“El lenguaje es valor: es la habilidad para concebir un pensamiento, decirlo, y diciéndolo, hacerlo realidad”.
Los versos satánicos, de Salman Rushdie
El Censor -y no el Autor- suele ser el más fervoroso creyente del mito que define Rushdie. Le teme a la convertibilidad de una idea en realidad, y viceversa.
De ahí que este verano hayamos visto cómo se sacaba de escena -tras apenas dos presentaciones- “El rey se muere”, la obra de Eugene Ionesco, montada y dirigida por Juan Carlos Cremata.
Más allá del calor agobiante, uno se pregunta qué tan absurda tiene que andar la realidad para que se censure una pieza de teatro del absurdo.
Al parecer, lo que sí saben muy bien los censores -como Shakespeare, como Erasmo- es que el mundo -como Cuba, como La Habana- es en realidad un teatro (del absurdo). Y actúan en consecuencia.
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En las madrugadas, mi pequeña venganza se cumple cuando detengo un momento la lectura, por ejemplo, de J.M. Coetzee, y pienso sádicamente en que el Censor no puede leer a J.M. Coetzee sin morir en el intento.
Claro que el hombre puede…, pero en tanto Censor, no. A fin de evitar partirse en dos, prefiere dormir toda la noche y estar listo a la mañana siguiente para devorar informes, escrutar las páginas de un diario previamente expurgado por la disciplina de sus subalternos, inspeccionar la probidad moral y la rectitud ideológica de libros, películas, piezas teatrales, óleos (sur)realistas que tal vez ya fueron castrados por ese otro examinador diminuto que muchos tenemos dentro (y que ahora escribe esto conmigo).
John Milton decía que “no puede haber oficio más tedioso y desagradable (…) que convertirse en perpetuo lector de libros no escogidos”. O escogidos por otro, digo yo.
Mientras leo Contra la censura (Ensayos sobre la pasión por silenciar), el Buen Censor quizá fatiga sus ojos por enésima vez sobre las áridas notas del periódico de mañana.
En ese libro, Coetzee –escritor enorme, pensador laico, testigo del apartheid sudafricano– nos recuerda que el país común de censores y censurados es la paranoia.
Los primeros no solo vigilan la obra de los otros; se vigilan a sí mismos.
En términos de arte, tienen un detector de mierda, como los buenos autores, pero suelen elegir la mierda. Persiguen la burla, la ironía, la blasfemia, la incorrección política, “lo indeseable” moral e ideológicamente…, pero todo eso crece en cualquier parte como la verdolaga. Incluso, o sobre todo, en sus propias mentes al acecho. El Censor es un vegetal con alma defoliante.
En ciertos casos, se expande la enfermedad como método de control social y se crea un “Estado paranoico”; ese lugar donde, ya saben, una mentira repetida hasta el cansancio puede convertirse en verdad, donde un poeta notable se transforma en un expectorador de flemas siberianas mientras realiza trabajos forzados. El Censor puede ser un alquimista.
Graciosamente, la censura “no está orgullosa de sí misma” y trata de ocultarse en las sombras hasta que alguna torpeza –como la de este verano habanero– la expulsa a la luz.
La maquinaria trabaja además contra sí misma: “espera con ilusión el día en que los escritores se censurarán a sí mismos y el censor podrá retirarse”, escribe Coetzee.
Para los censurados, la paranoia consiste no tanto en un incesante delirio de persecución como en la certeza de que, hasta cierto punto, la censura es inevitable, fatal, hasta necesaria.
No eres un perseguido porque, según Coetzee, “trabajar bajo censura es (más bien) como vivir en intimidad con alguien que no te quiere, con quien no quieres ninguna intimidad pero que insiste en imponerte su presencia”. El Censor resulta “un lector entrometido”.
Pero la gran contradicción de la censura es que con frecuencia hace de su víctima una suerte de héroe, de mártir de la expresión, y le otorga a su obra un prestigio y una difusión inesperados.
