Escuchar que hoy, muchos años después vamos a “recuperar”, “salvar” la industria de la caña de azúcar me produjo sentimientos encontrados. Vergüenza y rabia, rabia y vergüenza.
El texto que utilizamos como bibliografía para nuestros alumnos del curso de Economía Cubana dice en una de sus páginas: “La agroindustria azucarera cubana ha sido parte integrante fundamental de la nacionalidad cubana y del desarrollo de su cultura desde hace más de 400 años. Hasta el año 2002 estuvo presente en 146 municipios de los 169 que tiene el país e históricamente empleó directamente a más de 500 mil cubanos. Indirectamente, se considera que 2 millones de personas estaban relacionadas con la Agroindustria de la Caña de Azúcar. Durante más de 400 años constituyó la “locomotora” de la economía nacional (…) representando más del 80% de sus exportaciones. Si bien contribuyó al desarrollo nacional, por otro lado, hicieron muy dependiente a la economía del país a un solo rubro productivo. El elevado nivel de gasto y el deterioro de la eficiencia condicionaron la necesidad de reestructurar todo el sector agroindustrial azucarero en 2002-2005, pero las potencialidades para el desarrollo diversificado son manifiestas”.
Pero esta historia es difícil…
Aquella locomotora ha sido insustituible, ningún otro sector ha podido hacer lo que la industria de la caña hizo. Las razones, históricas unas, estructurales, coyunturales algunas otras, son bien conocidas: desaparición de un mercado con precios preferenciales, pérdida de fuentes de financiamiento seguras y baratas, pérdida del sistema de aseguramiento, atraso tecnológico, elevados costos, incertidumbre del mercado mundial.
El programa de redimensionamiento/ reconversión de la industria fue explicado muchas veces. Se acometió en dos etapas, Tarea Álvaro Reinoso (I) y (II). Existió un “Documento Programático” redactado por el todavía Ministerio del Azúcar que explicaba la tarea. En síntesis el programa consistía en:
1- Reducir la capacidad máxima de producción a 4 millones de toneladas de azúcar/campaña.
2- Seleccionar los mejores 70 centrales del país por su capacidad y sus condiciones técnicas y eficiencia económica, con áreas de caña en las mejores tierras propias o agregadas. Esto es el 38% del total de tierras del sector.
3- Otros catorce centrales molerían para la obtención de alcohol y mieles integrales.
4- Alcanzar un promedio de 54 toneladas por hectáreas
5- Lograr rendimientos de azúcar de un 12%
6- Hacer zafras de entre 90 y 100 días de duración
7- Las tierras liberadas de la producción agrícola (62%) se emplearían en otras producciones; ganado, cultivos varios, bosques.
8- Un total de 71 centrales no continuarían moliendo. Estos activos ascendentes a 900 millones de dólares, se constituirían en un fondo de capital de las nuevas empresas que se crearán.
También se construirían 25 plantas bioenergéticas hasta el 2030, de las cuales hoy solo existe una.
Se aseguraba además que:
- Nadie se quedará desamparado.
- Todos los trabajadores tendrán una garantía salarial.
- Habrá una garantía de empleo o estudio para todos los trabajadores azucareros.
- Cien mil azucareros podrán incorporarse a distintos cursos de superación.
- Todos los trabajadores que continúen en el sector seguirán perteneciendo al sindicato azucarero.
- Todos los campesinos seguirán en su Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
“La gran transformación del sector azucarero en productos de azúcar con mucha más eficiencia y en productos de alimentos y productos industriales en mayor diversidad y cantidad” es la frase final de ese documento.
La locomotora, la industria “bandera” del país fue desmantelada, cortada en pedazos, convertida en chatarra una buena parte de ella y vendida por libras, mientras que sus tierras en una buena parte, se convirtieron en bosques de marabú. Y lo que es peor, los pueblos y la cultura de trabajo del “sector” se perdió. Algo que hoy constatamos con tristeza y de lo cual existen testimonios que lo dicen todo.1
No voy a hablarles de un hombre común
“Y me dije que si el personal de la agricultura empieza a abandonar la caña, todo va a ser en contra de la caña… Pero parece que aquí se pensaron en cosas de más desarrollo que el azúcar. La azúcar bajó de precio, se cayó el campo socialista…. Vino el Período Especial. Ya se estaba destruyendo la industria azucarera para mí. Es el criterio de Reynaldo Castro*, soy yo el que está hablando… ¿Por qué un hombre cortando caña puede ganar 20 pesos y limpiando caña 6.40 nada más?… Los que sabían de zafra, muchos de ellos fallecieron. La mayoría de ellos se formaron con la Revolución. Los zafreros empezaron a abandonar la industria azucarera. Y se empezó a inventar. Y el invento a veces da resultado, pero la mayoría de las veces no. Hay una cosa aquí que se llama central que pasa la cuenta. En la agricultura se pueden decir veinte mentiras que nunca se saben… Pero ese aparato grande que ha existido en Cuba de toda la vida que se llama central, que antes era trapiche, te pasa la cuenta. Ese sabe de la caña la azúcar que da porque tiene laboratorios, la materia prima, qué problemas hay: si es que la caña está cortada fuera de programación… Lo que pasó, en fin, para decirlo como dicen los guajiros, es que todo el mundo le empezó a sacar el cuerpo a la zafra.”
