ES / EN
- octubre 17, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Opinión Columnas Entre dos aguas

Julio es también el mes de Eliseo Alberto

Lichi, como lo conocían sus allegados, puso punto final a su versión definitiva de "Informe contra mí mismo" un 2 de julio. 23 años después lo leo.

por
  • Leandro Estupiñán
    Leandro Estupiñán
julio 3, 2025
en Entre dos aguas
0
Eliseo Alberto (Lichi). Foto: Archivo familiar / Cortesía.

Eliseo Alberto (Lichi). Foto: Archivo familiar / Cortesía.

Getting your Trinity Audio player ready...

Eliseo Alberto puso fin a su versión definitiva de Informe contra mí mismo un 2 de julio. 23 años después de ese instante, que tuvo lugar en la Ciudad de México, leo esta obra suya editada por Alfaguara: casi 400 páginas, un desguazadero de la nostalgia.

¡Qué libro para zambullirse en la poética de un escritor que expone el sentimiento de una generación frustrada en ilusiones hechas para seducirlos! Y se trata, como bien apuntó Rafael Rojas, de la obra de “un heredero”, de otro integrante de una estirpe de creadores que mucho ha aportado al pensamiento y a la identidad nacional.

Eliseo Alberto es el jimagua de Josefina de Diego, hermano de Constante Diego e hijo de aquel poeta origenista que en 1993 —por cierto, en julio— ganara el Premio Internacional de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo; lauro “justo, pero tardío”, como escribió Saramago en sus Cuadernos de Lanzarote, en los que afirma además que el cubano Eliseo Diego era uno de los grandes poetas del siglo XX.

También, como su familia, resultaba un “centro de interés estratégico” para la Seguridad del Estado, por las muchas visitas que recibían del extranjero, que entonces era más extraño que recibir hoy a un visitante del espacio extraterrestre. A Eliseo Alberto le hicieron la descarada oferta de que escribiera informes sobre lo que sucedía en aquellos ambientes de relajada conversación. “La guerra es la guerra”, se justificaron. El control total se había naturalizado y las formas de involucrar eran sutiles para la perpetuación de un sistema.

“… el fuego que allá alumbra / es el de tu corazón: / no lo malgastes”, escribió Reina María Rodríguez, y es uno de los versos escogidos para introducir cada capítulo. En este caso, así se lee en el prólogo, donde las cartas quedan sobre la mesa, y el alma en tránsito por su viaje circunstancial.

Lichi y Fefé (Josefina de Diego), en casa.

Fue poeta, como su padre, aunque de sus versos apenas he visto más que lo que asoma, supurante, en su prosa. Hasta hace poco, solo contaba con referencias: un fragmento de novela leído al azar, algún artículo, o tal vez —sí— la certeza de su talento revelado en guiones como El elefante y la bicicleta, En tres y dos o Guantanamera.

Dejó esa huella en el cine. Su último trabajo con el ICAIC —aquella historia tragicómica dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío— conmovió a los cinéfilos en 1995 y provocó sonados berrinches en el Gobierno.

Para entonces, Eliseo Alberto estaba en el exilio y en no demasiado tiempo iba a ganar, junto a Sergio Ramírez, el Premio Alfaguara por su Caracol Bach. “Clemencia es una palabra que se usa poco”, así comienza.

El escritor murió en julio, un día 31, en 2011. Pero, esto de escribir sobre Eliseo Alberto no es trámite de efemérides; es la bendita casualidad de que ya “julio venía llegando”, y para mí no se trataba de Julio Iglesias, como aseguran los memes que nos distraen en internet. Me explico:

Tres semanas atrás, caminaba por la avenida Corrientes mientras esperaba a mi hijo, que había sido invitado a un espectáculo en el Teatro Colón por el conservatorio donde estudia saxofón. Al doblar por la calle Libertad y apenas asomar a la primera librería, alguien me miró a los ojos.

Tenía puesto un sombrero de guano y su rostro exhibía un bigotico. No alcancé a identificarlo, pero sin dudar me dije: “Este tiene que ser cubano”. Me acerqué, leí —ya que la imagen era la tapa de un libro— y en efecto, se trataba de un coterráneo. ¡El famoso informe!

Eliseo Alberto tenía apenas 19 años en esa imagen, captada —sabe Dios en qué momento— durante la desenfrenada zafra del 70. Y entonces pensé en mí mismo a esa misma edad, a punto de ingresar al servicio militar obligatorio. Cuántos esfuerzos compartidos, cuánta semejanza en el destino de todos nosotros.