En alguna medida, el caso Cremata –que por supuesto no ha saltado a los medios oficiales cubanos– es un buen ejemplo de ello.
Llegado ese punto, el artista corre otro “riesgo psíquico” sobre el que también advierte Coetzee: el de la arrogancia, la soberbia, la megalomanía.
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La censura es a menudo uno de los peores monstruos del sueño de la razón.
A estas alturas ya alguien en Cuba debe haber soñado que se proscribe incluso la palabra “pinga”. Imagino que pronto los más obedientes y reprimidos, los bien hablados y mejor portados, caen como moscas en las esquinas, víctimas de repentinos derrames cerebrales. Hay imágenes y sonidos confusos… La pesadilla acaba justo cuando los censores comienzan a recibir toneladas de informes que registran los infinitos modos en que la gente –básicamente preocupada por su salud– viola el mandato lexical. En el colmo de la frustración, uno de los funcionarios, inesperadamente con la voz de Cremata, suelta: ¡Manda pin…!
La frase termina de este lado, en medio de la confusa noche de esto que llamamos realidad.
no tuve la posibilidad de ver la obra, y lo lamento porque en el teatro es donde disfruto la vida nocturna de la capital junto con mi esposa, aparte de enriquecer nuestra cultura general nuestra economía personal no nos permite ir a la macumba, a la cecilia ni a ninguna de las casas de la música, a pesar de ser ambos profesionales, ingenieros y trabajadores en empresas estatales, no podemos asistir a esos lugares donde abundan las putas (jineteras), proxenetas y todo tipos de negociantes del mercado negro. Creo lamentable que sancionen a Juan Carlos Cremata por el arte que muestra, por su forma de expresión y por defender su criterio. Eso también se llama autoritarismo. Si no le permiten a Cremata presentar sus obras en las salas de teatro oficiales de la cuidad, pregunto que opciones tiene:
– ¿irse a otro país donde pueda presentar sus obras sin ser censurada o prohibida? ¿acaso no es este el país donde no existe ningún tipo de discriminación? ¿acaso no es este el país donde todos tenemos derecho a pensar por si mismos?
– ¿podrá Cremata crear un local arrendado donde pueda presentar sus obras teatrales?
Llamo a la reflexión a las autoridades, aprendan a arriesgarse sin apego al cargo que les garantiza el carro y las comodidades que disfrutan a costa del estado y no del salario que reciben. El Presidente General de Ejército ha orientado que nos podemos tener miedo a la confrontación, a la diversidad de criterios. Una obra de teatro es una forma de expresión, no una incitación política. Deberían recordar la escena que se muestra en la célebre del cina cubano: “Bella de la Alhambra”, donde se fué abajo el teatro cuando se presentó la obra de las cotorras, y todo fué organizado por la dictadura, los que allí estaban lo hacían para pasar un buen rato, para reflexionar y pensar por si mismos.
Recuerdo también que estamos en la era de la información, y si se quiere de verdad hacer daño con una obra de teatro, el paquete facilitará que toda cuba lo vea.
Mis respetos a Cremata.
Me gusta el teatro como cualquier otra manifestacion, no conozcoa Cremata en lo personal y cuando lo veo en TV, en alguna entrevista, no lo veo como alguien a quien me anime a acercarme como amistad, PERO, cada vez que veo algun tipo de prohibicion, de esas estupidas y anormales (PARECE ser esta una de ellas) me pongo a pensar (creo que aun puedo), a donde carajos estamos llevando a nuestro pais, ?realmente estamos cambiando para algo mejor?, quizas seguimos siendo los mismos con la esperanza de que los tiempos del quinquenio gris reaparezcan por si solos, en fin, ahora mismo no puedo coordinar bien mis palabras me siento demasiado encabronado. Saludos
Ciertamente la censura molesta e indigna, y en Cuba existe bastante, pero la realidad es que todo el que exagera termina enfrentando las consecuencias. Ahí tienen a aquel presentador venezolano de Univisión que perdió todos sus contratos, tanto con el canal como con los anunciantes, por su comentario sobre la primera dama de Estados Unidos. Los que frecuentan teatros en Cuba tienen que haber visto infinidad de obras repletas de críticas de todo tipo, incluyendo políticas, sin que eso represente problema ninguno cuando se hace con inteligencia, sin ofender. Incluso en tono de comedia como de sobra existe en los espectáculos humorísticos, y he visto a todos en el público aplaudiendo con fuerza la mayoría de esas críticas.