Datos que ilustran 2
En la zafra 2014/15 se molieron 19, 3 millones de toneladas de caña por 17,1 en la zafra de 2018/19. La producción de azúcar base 96 para esos años fue 1 924,3 millones contra 1 371,2 millones. El pol (medición de la polarización) en caña bajó de 11,9 a 10,4. El rendimiento industrial base 96 descendió de 10,3% a 8,5%. La zafra se extendió de 179 a 199; se produjo menos azúcar y el tiempo perdido subió de 37,6 días a 53,2 días. Ninguna cuenta puede dar. No hay que recuperar algo así, hay que hacerlo nuevo.
De igual manera, nuestros ingresos por exportaciones de productos de la industria azucarera alcanzaron en el 2017 los 486,4 millones de pesos, mientras que en el 2020 solo se logró exportar 182,1 millones.
Las inversiones en la industria en los años que van del 2016 al 2020 no han rebasado nunca los 250 millones de pesos de la inversión nacional. Alcanzaron solo un 3,1 % en el 2016, y disminuyó hasta el 1,9% en el 2020. ¿Es posible evitar el deterioro con semejante volumen de inversiones?
Mientras que la que fuera industria nacional se ha estado viniendo abajo, los precios del crudo en el mercado mundial andan por otra senda.
Dos asuntos relevantes: el primero es que cuando Cuba comenzaba el redimensionamiento de su industria azucarera los precios del azúcar comenzaron a comportarse de forma diferente a periodos anteriores, alcanzando niveles no vistos desde los primeros años de la década de los 80; el segundo, que desde el periodo 2005- 2009, se han mantenido estables por encima de los 300 dólares la tonelada.
Los precios mundiales promedio para el período del 2005 al 2021 alcanzaron los 346,8 dólares por tonelada. Asumiendo una producción de 3 millones de toneladas, 25% menor que la definida en la Tarea Álvaro Reinoso, un consumo interno de 600.000 toneladas anuales, y una exportación de 2,4 millones de toneladas por año, los ingresos ascenderían a 14.149 millones de dólares, que el país no pudo obtener.
Superficie cosechada y rendimientos
Recuperar no es la palabra que más me gusta, sus definiciones en el diccionario dicen que recuperar es: volver a tomar o adquirir lo que antes se tenía; volver a poner en servicio lo que ya estaba inservible; trabajar un determinado tiempo para compensar lo que no se había hecho por algún motivo; aprobar una materia o parte de ella después de haberla desaprobado en una convocatoria anterior.
Volver a tomar lo que antes se tenía no me parece una buena solución para la industria azucarera. Volver a poner en servicio lo que ya estaba inservible, tampoco, trabajar para compensar lo que no se hizo, creo que no alcanzaría, y aprobar lo que antes desaprobamos pues quizás sea posible. Pero, para lograr esto último habrá que cambiar radicalmente la forma en la que pensamos en Cuba la agricultura y la industria de la caña de azúcar, será necesario mudar drásticamente de conceptos, y sobre todo asignarle los recursos que necesita en el momento en que los necesita.
Nuestra industria azucarera, si la queremos, debemos hacerla nuevamente, pensarla para estas condiciones actuales donde nuevos y viejos productores de azúcar se disputan el mercado con rendimientos agrícolas muy por encima de los nuestros.
Hacer una industria de la caña de azúcar moderna, flexible, eficiente, diversificada, competitiva, capaz de halar a una buena parte del sistema industrial cubano, de proveer suficientes ingresos de exportaciones por sus productos y a la vez complementar de forma significativa la generación de electricidad, no es un sueño, es UN NEGOCIO desde el surco hasta el puerto y más allá y como tal debería pensársele. Requerirá de ingentes magnitudes de capital ¿nacional, foráneo?, de una profunda modernización de la tecnología tanto en la agricultura como en la industria, pero sobre todo requerirá de personas, que identifiquen en ella la oportunidad para crecer y darle a sus familias una vida mejor.
