El peso y el Ce-U-Ce
una tarde se encararon
en CADECA y conversaron
como cubanos de a pie.
Lo que hablaron yo lo sé
porque todo fue grabado.
Un diálogo improvisado,
décimas oreja a oreja,
en cuanto echaron la reja
y pusieron el candado.
PESO CUBANO:
Yo soy el peso cubano
–en lo ajado se me nota–
una moneda patriota
que pasa de mano en mano.
Yo no soy este “fula-no”,
invento provisional,
que no tiene ni historial
pero se cree muchas cosas.
Yo tengo Historia. Tu rozas
lo snob, lo circunstancial.
CUC:
Yo soy Peso Convertible,
peso joven pero fuerte,
moneda que se convierte
en todo (todo es posible).
Soy, frente al peso insufrible,
el verdadero dinero.
Convertible en Bucanero,
en aceite y en jabón,
en pollo, en leche, en jamón,
en viajes al extranjero.
PESO CUBANO:
El pobre CUC lo inventó
algún torpe economista
jugando al capitalista
Pero nunca se enteró.
Es un Dólar, pero no.
Un Euro, pero cuidado.
Vaya economista osado,
que se quedó, el muy panoli,
igual que en el Monopoly:
Con money pero “arrancado”.
CUC:
Yo soy el CUC, el “cuquito”
el “fula” en jerga barrial
el sustituto oficial
del ya obsoleto “chavito”.
Yo valgo igual que el “maldito”
papel verde americano
y que el Euro (tan lejano).
Yo soy la moneda dura,
la pesadilla segura
del pobre Peso Cubano
PESO CUBANO:
Tú eres una marioneta
en mano de los mercados.
No sabes de los mandados,
No entiendes qué es “la libreta”.
Seis libras de azúcar prieta
nunca has podido comprar.
Eres un peso vulgar
que todo lo corrompió.
Por tu culpa se inventó
el vocablo “jinetear”.
CUC:
Radio Bemba anda diciendo
que me van a jubilar
y yo quiero protestar,
decir que no lo comprendo.
Tantos años resolviendo
entuertos de economía
me legitiman. Diría
que me dan autoridad.
Yo merezco, de verdad,
premio a la anti-plusvalía.
PESO CUBANO:
Qué triste. El CUC no se entera,
y a mí me da pena y risa:
se cree de verdad divisa,
se cree moneda extranjera.
Entérate, tú allá afuera
no tienes ningún valor.
Tú eres, y eso es lo peor,
un bluff, un fraude, la nada.
Una moneda inventada
para el mercado interior.
CUC:
Desde que el Peso Cubano
entra en la shopping también
Ya no me siento tan bien,
tan útil ni tan cercano.
En el caimán antillano
todo pasa y todo queda.
Y el tener doble moneda
ha sido (o es) al final
un doble play salarial.
Otro “sálvese el que pueda”.
PESO CUBANO:
Mr. Euro, Mr. Yen.
Sir Dólar americano,
yo soy el Peso Cubano,
yo tengo valor también.
A ver si me explico bien
y me entienden al final.
Aunque a veces esté mal,
aunque me estén mal-vendiendo
yo soy y seguiré siendo
la Moneda Nacional.
CUC:
Yo soy y he sido testigo
de los cambios insulares.
Hasta los no populares
tuvieron que ver conmigo.
Sustituyo al “enemigo”,
al dólar americano.
Y aunque te duela, mi hermano,
como de alcance careces,
valgo 25 veces
más que tú, Peso Cubano.
PESO CUBANO:
Según cierta información
(se dice por todos lados)
están tus días contados,
saldrás de circulación.
Cuando esté la situación
económica normal,
tú, peso experimental,
vas a desaparecer
y yo volveré a tener
relevancia salarial.
CUC:
Para que en los gastos diarios
tú no acumules desprecios
tendrán que bajar los precios
o que subir los salarios.
Tus valores son precarios.
y solo sirves, lo sé,
para el pan, para el café,
y para el agromercado.
Como estás tan devaluado
cualquiera te mete el pie.
PESO CUBANO:
Antes, cuando no existía
la dualidad monetaria
a todos la vida diaria
más fácil se nos hacía.
Antes, cuando yo valía
no había cuentas secretas
ni milagrosas recetas
ni ostentoso consumismo,
ni era tan grande el abismo
entre pobres y “macetas”.
LOS DOS:
CUC: – Cierra ya la boca, Peso.
PESO: – Cállate tú, Convertible.
CUC: – El diálogo es imposible.
PESO: – Hay cambios, te irás por eso.
CUC: – Como hay cambios (y en exceso)
mejor no llevarnos mal,
no vaya ser que al final
dé un giro el que nos legisla
y el dólar sea en la Isla
la Moneda Nacional.
Tremendo esoooo ,tanto dolor rimando con la risa .
Muy Bueno Alexis, !!!
Gracias Pimienta, eres genial, cubanísimo