Quizás el más urgente de todos los sentidos y acaso también el más importante, el sentido de la urgencia, muchas veces parece tener prohibida la entrada en ciertos espacios institucionales en Cuba.
Es algo paradójico, porque hemos vivido desde hace mucho impulsados y compulsados por la urgencias, y también porque constantemente desde los mas altos niveles de dirección del país se exponen razones que demuestran cuán urgentes son, de hecho, nuestras urgencias.
Algunas de ellas tienen, además, un peso estratégico en el presente y en el futuro.
- Asumir y administrar adecuadamente los costos del ajuste estructural que requiere nuestra economía.
- Aprender a vivir —no a sobrevivir— con el bloqueo, y no a pesar del bloqueo.
- Renegociar cuanto antes al menos la parte de la deuda externa que corresponde a la deuda comercial.
- Atraer inversión extranjera directa y lograr que los atraídos concreten negocios con el sector empresarial, con todos, ya sean estatales o no.
- Facilitar que nuestras empresas y empresarios, todos, tanto aquellos que son estatales como aquellos otros que no lo son, puedan actuar como tales.
- Hacer que la agricultura y la producción de alimentos dejen de ser uno de los mayores lastres en el propósito de ser algún día un país próspero.
Pero es cierto que listar esas urgencias es muy fácil, ponerse en los zapatos de los que tienen que lidiar con ellas nos acercaría a entender cuán difícil es la tarea de ocuparse de su resolución.
El ajuste…
Cuba enfrenta una crisis estructural desde hace ya varios años. El proceso de ajuste que se denominó “Ordenamiento Monetario” intentó solucionarlo pero, un año después de implementado, hay hechos que prueban que no lo ha logrado, al menos si asumimos esa vieja idea del marxismo de que “la práctica es el criterio de la verdad”. De nada vale ya seguir argumentando en contra o a favor, sosteniendo que estuvo mal diseñado, inoportunamente aplicado y mal conducido, o todo lo contrario. Enfrascarse en ese debate no solucionará las nuevas realidades que aquel programa ha generado, y que han sido agravadas por la pandemia. Hoy la situación es otra y bien distinta. La urgencia no es actualizar o “reordenar el ordenamiento”, lo que es verdaderamente urgente es comprender que no es posible resolver estas nuevas realidades con un instrumento concebido para otras condiciones y otras circunstancias.
El bloqueo…
Quizás alguien considere que blasfemo, pero el gran beneficio de la administración Biden, de su continuidad con la política de Trump hacia Cuba, ha sido demostrarnos una vez más que debemos encontrar adentro todas las fortalezas que durante años hemos dejado de aprovechar, que debemos sumar a todos en ese empeño, que si no nos arreglamos adentro le estamos sirviendo el mejor de los platos, —barato y bueno—, a esta o cualquier otra de esas administraciones por venir. Sostengo que no desconozco la importancia y el impacto positivo que tendrían para nuestra economía y nuestros ciudadanos que la administración estadounidense diera un vuelco de 180 grados en el rumbo que lleva hoy, pero también he sostenido y seguiré sosteniendo que nuestro desarrollo depende de nosotros mismos, incluso en aquel caso de que ocurra ese cambio. Pero no hay garantías de que cambie y menos aun de que sostenga ese cambio; mucho menos de que una nueva administración, —probablemente republicana—, renuncie a continuar la política de Trump. La urgencia de disminuir esa dependencia casi enfermiza ahora es mayor y sin dudas más difícil de solucionar.
La deuda…
La deuda externa hoy es probablemente el mayor punto de estrangulamiento de la economía cubana. La deuda comercial, esa que se adquiere cuando no pagamos a los proveedores, es la que más nos afecta, primero porque limita la capacidad de importación de la cual dependemos para casi todo, segundo porque se traduce en una mala imagen país —con una calificación de riesgo muy alta, de las más altas, de hecho— tercero porque consecuentemente dispara los intereses que se pagan y eleva los costos financieros de cualquier operación comercial y todo ello combinado enciende las alarmas de posibles inversionistas. Renegociar la deuda, dar señales de que es posible concretar la voluntad política de hacerlo es de esas urgencias que no se deberían posponer más. Hay opciones para renegociar sin entramparnos en pedir préstamos para pagar deuda, que es la peor de todas las alternativas.