Notas:
1 “La callada molienda”, Maylan Álvarez Rodríguez. Ediciones La Memoria, Centro Cultural Pablo de la Torriente, La Habana, 2013.
2 Todos los datos están tomados de los Anuarios Estadísticos de Cuba.
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(*) Reynaldo Castro Yebra (Finca Los Indios, Calimete, 1941). Guajiro, machetero, jefe de un contingente de macheteros. Ex diputado a la Asamblea Nacional, ex miembro del Consejo de Estado, ex miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, fundador del Movimiento Millonario y de la Emulación Socialista en el sector azucarero y primer Héroe del Trabajo de la República de Cuba.
Duele con profundidad que nuestro símbolo azucarero esté desapareciendo y que ahora luego de caso 20 años se habla de recuperar lo que fue destruido por los que quieren salvarlo.
Trabaje durante más de 20 años en la automatización de los centrales y aún está por recuperarse las fuertes inversiones en MLC a la que fue sometida nuestra primera industria.
Lo más tristes , como dice el articulo, es la pérdida de la tradición y el amor que sentían y aún sienten los que añoran los tiempos del pitazo del ingenio y el olor de sus mieles.
El Dr. Juan Triana Cordoví es un excelente economista, conocedor de nuestras interioridades económicas y políticas. Este artículo no se corresponde con su título “¿Recuperar la industria azucarera?” Por su contenido es evidente que no se recuperará porque ninguna de las múltiples preguntas, promesas, congresos, etc. ha dado respuesta a la industria. No soy optimista aunque pudiera intentarse un plan piloto en cada una de las provincias azucareras, como centro de formación integral de mecánicos, operadores de equipos, dirigentes administrativos y técnicos, más formación de obreros. Dotar de los medios y de la autonomía necesaria para que sea un núcleo formador, lo que incluye condiciones salariales para dirigentes y trabajadores que motiven el trabajo, incluidos estímulos económicos y/o materiales por los resultados del trabajo: debe ser una unidad conjunta con los productores de caña, los campesinos agrupados en cooperativas verdaderas autónomas. Dudo mucho que, a estas alturas del juego de pelota se pueda hacer. Si no es posible, entonces buscar otros sectores donde sentar cabeza. Los cubanos pueden hacerlo en tecnología, medicina, farmacéutica, proyectos externos con nuestra gente. En verdad, no creo que, con los actuales métodos y se pueda salir adelante en ninguna actividad. R.
Nací en un batey de central, soy hijo de azucareros de pura cepa, me crie en esos mismos bateyes, fueron varios. Mi padre y mi madre le dedicaron su vida a la caña y al azúcar. Triana habla y habla pero no toma partido. de qué o de quien hay que rescatar la agroindustria azucarera? Se creen que lo que fue cultura y esencia de la nación lo van a rescatar con medidas administrativas de moda? Estamos creyendo que todo se resuelve con visitas de altos dirigentes por los territorios, por cierto muy bien cubiertas por la prensa, o de reuniones al mas altísimo nivel, donde repetimos los mismos errores, lo que no es importante para el Presidente o el Primer Ministro, no es importante y si ellos no lo atienden no funciona bien. Si quieren arreglar el problema que se creó con decisiones administrativas por los mismas estructuras aquellas que hicieron desaparecer al MINAZ, que desmembraron la industria de la agricultura y de su soporte tecnológico y del transporte, en un afán de terciarizar y lo que hicieron fue atomizar las capacidades cada una de esas estructuras con una superestructura de jefes y subjefes por cientos y muy pocos técnicos y obreros. Además, adonde se fuero los recursos que se necesitaban para evitar que se descapitalizara las agroindustria azucarera?. Es mejor ni saberlo para no descaracterizar a célebres personajes que son hasta históricos….
Solo privatizando se logrará hacer eficiente esa industria! Nadie se atreve a decirlo, pero el rey va desnudo desde siempre!
se tenia que decir y se dijo; Las decisiones debieron tomarse deforma colectiva los que nos salvaron una vez nos hundieron . No se trata de recuperar nada pues nada hay que recuperar. La inversion decapital extranjero es vital con buenas posibilidadss para el inversor e la division de ganancias. No mas trabajp deSisifo. Conceptos nuevps de Pymes.
Es un artículo muy bueno. Este sector sólo lo salva la Inversión Extranjera, pero aun se deben dar facilidades para que esto ocurra. Por otra parte debe existir la Autonomía Empresarial, la cual está llena de Reolucioes que la bloquean.
MINAZ!
¿Alguien arriba dijo MINAZ?
¿Dijo recuperar al MINAZ?
Bueno…, sólo si queremos volver a matar está agroindustria, digo, si es posible morir dos veces, y en manos del mismo sicario.