Es feo censurar por razones políticas, pero yo habría hecho cualquier cosa por desaparecer a Cremata desde ese homenaje al kitsch que fue “Nada”. Medio que lo lamento, pero no puedo dejar de mirar con simpatía esta vez a los censores, aunque sólo sea por razones de estética.
Celebrando el cumpleaños de PALABRAS A LOS INTELECTUALES, ajustando nuestro sistema a las nuevas condiciones, “actualizando” perdon, actualizando?????? nuestro modelo economico, politico, social. “Con la Revolucion todo, sin la Revolucion NADA” Felicidades cremata, ya formas parte del club, ni el primero ni el ultimo.
el censor,es como el Verdugo,ejecutor…solo eso.Cual es el detalle,como diria cantinflas…que hay politicas de terror,acallar,amedrentar,quitar la esperanza,crtar el desarrollo,captar dementes con vocacion de linchamiento…en fin:aterrorizar!!Y lo triste es que lo hacen con ayuda de personas captadas, con pensamientos alienados o llenos de odio..o terror.Vean el caso del comentario de “de aguien a nadie”: en vez de no ir a ver a cremata,el propone”desaparecerlo”,por que?/: no le gusta.La postura normal seria siempre: no me gusta,cambio el canal.Y punto!!!
Machete, ¿el venezolano de Univisión no fue el que dijo que Michelle Obama parecía que la habían sacado del planeta de los simios? Si es ese, perdió su trabajo merecidamente. Ese es un comentario racista. Y es racista porque sólo puede hacerse de una persona afrodescendiente, porque seguro no lo diría de una sueca. Lo perdió no por criticarla, sino por hacer un comentario que involucraba una cuestión racial. Y si bien todo es criticable, quedan fuera las cosas que no se pueden cambiar: sexo, raza, orientación sexual, edad, alguna discapacidad, etc. Ese caso ni de lejo es similar al de Cremata. Lo de Cremata, por más que a mí me parezca un ridículo, es censura. Lo de ese venezolano, es racismo y se merece perder su trabajo. Pero eso es algo que los cubanos no acabamos de entender.
Oiga Alguien, su arrogancia estética habla sola, a eso en casa lo llamamos envidia. Cremata hizo NADA, muestre ud ALGO antes de sangrar por su herida. No obstante si quiere que se le reconozca su elevado gusto y sensibilidad, pues ya está…ud es un genio, pero a Cremata lo han prohibido por lo que dice no por cómo lo dice.
Autor: Te fuiste con la pirotecnia. (Con “la de trapo”, para que me entiendan)
La condición artística no es perpetua. Se es artista cuando se tienen cosas que decir de manera autentica, diferente, bella, elocuente o novedosa. Cuando vi a Cremata oliéndole (casi chupándole) las medias al mediocre periodista Uruguayo Pedro Cevcec en el Canal 41 de aquí, en Miami. Cuando leí lo que publico en la BBC diciendo que “la patria era un bulo”…Pufff….Supe irremediablemente que ya había tomado el camino que se les presenta fácil a los cubanos hambrientos de necesidad de reconocimiento, más que de ganas de hacer arte verdadero. Ese camino es enfrentarse al Gobierno, enredarse en la política como manera expedita de lograr lo que de otra manera se les hace muy difícil.
