Llegué a la Isla de la Juventud por primera vez en un avión, con mi madre. Nos fueron a buscar en un “yipi” verde olivo y nos llevaron para la Escuela Secundaria Básica en el Campo “Vanguardia de la Habana”. En aquella época, lo común era que una secundaria básica en el campo tuviera ciento por ciento de promoción.
Íbamos a ver a mi padre, que cuando aquello fungía como subdirector de la escuela Vanguardia de La Habana y que ya hacía un tiempo no venía a la capital por razones de trabajo. Para mí, fue fantástico llegar a Isla de Pinos, luego bautizada como Isla de la Juventud, por varios años merecedora de ser Isla de los Cítricos, y siempre Isla del Tesoro. Llegué pensando en ese último nombre. Mucho después aprendí que la Isla de la Juventud no era en realidad La Isla del Tesoro, sino la Isla de los Muchos Tesoros.
Colonizada por los españoles, recolonizada por los norteamericanos desde 1898 hasta 1925, recuperada por Cuba, territorio de emigrantes caimaneros y japoneses y también de muchos cubanos de tantos lugares de la isla grande, fue tomada por asalto por miles de jóvenes décadas atrás.
Que un municipio tenga la condición de especial dice mucho. Pero en realidad, la Isla de la Juventud es más especial que esa condición.
Actualmente, constituye el quinto territorio en extensión entre todas las islas del Caribe. Por tanto, es más extensa que todos las islas-Estados del mar Caribe, menos cuatro, una de ellas Cuba. Sin embargo, no es el tamaño su principal distintivo. A diferencia de otras islas del Caribe que igual que ella están rodeadas de agua salada por todas partes, esta, la nuestra, tiene agua dulce, suficiente no solo por sus 14 presas (si aún son 14), sino porque posee yacimientos subterráneos de agua, algunos de ellos de muy buena calidad, tanta como para embotellarla y hacerla llegar a otros lugares del Caribe, que de seguro la importan de otros lugares del mundo.
La Isla de los Tesoros tiene más de 20 playas que pueden ser utilizadas en proyectos turísticos, riqueza en minerales, algunos relativamente valiosos, yacimientos de mármoles, flora y fauna diversa y un mar que, aun ahora, produce uno de los frutos más codiciados, la langosta.
Tiene un río navegable en buena parte de su extensión, una zona donde se pudiera incluso construir un puerto de aguas relativamente profundas y dos aeropuertos que un día fueron tres: uno en el norte y otro, quizás ya en desuso, en el sur.
La Isla de los Tesoros fue el primer territorio de Cuba en tener una “zona franca” y un importante receptor de turismo (algunos afirman que el segundo destino turístico de Cuba). Fue un territorio exportador de cítricos desde bien temprano en el siglo XX y también de pepinos, berenjenas y melones, casi todo gracias a japoneses inmigrantes.
Sin embargo, la Isla de la Juventud hoy no parece ser aquella de los Tesoros, si atendemos a la reciente visita de gobierno que recibió. Para exportar, depende de una empresa que está en la capital, se dice en el reportaje de la visita publicado en el periódico Granma. Quizás ahí está la raíz principal de todos sus males, en una excesiva dependencia de la isla grande.
Sin dudas, el presidente Díaz Canel tiene razón cuando afirma que “en el municipio están las principales potencialidades para el desarrollo de la nación y en ese espacio vital hay que buscar cada idea y recurso que se pueda aprovechar. Si hay un territorio que puede convertirse en espejo para la nación en este sentido es justamente la Isla de la Juventud”.
Pero la Isla de la Juventud constituye, de hecho, un espejo de la isla grande. Concentra e intensifica sus rasgos: alta dependencia económica y financiera de un gran mercado; dependencia energética casi total (en proceso de reducirse); atraso tecnológico de su sistema productivo (el cual, además, no es suficientemente complementario); padece por carácter transitivo del mismo bloqueo que la isla grande, pero lo sufre doblemente; su población se reduce y avejenta (el 19 % es mayor de 50 años), y aquel enorme país que tiene a solo 60 millas se convierte en un polo de atracción para sus jóvenes mejor preparados y la población es eminentemente urbana (82 %), con el 35 % fuera de edad laboral, lo que le plantea un enorme reto social y productivo.
Así de grandes son los retos para los pineros. Así de grande también debería ser la atención al quinto territorio más grande del Mar Caribe.
¿Podría la Isla de la Juventud construir su propia estrategia de desarrollo turístico sin tener que someterse a los permisos de las organizaciones que manejan el turismo? ¿Acaso el Polo Turístico Isla de la Juventud es algo muy descabellado?
¿Podría la isla tener su propia estrategia de desarrollo de la industria pesquera, sin tener que depender de decisiones que están en la isla grande, a veces en manos de personas que ni siquiera han pisado una vez aquel territorio? ¿Cuánta riqueza pesquera queda en la Isla? Cuando ese joven que se empeña en recuperar la tradición y la cultura citrícola comience a cosechar, ¿podría exportar sin tener que depender de alguna empresa de algún grupo agroX radicado en una oficina en la capital?
¿Y sus mármoles? ¿Acaso podrá la Isla comercializarlos y exportarlos sin tener que sentarse a la puerta de alguna empresa X, que ya decidió qué hacer con ellos?
¿Podrá exportar al Polo Turístico de Cayo Largo del Sur sus vegetales y frutas cuando los consiga producir con la calidad adecuada, sin tener que pedir permiso? ¿Su agua podrá ser envasada y ocupará un lugar en la mesa de los restaurantes del “Polo”? ¿Podrá exportarla hacia Gran Caimán, sediento siempre? ¿O alguien en algún lugar pensará que es un peligro para los que ya envasan agua?
