6 de enero. ¿Cabalgata
de los tres Magos de Oriente?
¿Reyes Magos? Mucha gente
en Cuba no cree sensata
esta tradición que trata
de expandirse en nuestra zonas.
¿Son magas esas personas
disfrazadas con regalos?
¿Pero son buenos o malos?
¿Y el camello? ¿Y las coronas?
Melchor. Gaspar. Baltasar.
Los Reyes Magos de Oriente
en Cuba no hallan ambiente
para echarse a cabalgar.
Baltasar, Melchor, Gaspar,
es normal que se les quiebre
esa católica fiebre
en una isla como esta
que hace décadas no presta
tanta atención al pesebre.
Baltasar. Gaspar. Melchor.
Los famosos Reyes Magos
en Cuba sufren estragos,
tienen ínfimo valor.
“Son Reyes del exterior”.
“Símbolos capitalistas”.
“Lúdicos propagandistas
del capital y el consumo”.
“Otra cortina de humo
para cazar consumistas”.
Pero esta generación,
nuestros infantes actuales,
son víctimas potenciales
de la globalización.
¿Llegará esta tradición
a entrar, quedarse, crecer?
Pensemos, vamos a ver.
Si todo cuesta dinero
¿qué sería lo primero
que habría que resolver?
¿Dónde comprar los regalos,
en qué tiendas mayoristas?
¿Contactos estraperlistas?
¿La “candonga”? Son tan malos
los legales varapalos
del contrabando en La Habana.
¿Y si los para la fiana
porque quebrantan las leyes?
¿Se imaginan que los Reyes
de Oriente caigan “en cana”?
Y aumentarían los presos
por el tráfico de “fibras”.
¡Tres camellos! ¡Cuántas libras
de carne fresca! ¡Qué excesos!
Bisté de camello. Huesos
de camello para sopa.
Camel-steak y una copa
de vino Soroa, asere.
-Pan con camello, ¿no quiere?
-¿Pero es de Oriente o de Europa?
Y luego, los caramelos.
Y más tarde los juguetes.
Y los disfraces. Qué bretes.
¡Se nos caerán los pelos!
Mejor, dejarnos de anhelos
“reales” y clericales.
Ya tenemos orientales
en ciudades y bateyes.
Para que buscar más reyes
que los reyes nacionales.
Rudy Reyes, por ejemplo.
Rey Vicente Anglada igual.
Rey Montesinos… ¡bestial!,
Sarita Reyes, un templo
del humor que aún contemplo
en grabaciones caseras.
¿Y esas bestias extranjeras
con jorobas exteriores?
¡Que más camellos, señores,
que las guaguas habaneras.
Además, ¡si no hay qué dar!
Ni oro ni mirra ni incienso.
Creo que desde el comienzo
esto no iba a funcionar.
En nuestro espacio insular,
en nuestra islita mulata,
no encaja la Cabalgata
ni encaja papá Noel.
¿No habrá, siendo a Cristo fiel,
una fiesta más barata?
En mi época, en los 70,
nos tocaban tres juguetes
por libreta, ¡tres juguetes!,
en mi época, en los 70.
Yo ya he perdido la cuenta
de los juguetes perdidos,
de los tiquets repartidos
el Día del Niño clásico.
Tres categorías: Básico,
No-Básico y Dirigido.
En mi casa éramos tantos
(siete hermanos + pobreza)
que vendíamos tristeza
y alquilábamos los llantos.
Disimulando con cantos
casi nos entreteníamos.
Incluso, nos divertíamos.
Y con los juegos de tres
Jugábamos siete o diez.
Los otros los re-vendíamos.
Yaquis, bolas y pelotas
Eran siempre “dirigidos”.
pequeños entretenidos
aunque con las risas rotas.
Prohibidas las palabrotas.
¡Arriba, niño, a jugar!
Risotadas de solar.
Carcajadas de bateyes.
Magias y juegos sin Reyes.
Oriente era otro lugar.
El Día de los Juguetes
todos cogíamos bolas.
Algunos niños carriolas,
o bates o reguiletes.
Muñecas con coloretes.
Yoyos. Trompos. Bicicletas.
Yo pasé tardes completas
envidiando a mi vecino
porque a mí solo vino
un “manual para poetas”.
Nunca alcancé –niño roto–
un caballo de pedales
ni un avión de los “mortales”
ni un jeep de control remoto.
¿Juguetes caros? ¡En foto!
Ah, pero me divertía.
Me pasaba todo el día
jugando el quimbe y el taco.
E imitando a Telemaco
(dicen que me parecía).
Y ahora dicen importantes
psicólogos que “son malos”
los excesivos regalos
que se hacen a los infantes.
¿Y entre la escasez de antes
y el exceso de ahora mismo
no habrá un punto de civismo,
de contención, de distancia,
que haga feliz a la infancia
sin venderla al consumismo?
Todo puede ser peor.
Haya o no haya Cabalgata,
la tradición crece y trata
de llegar la interior.
Pero no sufras, Melchor.
No te preocupes, Gaspar.
Tu tranquilo, Baltasar.
Que nuestra infancia actualmente
necesita solamente
el último celular.
Postdata: Una pregunta que llevo años haciéndome sobre el Día de Reyes en España
¿Por qué para Baltasar
pintan de negro a un hispano
habiendo tanto africano
con ganas de trabajar?
Vaya fiasco popular,
vaya estratégico error.
¿O en África a lo mejor
–yo no lo sé, les soy franco–
pintan dos negros de blanco
para Gaspar y Melchor?
Divino
Bravo’¡¡¡¡¡ me gustó mucho su escrito, me reí de lo lindo y de lo feo también, y sobre todo recordé mucho de mi infancia y de la de mi hijo ahora, totalmente distintas…….
los invito a ver los precios de los días de reyes en cuba, juguetería de obispo.