Seamos claros. Las películas de Cremata son malísimas. Sus obras en las tablas son REGUETON teatral. ¿Qué le queda, Pobrecito? Y entonces de un golpe llega a su cabeza la “inspiración”: Ohhh, Gracias Fidel, por darme esta solución que en cualquier lugar de este mundo seria intrascendente. ¡¡Me Bruguerizaré!!”.
En Cuba siempre queda esta pirotecnia. Pocos son los creadores que pisan hoy esa tierra que sostienen una posición francamente opositora, sin que esto sea proporcional a su condición artística. El pinareño Pedro Pablo Oliva es un caso excepcional y extraordinario que celebro y admiro. ¿Pero Cremata? Este está en el mismo saco de Carlos Otero…se esfumó su “estado de gracia”…y se fue a buscarla a Miami hablando de política. Otero nunca más la encontró. Suerte a Cremata. Ojala la encuentre, si es que alguna vez la tuvo.
Amigo (o amiga) me da igual lo que piense. Esa bobería de la envidia es la excusa del que no tiene argumentos. ¿Te parece que lo que hace fulanito es malo? ¡Eso es porque lo envidias! De primaria. ¿Envidiar a Cremata por qué? Es súper cheo. A mí me daría vergüenza haber dirigido “Nada”, con esa Thais Valdés a la que no se le entendía la mitad de lo que decía y la cursilería ramplona que hay detrás de cada línea de diálogo. Si le hace feliz pensar así, por favor, hágalo, pero es muy tonto. Yo no sangro por ningún sitio, aunque sí agradecería si alguien me hubiera podido devolver la hora y media que perdí en el Yara hace tanto tiempo.
Y yo no he dicho que ha Cremata lo debieran prohibir, dije que me habría gustado hacerlo. Entiendo, lamentablemente, que ser cursi no es motivo para ello o tanta gente en el mundo tendría prohibido expresarse. Tampoco debería serlo expresar sus opiniones políticas, supongo que salvo casos extremos de apología al nazismo y similares, que no viene al caso. Así que visto lo que dijo, tampoco es motivo. Primero, porque nunca debería serlo. Segundo, porque tampoco fue para tanto. Pero probablemente le caiga a mal a alguien en Cultura y hayan estado esperando la primera (o la quinta) que hiciera. Lo que tampoco es para convertirlo en mártir. Es sólo un majadero al que los idiotas de aquí quieren ayudar a que haga carrera en Miami. Los más sensato es que “los compañeros” lo hubieran ignorado, pero eso, caerá mal. O ellos estarán hipersensibles con tanto cambio aparente.
Oiga Alguien, ud es el típico diletante habla càscaras, esa verborrea de autoenaltecimiento, esconde, desde la primaria y hasta nuestros días, la necesidad de reconocimiento, perdone que insista, pero no aporta nada que ud tenga gustos tan exquisitos, no es de sus gustos de lo que aquí se habla. Gracias y lo felicito por ser tan cultivado.
Y perdóneme, Alguien, pero tanto elitismo estético debía ir acompañado de mejor ortografía…”ha Cremata”…solavaya !!!!
“De alguien a nadie”: es obvio que ambas situaciones que comparo no son iguales, pero coinciden en que, en ambas, una persona con la responsabilidad de dirigirse al público extralimitó sus funciones, abusó de la confianza que se le otorgó, ofendió, en fin, se buscó que le dieran por terminada su relación de trabajo. Considero que, en ambos casos, cada institución actuó de manera legítima al ver sus intereses afectados. ¿Es que en Cuba no puede suceder nada de lo que habitualmente sucede en cualquier país del mundo? Le recomiendo el comentario de Rodrigo Prats en esta misma página para que entienda cómo llegó Cremata a la situación actual. No digo que en Cuba no haya censura, lo que me molesta son tantas críticas y señalamientos contra mi país como si fuéramos lo peor del mundo. Eso es lo que yo, como cubano, no acabo de entender.