La Inversión Extranjera Directa (IED)…
Reconocer que Cuba necesita flujos financieros para alcanzar sus metas de desarrollo debería tener como corolario, una política de atracción de inversión extranjera mas coherente con esa verdad y también mayores facilidades a los inversionistas extranjeros para concretar esos negocios. Se ha identificado un gran grupo de obstáculos. Hay nuevas realidades. Hoy, tanto los Proyectos de Desarrollo Local como las mipymes están legalmente habilitados para establecer ese tipo de negocios. La emigración cubana también se muestra interesada en ello, y existen además pequeñas y medianas empresas extranjeras interesadas en establecerse en Cuba bajo esas modalidades. Cuba cambió, su estructura de propiedad está cambiando, mas de 1.600 mipymes existen hoy y probablemente existirán mas de 3.000 en unos meses, ¿acaso no se necesita una nueva ley de inversión extranjera? ¿Acaso no es necesario una mirada nueva a los procedimientos y a las facilidades para establecer un negocio de este tipo en Cuba? ¿No es esta otra de las “urgencias urgentes”?
Inversión Extranjera Directa: Las normas y las circunstancias.
Empresas…
Empresas y empresarios, todos, —estatales o no—, requieren de un mejor “ambiente de negocios”. Que se han tomado ya decenas de medidas para facilitar que las empresas estatales puedan mejorar su desempeño es real, ya casi cuesta trabajo saber cuántas. Que se ha “permitido” y se exhorta a que se establezcan cada vez más relaciones entre las empresas estatales y el sector no estatal, también es verdad. Que se han dado mayores facilidades para el desempeño del sector no estatal, es innegable. Que aún el tiempo transcurrido es relativamente corto, también lo es. Sin embargo, pareciera que todas las medidas aun resultan insuficientes si atendemos a que más de 600 empresas estatales están en pérdidas. Se ha invertido años hablando de la necesaria autonomía de la empresa estatal socialista, está argumentada en los documentos programáticos, pero no ha sido posible concretarla adecuadamente. Esa es, sin dudas, otra de las urgencias.
La agricultura…
De la agricultura y la producción de alimentos se ha escrito casi demasiado. Es probablemente el sector sobre el que más medidas se tomó en la década pasada, probablemente más de cincuenta medidas de política económica a las que habría que sumar estas últimas 63 medidas del 2021, o sea, completan un total de entre 100 y 120 medidas de diferentes tipo, magnitud y profundidad al respecto. Pero se hizo público que alrededor del 67% de las cooperativas están en “mal estado”, a lo que habría que sumar aquellas empresas agrícolas que pertenecen a las que están “en pérdidas”. No se puede aspirar a que las personas se sientan prósperas sin un sistema alimentario que garantice productos adecuados a precios accesibles. Esta es de esas urgencias perennes, nunca resuelta.
Sin dudas se ha hecho por solucionar estas urgencias, y parece existir una relación de proporcionalidad creciente y positiva entre la demora y la agudización de las urgencias. Pensar que la expectativa del “cubano promedio” es seguir haciendo colas gigantes para los próximos tres años, o intentando tener algún saldo en una cuenta en MLC, o hacerlos/las más dependientes de su familia emigrada no creo que sean las menos costosas de las opciones, en términos sociales y políticos.
Todo eso se resuelve con una cosa ,un cambio de gobierno y sistema , el cual traera otros problemas sin duda pero no tan serios como estos, insistir en algo fracasado por 60 anos es nuestro mayor error
Profesor, una sola cosa, la estructura esta mal, torcida y nunca acaban de alinear los planetas. Seguiremos hundiéndonos en el lodo hasta desaparecer. Los jóvenes, todos se quieren ir del país y eso es bien duro. Yo me sonrío cuando leo y escucho en los medios que andamos por 1200 my-pymes, pero no se asesoran con la academia para que digan también con pelos y señales, que de todas las que se crean solo el 5 % llegaran a ser prosperas según los estudios estadísticos descriptivos y económicos. El resto quebraran y/o tendrán que ser absorbidas como demandan las leyes del mercado. No existe una correspondencia en lo que dice el ntv y lo que hay en las mesas de nuestras casas. Seguiremos arando en el mar si no se cambian las estructuras.
Si amigo y de ese 5 %, 4,9 ofrecen servicios, seguimos sin producir nada para poder exportar
Gracias por tan clara, precisa y cierta vision de cada punto tratado. Pensantes y ejecutantes asi nos hacen mucha falta para poder ver claro el futuro de nuestra amada Isla.