Diez años sin Lichi

Le di un giro al libro para caer en la contratapa: “No me propuse una memoria de la historia, sino una primera historia de mi memoria”. Sucedieron horas de intensa lectura que comencé minutos después en un quicio del parque de Tribunales, frente al referido Colón y a pocos metros de una boca del subte.

Habría preferido gozar de la soledad a ras del piso y entre las yerbitas, pero justo al leer eso de “El primer informe contra mi familia me lo solicitaron a finales de 1978” se sentaron a lado mío unos músicos ambulantes. Si hubiera acabado de llegar de Cuba, habría pensado que aquello no era casual. Habría sospechado. Estaba “en ambiente”, como se dice en los ensayos de dramatizados radiales.

Pero han pasado 11 años desde que vivo en Buenos Aires y ni las motocicletas Suzuki me ponen en guardia ya. Precisamente llegué aquí en otro gélido julio, como si todo sucediera el mes en el que mi madre, por cierto, cumpliría ahora 70 años. 

La cosa es que los cinco músicos por suerte no tocaron la guitarra o el bandoneón, ni cantaron, ni bailaron. Pusieron sus instrumentos sobre el suelo y empezaron a comerse sus pastas, que bajaron con cerveza Quilmes. Hacía frío, pero qué calor en aquella Habana de Eliseo Alberto, “Lichi” para sus amigos.

Su estilo es de un habanerismo pujante y de un patriotismo melancólico, sobreabundante para mi gusto automedicado. No obstante, seguí su rastro como sabueso: sin darme cuenta, tenía vencida media ciudad. Cuando junio terminaba, me sorprendí de cabeza, bebiendo con Cuba, ella, doliente; yo, igualmente herido.

“El árbol no pudo enderezarse porque los seguidores de Martí lo dejaron crecer torcido”, leí en el banco de un parque en Recoleta; “Por los días en que Bob Dylan llenaba estadios con miles de pacifistas que se oponían a la guerra en Vietnam, los becados de la Escuela Hanói debían esconderse en los baños de los dormitorios, porque de ser descubiertos en la travesura podían ser expulsados del sistema Nacional de Educación”, vi en el sofá del apartamento donde vivo.

Libro de Eliseo Alberto, con el Teatro Colón detrás. Foto: LEZ.

Y había pistas en todas partes, y más y más y más: “Un abismo se empezó a abrir entre el pueblo y su dirigencia, aunque la propaganda continuara afirmando que la fortaleza de la Revolución estaba fundamentada en el contacto directo con las masas”, descubrí frente a la pista de atletismo donde mi hijo hace deporte los domingos; “A través de la desobediencia es que se ha progresado”, ví junto a la cocina mientras se freían unas papas, y envuelto en abrigos, sólo en la sala: “Una nueva nación va surgiendo poco a poco, con virtudes y defectos, recientes o pretéritos, y se siente heredera de las conquistas de sus mayores pero, a la vez, se obliga al cuestionamiento de sus insuficiencias”.

El libro fue editado en 1996, aunque lo había estado escribiendo desde 1978. El manuscrito pasó de mano en mano, haciendo llorar a amigos de un lado y del otro del Golfo de México, del Golfo Pérsico, del de California, del Golfo de Vizcaya, de Omán y del de San Lorenzo, porque los cubanos, al fin y al cabo, seguimos por todos lados, y ya no somos tanto de la isla de piedra, sino de la isla sentimental. Dice Eliseo Alberto: “Que el dolor no me impida ser sincero”.

Es en el epílogo donde recuerda las emociones de volver a la isla. Me hubiera gustado estar por La Habana por aquellos días de julio de 2000, cuando Eliseo Alberto recorría la ciudad después de su salida en marzo de 1994.

Al fin y al cabo, pienso que nunca estoy en los momentos definitivos y pocas veces me cruzo con las personas definitorias; así que, posiblemente, de cruzarnos por el Vedado ni siquiera me habría mirado como hizo en estos días en la calle Corrientes. Además, en esos tiempos estaba yo a poco de tomar un tren. Empezaba a estudiar periodismo en la Universidad de La Habana, donde él mismo se formó en igual profesión unos cuantos años antes.

Un libro, un documental y trece sonetos

Y mire usted que ha sido a siete mil kilómetros de distancia donde conozco al fin a Eliseo Alberto, poeta, narrador y mago. Mago, sí, porque hay que recordar cuando hizo un acto de prestidigitación impredecible,  logrando con Guillermo Cabrera Infante —otro escritor exiliado— en Londres —y tal vez no su preferido—, lo que nadie había logrado, ni siquiera el mismo Caín cuando existiera libertad y avión para regresar a La Habana.

