiano, para lo cual es imprescindible un marco institucional coherente y consistente , por eso habría preferido que ese programa se llamara Programa para promover el crecimiento y la reinserción internacional.
Estimado Triana para que lo van a hacer publico?, ellos saben lo que es “bueno” para nosotros, por mas de 60 anos lo vienen haciendo por que cambiar.
la situacion en Cuba hoy por hoy es muy parecida a la de la Union Sovietica cuando se transformo en Rusia, esa poca transparencia para que el “enemigo” no se entere es solo un pretexto para que el pueblo que en este caso es el enemigo no se entere, un dia nos vamos a despertar y todo estara repartido