Debieramos preparar un coloquio entre tantos que queremos lo mejor para nuestro Pais, sin segunads intenciones, sin deseos politicos, solo el porvenir de nuestra Patria. Suena útopico, pero tambien fueron útopicas algunas ideas de nuetros patriotas en su momento, y en su momento de alguna u otra manera se llevaron a cabo; si hubiera sido asi hoy no fueramos el Pais que somo; grande, indomable, luchador y muy RESISTIDOR, porque el nivel de soportabildad de nuestro pueblo no tiene limites. Por ello y muchas cosas más unamos nuestras fuerzas, inteligencia y ganas de hacer para que nuestro amado Pais, resurja más fuerte aun que la leyenda del Ave Fenix.
Me remito a cualquiera que dese discutir estos puntos conmigo, de la discusión sale la luz.
Algunos le llaman Puentes de Amor, otros Solidaridad con Cuba; el nombre no importa, lo que importa es que desde nuestro humilde espacio podamos hacer cosas buenas por el bien de Cuba. Por Cuba todo, todo por Cuba; pero todos.
Adkinson D’Alba
Falta que los que los que deciden y asignan el dinero del presupuesto del estado cubano quieran escuchar a tus foristas y sus propuestas. Por el momento -los que deciden y asignan money- seguiran haciendo como siempre: lo que les da la gana sin consultar ni escuchar al pueblo.
El problema es más político que económico, en la esencia intrínseca del sistema están incrustados el robo de la riqueza que crean otros, desde el principio fue así, se robaron los negocios que no crearon, se adueñaron de casas en el menor de los casos para no decir repartos enteros que no construyeron y así por el estilo, negocios familiares que al momento de tamaña alevosía tenían algunos mas de 70 años en manos de sus dueños y así por el estilo. Nada con el mayor respeto profesor ese es el pollo del arroz con pollo en nuestro país y no creo que bajo este esquema actual pueda cambiar, no se le puede pedir al lobo que cuide las ovejas que un día el masacro.
Valdría la pena un análisis, estimado profesor, si seguir construyendo super hoteles sin perspectiva cercana de cuando se podrían llenar debe estar entre las susodichas urgencias.
Quedo estupefacto cuando veo el nuevo hotel de Malecon y D encendido a toda luz durante toda la noche ( aún ante un hipotético argumento me invento yo, de que se esté poniendo a prueba un sistema de paneles solares para el autoconsumo energético)
Es muy difícil creer cuando hay tantos ejemplos que nadie explica y sobre los que nadie hurga.
Son 2 o 3, como máximo, los que deciden Cuba, entre los cuales no creo que se encuentra el presidente. El presidente, en mi opinión, es meramente un vocero y una figura que da la cara al pueblo. En los cargos es el todopoderoso. En la práctica esos 2 o 3 son más poderosos que él. Bueno, en esos 2 o 3, existe la batalla entre mejorar la economía y por tanto la vida de los cubanos, y mantener y proteger su poder y riquezas personales, las cuales claramente son beneficios de ser los dueños de Cuba. Fortalecer una parte significa automáticamente debilitar la otra. Quieren vivir manteniendo ese espacio que ellos han catalogado como “equilibrio”, o sea, mantenerse como dueños de Cuba, no arriesgar nada, absolutamente nada de ese poder, y al mismo tiempo tratar que la teta que da la leche no se seque por completo. Pero sin que que sea muy productivo, pues eso también es malo. La gente no debería ser tan independiente económicamente, eso es mandatorio en sus doctrinas. Simplemente eso, mantener ese espacio de equilibrio. Y así seguiremos. Gracias profesor Triana.
La ineptitud de nuestro Gobierno revolucionario es total, somos buenos solo para ordenar dar palos, mandar al exilio y meter en la carcel.
Para rematar tan tetrico panorama, al querer abrir un nuevo exodo que evite otro estallido social, hemos provocado un aumento en las transacciones de compra de divisas en el mercado negro, el unico que existe, devaluando aun mas el peso cubano.
Veo una soberana falta de seriedad en afirmar que el dasatre del ordeñamiento ha sido agravado por la pandemia, cuando es todo lo contrario: los efectos de la pandemia han sido agravados por la cagastroika de Murillo.