Tal vez porque sabía lo que significan los regresos, desde una de sus columnas para El País, Eliseo Alberto obró el milagro. Qué columna más simpática, y qué premonitoria, porque por allá deben estar los dos ahora; y parafraseando: “¡Miren bien a sus costados!” “¡Abran, por favor, los ojos!”.

Si los ven Rampa arriba o Rampa abajo, no duden en darles conversación, son de esos que ayudan mucho a soltar la lengua y a echarle leña al fuego de la memoria, sin nostalgia, con nostalgia; con ironía, sarcasmo o melancolía.

Etiquetas: escritoresLibrosMéxicoPortada
Noticia anterior

El turno de Zohran Mamdani

Siguiente noticia

Crisis energética: otra avería en Renté y más de 100 centrales paradas por falta de combustible

Leandro Estupiñán

Leandro Estupiñán

Los pies en Buenos Aires y la cabeza, en su lugar, aunque la mente desande por ahí. Una rumba flamenca, la primera idea y arranqué esta columna. De precisar datos curriculares, remítase a la foto, y a los textos que vayan saliendo.

Artículos Relacionados

Joseíto Fernández (detalle). Foto: Ernesto Fernández
Entre dos aguas

Guantanamera: de canción popular a “protesta” en Buenos Aires

por Leandro Estupiñán
octubre 9, 2025
0

...

La Expedición del Three Friends desembarcó  al amanecer del día 8 de Septiembre de 1896. El grupo en la imagen está compuesto por los Generales Ruis Rivera, y Castillo Duany; Martí El Inglesito, Donato Soto y Villalón. La donante fue María Gómez Carbonell, educadora y fundadora de Cruzada Educativa Cubana, según la fuente, el perfil de Facebook Recorriendo la historia de Cuba.
Entre dos aguas

Las ruinas de un parque habanero, y un viejo cañón dando guerra en la manigua

por Leandro Estupiñán
septiembre 18, 2025
0

...

Fotograma del filme Madagascar, de Fernando Pérez.
Entre dos aguas

Primavera que no llega

por Leandro Estupiñán
septiembre 4, 2025
0

...

Jacques Costeau en su submarino. Foto: Tomada de: www.ibm.com
Entre dos aguas

La carta de Jacques Cousteau tras quedar atrapado por pulpos de ojos de esmeralda

por Leandro Estupiñán
agosto 21, 2025
2

...

Apagón en Cuba. Foto: EFE/ Yander Zamora / Archivo.
Entre dos aguas

Los perros que ladran por sobre la voz de mi padre

por Leandro Estupiñán
agosto 7, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
Central de grupos electrógenos en Cuba. Foto: Televisión Camagüey / Archivo.

Crisis energética: otra avería en Renté y más de 100 centrales paradas por falta de combustible

El saltador Lester Lescay durante su participación en el campeonato de Europa por equipos que se disputa hoy sábado en el estadio de Vallehermoso, en Madrid. EFE/Sergio Pérez

Lester Lescay: “Me fui de Cuba porque no quería pasar mi juventud ahí”

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • Un billete de 100 dólares junto a billetes de varias denominaciones de pesos cubanos. Foto: Ernesto Mastrascusa / EFE / Archivo.

    El dólar sigue subiendo en Cuba y apunta a los 500 pesos en “un escenario extremo”, según analistas

    185 compartido
    Comparte 74 Tweet 46
  • Cuba alquilará hoteles a las cadenas internacionales que los gestionan

    117 compartido
    Comparte 47 Tweet 29
  • Autoridades de Cultura cancelan espectáculo dedicado a Celia Cruz en La Habana

    112 compartido
    Comparte 45 Tweet 28
  • Productores de frijol en Holguín reducen siembras ante pérdidas y desorganización

    152 compartido
    Comparte 61 Tweet 38
  • Se estanca la inflación en el mercado formal de Cuba

    856 compartido
    Comparte 342 Tweet 214

Más comentado

  • Foto: Kaloian.

    Silvio en Buenos Aires: la noche más difícil, el concierto más amoroso

    340 compartido
    Comparte 136 Tweet 85
  • Padura: siete veces diez o diez veces siete

    812 compartido
    Comparte 325 Tweet 203
  • Entre la política, los deseos y algunas lecciones milenarias

    58 compartido
    Comparte 23 Tweet 15
  • Cubana de Aviación anuncia nuevo itinerario de vuelos nacionales desde La Habana

    508 compartido
    Comparte 203 Tweet 127
  • Mundial Sub-20 de fútbol: Cuba no participó, compitió

    30 compartido
    Comparte 12 Tweet 8

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}