¿Por qué no es posible pensar en la Isla de la Juventud como una Zona Especial de Desarrollo, concederle incentivos fiscales, arancelarios y salariales? Tiene todo lo que hace falta: territorio, puerto, aeropuerto, cercanía a un gran mercado como lo es México, está en el lugar de las rutas de barcos, y de los yates, posee suficiente tierra para poder abastecer a esa ZED. Entonces, ¿podrían los pineros lanzar su proyecto propio, aprendiendo de lo bueno y de lo malo del Mariel y acortando así los tiempos?
El desarrollo territorial, sin dudas importante para cada territorio del país, resulta decisivo para la Isla de la Juventud. Si los espacios que debe abrir esa política son decisivos para todos, lo son más para la isla chiquita. En ella, por su especial situación, se puede apreciar mejor el daño de la excesiva centralización, del verticalismo, de la concepción “sectorialista” del desarrollo, que no ha permitido que uno de los territorios más ricos del Caribe pueda explotar sus ventajas, que le permitan comparar ganancias con otros estados caribeños.
Tiene razón el primer ministro cuando en su intervención afirmó que el gobierno central tenía una alta responsabilidad en la situación de la Isla. Hay que atenderla, pero sobre todo, hay que dejarla ser ella misma.
Estoy muy de acuerdo con ese análisis, como pinero al fin me siento identificado y triste por la,situación que esta presentando mi Isla con el desabastecimiento de productos de primera necesidad y la alimentación. Confiando siempre en que la Dirección de nuestro país preste la debida atención.
Hace ya algiunos años en la Escuela de Cuadros se recogia el pesar de los representantes de ese municipio especial por quedar relegado de las politicas turisticas y del desarrollo autonomo que debian tener. Tienen todas las condiciones para ser una zona especial y haber desarrollado el turismo como una verdadera Isla del Tesoro. Tambien se aludia a cuestiones de seguridad mlitar y zonas de conservación , pero sin seguridad economica de manera sostenible y amigable con el medio ambiente, es poco viable la tan aludida seguridad militar.
Siemprequeda la pregunta del ¿Por qué no se ha actuado a tiempo? y hay que esperar a situaciones muy criticas para pensar en el desarrollo autonomo y responsable . No es un modelo abstracto e importado que impide todo esto, son los propios cuadros y funcionarios creados, acomodados y multiplicados que desde un poder burocratico omnipresentes han llevado al pais a la inercia y el estancamiento. En este sentido el proceso de recentralización de la economia desde el 2003- 2004 y su desarrollo en todos estos años, a pesar de los linemaientos, ha ontribuido bastante a la situación actual
Excelente comentario , muy aterrizado a la realidad actual , un reto para la dirección del país ,sin su accionar y toma de decisiones muy poco se podrá avanzar.
Muy interesante y realista este análisis, que comparto y apoyo plenamente.Conozco este territorio a plenitud; alli naci,estudié, me forme y al igual que muchos más de mi generación, nos consagramos durante muchos años al noble empeño de su desarrollo.
Mi mayor deseo es que nuestra querida Isla de la Juventud tenga la oportunidad de ver estos sueños realizados,empezando por su enorme potencial Turistico, que bien puede ser la locomotora del despegue económico.
Yo creo qué si olvidamos/apartamos todos los otros problemas, queda la autosuficiencia (en el mal sentido de la palabra) de creerse un grupito de personas de que pueden gobernar un país hasta en sus últimos detalles. Como simplemente no se puede, el país se ha ido al garete.
Hoy Recuerdo, la expoca de Lo Lince,Ogando,Miguel Álvarez y y Olegario en el Init,
Estuve en una reunión donde Laffita dijo si no tomamos medidas está isla se une,allí fue criticado por el tal Tomás, hoy si vivera, Quién le podría decir, tú no tienes razón, Cuando el Colon y estaba vendido en el mundo turístico, y un sabio presidente del intur lo descomercialiso, quién paga tanto daños a la Joya de la isla de la juventud, mucho transitaron, en la dirección del Partido como primeros secretario y todos después de pésimo trabajos cayeron hacia arriba a cargo ministeriales y corporaciones, hasta el último que cayó a la dirección del INDER, Quién pide cuentas a esos que dejaron undir la isla.
PERO ESTE ES EL MOMENTO PINERO DE PONERSE EN PIES Y ECHAR ADELANTE,
Esp
Son muy buenas sus ideas profesor, pero como siempre, casi nunca llegan a implementarse. Cuantas y cuantas potencialidades hay alli en la isla, y en en toda Cuba, pero nuestro sistema economico no acaba de desecharse, sistema que lucha contra la riqueza y no contra la pobreza. Si no invertimos no podemos tener para despues, y desgraciadamente el dinero que obtenemos lo gastamos en cosas que son utiles para el dia a dia o son gastos corrientes y otras cosas ilogicas, pero no hay una vista a largo plazo (He visto como se gasta el dinero recaudado en un año en cosas innecesarias como restaurar una fachada que no le hace falta reparacion, pero hay que gastar el dinero en algo…como si el socialismo lo unico que le quedara ahora fuera las fachadas y la publicidad). En fin, ya los buenos cubanos nos hemos cansado de denunciar y hasta buscarnos la mirada rabiosa de un cuadro que no le gusta que le digan la verdad en la cara, y hemos preferido tragar en seco y vivir un salvase quien pueda al puro estilo cubano. En fin, ya no me quedan esperanzas.
Busquen en planificacion fisica de la isla o en la habana alli esta todo lo proyectado para el turismo en el sur y algunos de los que lo iniciaron aun estan vivos puede q despues del dia 20 de enero alguien quiera poner dinero alli pero mas q eso el proyecto puede ser un encadenamiento real en muchas esferas del desarrollo y la casi independencia económica de la isla.me brindo para ayudar.