Al menos usted siente Vergüenza, los que hoy llaman a salvar la industria del azúcar fueron los que la hundieron y desmantelaron sin que al menos al día de hoy viendo la quiebra a la que han llevado a una nación, pidieran disculpas por los daños causados a un país y 3 generaciones. Usted llega a la conclusión que es necesario más que salvar hacerla nuevamente desde otras bases, principios y organización económica, para eso tiene primeramente que cambiar la base política que domina el país, la continuidad solo extenderá el tipo del fracaso.
Lo que tienen que hacer es entrgale todas esas propiedades a quienes se las intervinieron y cuando las tengan produciendo otra vez se la vuelven a quitar problema resuelto
Vergüenza, frustración y ganas de llorar. Una vez más la culpa, la grandísima culpa queda diluida y no la tiene nadie.
Hacen falta inversiones mientras por otro lado seguimos construyendo grandes hoteles que habría que ver cuando, si alguna vez, se llenan. ¿Es que “salpican” más?
Lamentablemente el Dr.C. Triana tiene toda la razón, por lo que dice explícitamente en su artículo y por lo que se puede leer entrelíneas: ya sería casi imposible “salvar la industria azucarera cubana”. El abandono y la desidia que ha sufrido la industria proa cubana, la han convertido en irrecuperable.
Soy de la opinión que esta es una de las causas de la profunda crisis económica que padece el país hoy día, debido a que la caída de la producción de azúcar y otros derivados han privado al país de recursos financieros muy importantes, decisivos diría.
Hoy se puede comprobar que ninguno de los objetivos productivos planteados en la Tarea Álvaro Reinoso I y II se han cumplido. De aquellos 70 centrales que iban a quedar en producción, solo molerán en esta zafra 34, menos de la mitad; ninguno de estos dedicado a la producción de mieles y alcoholes. Es muy evidente el deterioro y la descapitalización de esta industria. Los rendimientos agrícolas no andan mejores y la recuperación de las áreas agrícolas infestadas de marabú demandan de una inversión seria.
Para tener en un futuro no muy lejano una industria azucarera y de derivados potente y competitiva, dado el estado actual de esa industria, se necesitarían unas inversiones descomunales y un cambio de mentalidad drástico. Hay que ubicarse en que el país está atravesando, debido a la ineficiencia en el manejo de la economía en general, a la epidemia del Covid 19, al bloqueo (que no desaparecerá en el corto plazo) y otras causas, por una de las peores crisis económicas de su historia. No hay solvencia ni para pagarle la deuda al Club de París, deuda que se ha tenido que renegociar y postergar más de una vez. Por lo que es razonable pensar que el estado cubano no tiene la liquidez suficiente para hacerle frente a las inversiones necesarias antes mencionadas para la industria azucarera.
Por otra parte, en la última Cartera de oportunidades de inversión extranjera se ofrecen pocas oportunidades de negocios en esta industria, y casi todas en la modalidad de empresa mixta con la parte cubana. Cabe destacar que, en el área geográfica que nos tocó vivir, hay más países azucareros que lo hacen de forma eficiente, tanto en la agricultura como en la industria, que no tienen bloqueo, que no están en la lista de países patrocinadores del terrorismo y que no tienen un Decreto Ley 118. Por tanto, son mucho más atractivos para los inversionistas que deseen hacerlo en todos los sectores.
Pienso que no funciono la idea de los Complejos agroindustriales, la administracion del Central debe de preocuparse por la eficiencia del mismo y la contratacion de la caña necesaria que garantize la molienda del Central, la parte agraria debe ser por parte de los diferentes productores de caña ya sean estatales,mixtos o privados,que spn los responsables de elevar el rendicmiento de la produccion de la caña.
Hay que fijarse o estudiar por ejemplo a Brazil. y ahora volvemos a caer en lo mismo Complejos Agroindustriales
¿Existe el crimen perfecto? SI. Ejemplo: lo que hicieron con la industria azucarera.
¿Existe el crimen perfecto y seriado? SI. Lo que han hecho con las otras esferas de la economía.
¡¡¡HACE FALTA UNA CARGA PARA ACABAR CON LOS BRIBONES!!! DIGO, CON LOS ASESINOS ECONÓMICOS
Estas muy claro en tu alocucion es unvrmen lo que icieron con el desmantelamiento de todos esos centrales y como extinguieron la agricultura
Sí les dan el desierto en seis meses no hay arena
Dos gobierno(militar en usd y civil en cup) , tres monedas. Mucha demagogia y corrupción, un enemigo responsable un pueblo engañado y oprimido son los ingredientes fundamentales del infierno.