Si lo peor que puede reprocharme es una errata cuando escribo contrarreloj y sin tiempo para revisar con una conexión por dial-up moden a 40 y pico de kbps, con suerte, pues bueno. Lo demás son especulaciones sin base y ataques ad hominem, no vale polemizar así. Nunca dije que me pareciera justo su castigo, me burlé de Cremata porque me parece cursi y pretensioso. Cosas peores le pasaron en nuestro país a personas mucho más talentosas que él (o a personas realmente talentosas) en el pasado y ahí sigue el mundo. Por otro lado, curioso como no le reproche sus críticas a los otros que también lo encuentran mediocre. Y sí, mi comentario fue frívolo, pero ni el asunto ni el personaje me parece que ameriten otra cosa.
Machete: No las situaciones no son iguales y por eso la comparación no me pareció correcta. No comparto la posición de Rodrigo Prats en el sentido de que las boberías de Cremata merezcan castigo. Lo mejor con esas cosas es ignorarlas porque no tienen consecuencias y la mayor parte de la gente en Cuba no le presta atención alguna a los intelectuales. Y si no, vaya un lanzamiento de alguna revista cultural (La Gaceta, digamos) y vea el número de gente que asiste y la edad promedio. Es cierto que van más a las obras de teatro provocativas, pero hacen catarsis y la cosa se queda. Una vez más, sin consecuencias. Y claro que hay censura en el resto del mundo, empezando por las sociedades occidentales. Lo que es más delicada porque normalmente o las cosas que no gustan no llegan a salir o no reciben difusión y desaparecen bajo la avalancha de novedades que se producen en esas sociedades. Pero claro que hay censura, en todas partes. Lo que se le puede reprobar a la cubana es que tenga tan poca mano izquierda y se deje distraer por boberías.
Visto lo visto, en el pueblo hay muchos censores, los políticos, los estéticos, todos igual de patéticos, y todos, como bien apunta el autor, al no estar orgullosos de sí mismos se esconden tras su imaginada superioridad, qué pena Paco.
“Si lo peor que puede reprocharme es una errata cuando escribo contrarreloj y sin tiempo para revisar con una conexión por dial-up moden a 40 y pico de kbps, con suerte, pues bueno”…para ser tan criticón y atacar tan feo a un artista, le guste o no, tiene ud la piel muy fina, tanta palabrera para justificar una falta de ortografía que además no tiene justificación, si señor, me ratifico, ud es un globo inflado.
2-“Cosas peores le pasaron en nuestro país a personas mucho más talentosas que él (o a personas realmente talentosas) en el pasado y ahí sigue el mundo”….sin comentarios.
Nadie, por última vez, más argumentos y menos ataques personales. Si no tienes de los primeros, ahórrate los segundos. No ayudan a tu posición.
Alguien, trataba de decirle que para acabar con la censura, hay que visibilizar todo lo que también tiene de mezquindad. Hoy han prohibido a Cremata, un artista cubano, y ud se alegra porque no le gustó NADA. Si ese es el uso que le va a dar a su elevado gusto y sensibilidad, lo preferimos cargando piedras porque en esto no, gracias.
Nunca se va a acabar por la censura, a lo más, se cambia por una más discreta. Si no lo cree, a leer historia, conocer mundo y observar a las personas. Pensar otra cosa es ingenuo. O señale país o período histórico sin censura, que soy consciente de que no lo sé todo e igual aprendo algo nuevo. Yo no me alegro por lo de Cremata, me da igual. Me burlaba de él porque no lo respeto ni a él ni a sus censores, pero claro que preferiría que lo dejaran decir lo que quisiera (como le dije a Machete, lo que obviamente no se leyó o ignoró porque es más cómodo pasar por alto lo que le destruira su razonamiento). En última instancia, todo el asunto es irrelevante. Como Cremata.
