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Cuentan que en nuestra ciudad
se vio, entre humanas estafas,
a una ministra con gafas
de sol en la oscuridad.
Que leyó la realidad
con un cristal diferente.
Y yo, al ver mal a la gente.
y estar tan mal el país,
reflexionaré a raíz
de este suceso reciente.
¿Disfrazados? ¡Qué indecoro!
¿Y las manos levantadas?
¿Y las voces acalladas?
¿Y quien dirige este coro?
Sirven en plato de oro
carnaza a los enemigos.
Hay millones de testigos
Y si —oh, ciegos— los negamos,
entonces, todos estamos
“disfrazados de mendigos”.
Propongo que el Ministerio
de Seguridad Social
aproveche el capital
de tanta pobreza en serio.
Esto es tan solo un criterio.
Propongo a los “compañeros”
que, si tantos pordioseros
les parecen algo “artístico”,
se organice el tour turístico
Los actores callejeros.
Repartan por los portales
a personas desgraciadas
y hagan visitas guiadas
por las zonas marginales.
Si es así, si son “normales”
e histriónica su tristeza,
mire usted, cuánta grandeza.
Habrá que dar —con testigos—
a nuestros “falsos mendigos”
el Oscar de la pobreza.
Que organice el Ministerio
“el casting de la miseria”,
solo para gente seria
(deambulantes con criterio).
Al lado del cementerio
que se monte la intendencia.
Y para subir la audiencia
en nuestras televisiones
que se anuncien audiciones
para “extras de la indigencia”.
O, si quiere, pida ayuda.
Anuncie en su experimento:
“Busco gente con talento
para fingir hambre cruda”.
Gente que corre y no suda.
Jóvenes en climaterio.
Y, sin temer vituperio,
deje recién inaugurado
un taller patrocinado
por el propio Ministerio.
Le propongo otro elemento
para excelente fichaje:
un curso de maquillaje
para parecer hambriento.
Aproveche ese talento
que todavía nos dura.
Y en toda nuestra isla oscura
organice, por favor,
el Premio Anual al Mejor
Buceador en la Basura.
Cópiese a nuestros artistas.
Los de las calles y aceras.
Aprendan. Finjan ojeras
estratégicas, realistas.
Son buzos malabaristas.
Gente con más de un ombligo.
Hágame caso, mi amigo,
le garantizo al final
certificado oficial
“Cuentapropista y Mendigo”.
Inaugure —excepcional,
en la sede del Gobierno—
la exposición: El moderno
Arte del Disfraz Social,
galería ficcional
con fotos del deambulante,
del vulnerable farsante
que solo busca dinero:
performance Buzo habanero.
Técnica: show lacerante.
Inaugure con un clic
(pasarela “La Pelota”)
tu línea de ropa rota
(The Homeless Tropical Chic).
Use con bolígrafo Bic
y haga una raya cubana
para que por la mañana
desfilen los disfrazados
con harapos diseñados
por nuestra Dolce GaHabana.
Un finísimo detalle.
¿Por qué no hacer, nada errático,
un reality show mediático,
Supervivientes: la calle.
No hace falta que se ensaye.
Este es un show natural.
Y el tráiler promocional
con doce “actores”, a ver
quién dura más sin comer.
¿El plató? Cualquier portal.
Y también que la TV
con un capítulo diario
organice un Seminario
de Pobreza en 4D.
Arrodillado o de pie
“to’ los pobres son iguales”.
En aceras o portales
miremos para otros lados.
Total, están disfrazados.
¡Son efectos especiales!
La Habana Vieja con fotos
de personas vulnerables,
de falsos e irresponsables
flacos con zapatos rotos.
Use controles remotos
para evitar la estampida
Y en vez de dejar comida
podría dejar plantada
una estatuilla dorada
sobre una mano extendida.
Hambre falsa. Falso tic.
Sobreactuada la indigencia.
Taller de Supervivencia
Creativa-Buzos Chic.
Anuncie otro curso VIP.
Que pasen en todos lados
(jóvenes y jubilados)
un curso de gran belleza:
Aprenda a fingir pobreza
con recursos limitados.
¡Miren a aquel de la esquina!
Vaya bailarín, ¡qué actor!
Coreografía: “temblor
por falta de proteína”.
¿Y la vieja bailarina,
la del percentil tan bajo?
Miren al curda, qué majo.
Deberían darle a él
un diploma y aval del
Ministerio de Trabajo.
Hagamos, no cuesta nada,
pero hagámoslo ya mismo,
una Guía de Turismo
de Pobreza Acreditada.
Dejemos la mano alzada.
Divisas habrá bastante
si seguimos adelante,
y hacemos —yo igual las sigo—
la ruta Falsos mendigos
por La Habana mendicante.
Ante la ausencia calórica
y el indigente histrionismo
explotemos el turismo
de la miseria folclórica.
La gente estará pletórica.
La plata será abundante.
Y otro concurso importante
con alcance nacional:
El Mejor Actor Social
como Buzo y Deambulante.
Por cierto, mención aparte
por su aporte intelectual
merece el documental
¿Pobre yo? ¡Instructor de Arte!
Que ni en Júpiter ni en Marte
algo así se desarrolla.
Y si el Ministerio apoya
que se entregue en El Vedado
Premio Especial del Jurado
“Las Lágrimas sin Cebolla”.
No mire para otra parte.
Lea todo, baje, suba.
¡Qué alivio saber que en Cuba
no hay pobreza: solo hay arte!
¡Vaya forma de inmolarte!
Sea, please, más analítica
y aprenda de forma crítica,
a golpes de realidad
que la insensibilidad
no es una virtud política.
Qué falta de inteligencia.
Qué “ministeriosa” lógica.
Qué performance pedagógica
para enseñar resiliencia.
Esto raya la indecencia.
Hubo diatribas en ristra.
Y ahora que usted administra
nuestro ético calambre:
¿Qué siente al decir que el hambre
solo es teatro, exministra?
¿Recnunció? ¿O la renunciaron?
¿No le aceptaron los peros?
¿Y todos los compañeros
que las manos levantaron
o sentados se quedaron?
¿También se creen superiores?
Todos esos veladores,
poco serios, nada críticos,
disfrazados de políticos…
¡Esos sí que son actores!
