La obra de Ailyn Martínez es conceptual. Ensayos fotográficos de laboratorio. Dispone varios componentes, aparentemente disociados, en una misma imagen; lo que da lugar a un tercer elemento, inédito: una metáfora visual. Construye el cuadro con minuciosidad de relojero, por eso sus maquetas o bocetos son tan atractivos como las imágenes resultantes. Es fotógrafa por elección. Es artista instalativa —quizá ella no lo sepa— por vocación.
Estudió Comercio Exterior. Ha seguido cursos en la Escuela de Fotografía Creativa de La Habana y en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En 2023, que viene siendo un año movido para ella, ha participado en cuatro exposiciones colectivas en Cuba, en el programa de Habana Radio Flash, especializado en fotografía, y debatió su carpeta de trabajos en un taller de creatividad organizado por el Centro Provincial de Artes Plásticas y Diseño. Y aún le quedan cosas por hacer en los tres meses que restan. Hasta el momento solo ha exhibido su obra en una muestra personal: Ciudad de Acero, Galería Instantáneas Prismas, España, noviembre de 2022 (virtual).
Ailyn es Habanera (1976) y tiene dos hijos. Aquí vive, crea y trabaja como contadora.
Le paso a ella la palabra:
Mi inquietud por la fotografía como medio de expresar ideas afloró en la primera década del año 2000. Motivada por ello, matriculé en la Escuela de Fotografía Creativa de la Habana (EFCH), pero por sucesos impostergables, como el de convertirme en madre, no pude completar todos los ciclos que se imparten. No fue hasta 2020, con la archi conocida pandemia, cuando, producto del confinamiento, comencé a crear mis propias imágenes.
El proceso creativo parte casi siempre de una idea que, inicialmente, es como una imagen pensada. La visualizo de un modo más orgánico en la medida que la propia idea la va enriqueciendo con objetos cotidianos, domésticos, de uso común y corriente a cualquier familia. Algunos de esos objetos van quedando obsoletos por roturas o porque cumplieron su función o, simplemente, porque los hemos guardado “por si acaso…”.
En muchas de mis piezas voy alterando el desempeño original de cada uno de ellos, relacionándolos, mezclándolos, haciéndolos confluir en la pieza que genera mi mente, lo que da como resultado la representación de realidades construidas a partir de una escenificación efímera. El objeto es el protagonista de la imagen, modificado el contexto donde suele emplearse, alterando la percepción de la realidad al crear una nueva realidad: la que habita la foto en sí.
Mis fotos las realizo con iluminación natural. En su mayoría son sencillas, minimalistas, de alto contraste, en blanco y negro, sin técnicas ni herramientas de Photoshop, elaboradas manualmente y captadas con mi móvil, pero con una irrevocable e irrefrenable obsesión perfeccionista.
La obra, vista como la concibo, de un modo netamente conceptual, no está pensada ni elaborada para trasmitir un mensaje específico. Son piezas que pretenden mostrar mi capacidad de fabulación creativa.
Así es como sueño y veo la fotografía en mi mundo interior: como una fantasía enriquecida por la estética, lo que a la larga me ha ido llevando a encontrar un sello y una identidad como creadora dentro del amplio abanico de la fotografía contemporánea cubana.
“Espaguetis”, 2021
Fue la primera fotografía. Tiene gran importancia para mí, porque a partir de ahí se despertó mi universo creativo. Tomando solamente dos o tres elementos puedo construir un discurso concentrado y, a la vez, fantasioso.
Serie Ciudad de acero, 2022
Esta es mi primera serie y, de hecho, la más amplia. Posee más de veinte fotografías concebidas exclusivamente con objetos de metal. Se llama Ciudad de acero, pero representa el universo del mundo metal.
Serie Jugando con Lego, año 2022
Desde niña te enseñan a combinar fragmento de diferentes colores, con las cuales puedes diseñar un sinfín de objetos como casas, autos, personas… Me resultan muy útil para la creación de la variedad de nuevas composiciones que logro. Es una línea de trabajo conceptualmente orgánica. Uso las piezas de Lego con su color original, según la obra, que empasta tan eficazmente con el blanco y el negro.
Serie Naturaleza, 2023
Nace de la observación de una hoja seca. Vi que morfológicamente semejaba una mariposa. Eso desató el deseo de experimentar con la naturaleza para seguir aumentado el portafolio de imágenes creativas. Es una serie a la que le tengo especial cariño, por la delicadeza y el cuidado con que debo manipular el material. Espiritualmente, la madre naturaleza significa mucho para mí.
Serie Gourmet, 2023
Me baso en las técnicas de emplatados gourmet de la cocina contemporánea, donde el atractivo visual es una de las claves para el éxito. Los espectadores que están identificados con este tipo de servicio encontrarán la similitud con los platos originales. Mi intención es despertar en ellos una experiencia gustativa instantánea.
Serie Todo música, 2022
Si bien Martí expresó que “la música es el hombre escapado de sí mismo”, en mi caso y en mi casa es algo que nos acompaña siempre, no solo porque ella estimula mis sentidos, sino, además, porque tengo una hija músico, graduada de violín, y todo el universo que le asiste es fuente de inspiración para mí. El cordón umbilical madre-hija, que es estrecho y magnífico, hace que desde cualquiera de las dos surja la chispa que enciende la idea que incentiva la elaboración de estas piezas, de las cuales existe un conjunto más amplio.