Rodrigo: todos uds.los culturosos Cubanos,estan formados en la escuela de la mediocridad intellectual,legado de las famosas: “”Palabras a los intelectuales”.La cltura bien entendida,en la modernidad sobre todo,solo debe tener un censor: el Publico que la consume,en fin la taquilla,la galleria,etc,,, .Hay publico para todo y solo hay que cautivarlo,engancharlo.La Academia,es solo eso,no hace la obra,aunque se la metan por la cabeza al publico,lo que no gusta,no vende y lo que no vende,no es popular.Ejemplo: por cinco lectores de Garcia marquez,habra uno de cortazar!1La academia,dira otra cosa,pero Garcia es mas conocido,leido que cortazar….y que?? cada cual cumple funcion en el arte,en el mensaje.Lo otro son conceptos esteticos,de especialistas que siempre se quedaran en ese circulo.Dejen a la gente mandar su mensaje,por favor!!!
Alguien, sus pueriles conclusiones son como el arroz con pollo sin pollo, lo único que esperaría es que no esté en sus manos el destino de ningún artista u otro ser humano, porque gente como ud, que se cree tantas cosas, no sabe cómo han jodido a los demás, práctica al abuso durante tantos años. A la mediocridad y a la envidia les gusta vestirse de largo, eso es viejo.
En las madrugadas (…) cuando detengo un momento la lectura, por ejemplo, de J.M. Coetzee, (…). Uyy, q cultura Dios mío. Estos neoperiodistas, los de este sitio y los de los neositios q ahora pululan en nuesta pequeña internet, no pueden decir dos palabras sin mencionar lo mucho que han leído, los variadísimos autores que conocen, que solo ellos leen cual iluminados que tienen además la posibildiad de consultar una bibliografía que se torna rara avis. Por Dios, si siguen caminado por el extremo ahorita se topan y se tocan con los tan criticados por ellos mismos, periodistas de Granma, JR, Trabajadores y los demás de su especie estatal. Que es lo q proponen?? La verdad q prefiero a los primeros, pues entre dos males el menor. Remember el tal Carlos M, q es lo peor en panfleto vaclahaviano, y me excusan el neologismo.
Por lo demás, a veces me divierto en este sitio más q con Siro Cuartel, jajaja, este artículo se ha convertido, más q en crítica a la censura, en crítica al propio Cremata y estira y encoge de cuartería ilustrada de los foristas.
acere, estoy hasta la raspa de esta especie de cubanos sabiondo, el neokitch y la babita intelectual, mientras más desprestigian más volaos se creen, espero que el dia que los artistas empiecen a ganar como toca por lo que vendan van a tener que ir a rabiar pa la esquina, ahora otro que arremete contra Carlos Manuel que no pinta nada aqui, pero es asi acere, la eterna mala leche insular.
Samuelito pipo, terminaste dándole la razón al neokitsch, hablaste de todo menos de la censura. Estás hasta el último pelo de los sabiondos y terminas defendiendo al Carlos Manuel q es la mata de la autosuficiencia y la intelectualidad cubana. Tú eres mujer del tipo o q?? Sí no te gustan los sabiondos pa q lo lees y lo defiendes?? Estoy seguro q ni lo entiendes. Rata de cuartería. A mi me molestan tú y el neokitsch, Carlos M y los de su estirpe, los censores y los de su estirpe. Son el extremo de todo, mala leche insular dirías.
Besitos. jajajaja.
Nota: Te hablé más o menos en tu jerga, pa q no te creas la gran cosa con tu lenguaje carcelario, al final, como Martí, Monte soy entre los montes… el resto de la frase googleala pa q te la aprendas, o le preguntas a Charly esta noche, q ese se las sabe todas.
Caballero, q ripierismo es este?? aquí vamos de lo sublime a lo ridículo, el artículo es sobre la censura, más allá de cremata, o de Alguien, o de nadie, o del neonazi ese o de samuel q parece q es del sindicato de periositas o el propio periodistas con un seudónimo, y luego el otro Justo q salió con el hacha y el cuchillo. Por favor.
Vamos al AR TÍ CU LOOOO.