Confianza…
Cuando alguien, o alguna organización, tiene una cantidad de activos, producto de ganancias obtenidas de algún negocio o inversión, que desea poner a ‘producir’, lo más apropiado en casi cualquier lugar del mundo es invertirlo en algún negocio o en el mercado bursátil. La inversión, cualquiera que sea, siempre tiene un nivel de riesgo, pero este debe ser tal que no desestimule al inversionista, más bien que lo atraiga por no ser demasiado alto.
Nuestro país no tiene mercado bursátil, por tanto, cualquier inversión que se
ejecute deberá ser en el campo de los negocios, entendidos estos como empresas productoras, comerciales o de servicios.
Pero, como dice el título de este comentario, el inversionista deberá tener un mínimo de confianza que le garantice que no perderá la inversión.
Precisamente, nuestro país no es de los que más confianza está en disposición de ofrecer a los inversionistas.
1. Hay un precedente de nacionalización y/o confiscación de todas las propiedades pertenecientes a compañías extranjeras y nacionales, sin compensación, en los años de la década de los ‘60s del siglo pasado.
2. El inversionista no puede invertir en cualquier negocio de su preferencia, deberá adaptarse a los negocios que se ofrecen en la Carpeta de oportunidades de negocios.
3. El marco legal es un compendio de decretos leyes con una única ley, la 118, que más que facilitar el proceso, ya se ha comprobado que lo entorpece. Los decretos no ofrecen confianza debido que, como ya se sabe, se cambian en su letra a conveniencia de gobierno, lo cual solo ofrecen desconfianza.
4. El país está sometido a un bloqueo, que es ley, por el gobierno norteamericano el cual reduce las posibilidades comerciales y de créditos en gran medida, por lo que los mercados mayoristas cubanos se encuentran con un grado de desabastecimiento notable. Cualquier inversionista extranjero estará expuesto a sanciones por parte de la administración norteamericana.
5. Los inversionistas no pueden emplear a los trabajadores que deseen con contratación directa, sino a través de una empresa empleadora que es la que determina los salarios.
6. La mayoría de los negocios que se ofrecen el la Cartera de oportunidades de negocios son en la modalidad de empresas mixtas, con participación mayoritaria de la parte cubana. En muchos, la administración también correría por la parte cubana.
7. Es conocido que la ineficiencia de las empresas estatales cubanas es apreciable, lo que ha sido una de las causas de la actual crisis económica. Un ejemplo concreto y claro es el conjunto de empresas que integran Azcuba. Por lo que es claro que no sería atractivo para ningún inversionista el tener que asociarse con una de estas.
8. La tarea Ordenamiento ha provocado una inflación interna que se ha convertido en un serio problema financiero, lo cual tampoco atrae a los inversionistas debido a que la población cubana está empobrecida de forma notable, es decir, nuestro país es un mercado con muy poco poder adquisitivo.
9. La deuda externa del país es enorme si se compara con su PIB. Se han condonado cantidades apreciables por el Club de París, Rusia, y Londres, pero, aunque se ha renegociado en varías oportunidades, el interés ha aumentado considerablemente por los impagos de las cantidades acordadas. Esto ha ocasionado que el nivel de confianza del país haya caído en picada.
10. Inestabilidad política es otro de los problemas que deben enfrentar los inversionistas, puesto la tarea mencionada en el párrafo anterior, unido al desabastecimiento en general del mercado minorista y a la falta de libertades políticas, han disminuido considerablemente los recursos económicos de los cubanos, hasta el punto que han tenido lugar protestas masivas.
Adicionalmente a estas desventajas que presenta el país para la atracción de inversiones extranjeras, puede decirse que estamos rodeados de países que no tienen estos problemas y son democracias establecidas. Por lo sería muy probable que los inversionistas, con dinero para potencialmente invertirlo en Cuba, se decidieran por alguno de estos.
Estas muy claro, no hay confianza, no hay garantias tambien enfrentan demasiadas trabas y disparidades, ningun capitalista que se respete invertira su dinero alli, se requieren muchos cambios para inspirar confianza y seguridad.
Cuánto optimismo me provoca este texto…..gracias profesor….
Profe lo respeto muchísimo, pero esta vez los comentarios están mejores que el artículo original.
Excelente artículo. Gracias por la entrega.
Ya con triana solo son artículos reales pero vacíos.
Siempre le falta algo aunque es la realidad .uste lee algo de él en 5 años atrás y es lo mismo
El finalmente es un seguidor de el gobierno pero frustrado
Vaa