Carlos Manuel, corre, que te quieren desaparecer, escribe todo lo que puedas, rápido, antes que la envidia moledora te destripe. has cometido el peor de los agravios, eres distinto, y estás destinado al descuartice.
Y ahora salió el carnicero, no le echen más leña al fuego, seamos serios y hablemos del artículo, del tema propuesto, dejen el rifirafe.
Es lo q digo, son los mismos periodistas q se ponen seudónimos para defenderse de las críticas, bueno, acaben de formar su sindicato, o sean humildes a las críticas, q no dejan de tener razón, el NeoKitch tiene razón en lo q dice, al menos yo lo suscribo, a veces los periodistas -no todos, q aquí todo el mundo sabe quiénes son-, se ponen metatrancosos, hiperintelectuales, y todo el tiempo tienen q estar blasonando de lo mucho q han leído como si eso fuera un escudo para protegerse de muchas otras cosas, como la propia vida y su realidad q es mucho más rica q todos los libros juntos, (ojo extremistas, q no dije q no es muy necesaria la lectura) eso es cierto, pero un buen periodista o escritor es aquel q le escribe al pueblo llano, en lenguaje potable, sin ser soez, vulgar, excesivamente coloquial, y ese es el objetivo de este sitio, escribirle al pueblo q es al q quieren convencer de algo. Los demás, q se vayan para una revista especializada, no se, en filosofía, arte, o corte y costura. Pero no hay necesidad de ese nuevo estilo todo barroco, lleno de símiles, parábolas, lenguaje intrincado, autosuficiente, no en un sitio popular como este, q ojo de nuevo, popular no quiere decir inculto ni falto de seriedad, ni q se deje de transmitir ideas, pensamientos y q sea educativo en lo cívico, pero por favorrrrrr, sean humildes,maduren muchachos escribientes, ese no es el periodismo q quiere la mayoría, pq además, se tornan manipuladores y eso lo saben. Lo q se quiere es proposición, sugerencia coherente, no ira insultante ni hipercriticismo, q ya sabemos adonde lleva eso.
Y en el otro extremo están de nuevo el Neo q tiene razón en lo q dice pero se torna irónico, hiriente, los dos presidiarios esos de Samuel y el justo, el carnicero q ahorita le dicen q es una moledora de carne, y los nadie, alguienes y etc.
Seamos serios y tratemos de ser equilibrados en el debate de ideas, último pedido. Y por favor, si alguien va a responder mi criterio, sea respetuoso, y q diga algo, no barbuceen más.
Entras aqui y en vez de uno te encuentras par de articulos. El del periodista de momento se torna invisible cuando leemos el que abajo está y se escenifica no ya en un sitio de debate sino en un solar de Centro Habana alrededor de una mesa de dominó y con varios tragos en la cabeza.
El cubano no solo se las sabe todas, se lo ha leido todo y para variar tiene la ultima palabra en todo.
Leoncio Debate de Ideas dices, en centro Habana eso no es posible sin que el organo reproductor masculino no vuele por los aires y si se pone fula la cosa nos vamos arriba a fajarnos, ya no importa si cremata o si el crematorio, lo que importa es si yo tengo la razon la impongo y si no agachate que viene la galleta.
En fin me muevo a la seccion deportiva a ver como esta la bronca por ahi, esta estan al censurarla.
Bueno , esto es lo que da la censura, trasciende a Cremata, a Carlos Manuel, o es que acaso se cree que la censura institucional no se ha chorreado a todas las capas, a cuánta gente han machacado en nombre de los CDR por ejemplo, y quiénes eran los censores, el Ministerio de Cultura?, algún otro ministerio?, no señor, la censura ha caminado sola, de la mano de ideologías y también de la envidia, si señor, a muchos les encanta ver cómo fríen al otro, se regocijan subiéndole la candela a la cazuela, no hay más que ver la alegría de algunos al grito de “más quemao queda más rico, achicharradlo!!”.