Play para escuchar las décimas en voz de su autor Alexis Díaz-Pimienta:
¿Tú sabes por qué razón,
al creer la tierra esférica,
pudo descubrir América
el gran Cristóbal Colón?
Para esta interrogación
darte una respuesta quiero.
Aquel genovés viajero
de pensamiento profundo
llegó un día al Nuevo Mundo
porque era un hombre… ¡soltero!
Si hubiese tenido esposa,
habría tenido que oír:
¿Qué vas a dónde? ¿A salir?
¿A descubrir qué? ¿Qué cosa?
Respétame, ave roñosa.
No es problema de nosotros.
Que te bajes de esos potros.
Que cambies ese menú.
¿Y por qué tienes que ir tú?
¿Y por qué no mandan a otros?
Ay, papi, cómo se nota
que esto te pone cachondo.
¡Tú todo lo ves redondo!
¿Estás loco? ¿Eres idiota?
Cristóbal, esto me embota.
Cristóbal, calla un segundo.
Cristóbal, que yo me fundo.
Estate quieto, compadre.
¡No conoces ni a mi madre
y quieres descubrir mundo!
Tú quieres que yo suponga
que es verdad, sin que me asombre.
¿¡Y así que sólo van hombres!?
¿Tú piensas que yo soy monga?
No me tires pa’ la tonga.
No me jorobes, mijito.
Te lo digo despacito
sin que me dé el titingó.
¿Y por qué no puedo ir yo
si el jefe eres tú, papito?
¡Pobre Infeliz, mala raza,
Lobo de Mar sin el mar!
¡Ya no sabes qué inventar
para estar fuera de casa!
No me lo tires a guasa.
No te burles más, compadre.
Por los huesos de mi padre
y mi abuela que está muerta.
¡Si cruzas por esa puerta
yo me marcho con mi madre!
¡Sinvergüenza! Qué bajeza.
Qué tremenda hipocresía.
¿Y quién es la tal María?
¿Y quién es la Pinta esa?
Ay, me quedo de una pieza.
Tengo un nudo en la garganta.
Vamos, Cristobita, ¡canta!
Borra esa sonrisa, borra.
¡¿Y quien coño es la otra zorra
que se hace llamar la Santa?!
Mira que eres descarado.
Mosca muerta de rapiña.
¿Y tienes hasta una Niña?
¡Lo tenías to’ planeado!
¿A dónde vas, desalmado?
¿Por qué no quieres llevarme?
Déjate ya de mirarme
con carita de alienígena.
Vas a verte con indígenas
¡A mí no me vas engañarme!
Ah ¿y que la Reina Isabel
va a vender todas sus joyas?
Ya tengo en la voz ampollas,
no me pega este papel.
¿Va a venderlas? ¿A granel?
¿Que va a venderlas por ti?
O sea, ¡¿tú fuiste allí
diciendo que eras viajero
y ella vendió su joyero
no más así, porqué sí?!
¿Me crees imbécil, joder?
¡Una Reina! ¡Mundos nuevos!
Me estás tocando los huevos
y eso que yo soy mujer
¿Y qué tienes tú que ver
con esa vieja tan triste?
¿Qué historieta le metiste?
¡¿O fue otra cosita?! ¡Calla!
¡No permitiré que vayas
a ningún lado! ¿Me oíste?
Que no. No me da la gana.
Que no te vas a embarcar
porque nada va a pasar
si la tierra sigue plana.
¿Quién es Rodrigo de Triana?
¿Otro timador quizás?
¿Y los Pinzón? ¿Otros más?
¡A toditos qué les den!
Así que escúchame bien:
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
Y, según cuentan, Colón,
bajó triste la cabeza
se disparó una cerveza
y medio litro de ron.
Cayó en una depresión.
Pensó en no viajar jamás.
Mas, se divorció y jamás
vio a su mujer, quien, por cierto,
le gritaba desde el puerto
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
(Y se armó tremenda conga
y allí arrolló hasta “la monga”):
Libéralo, Satanás!
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
Cristobal, da marcha atrás,
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
Indias, déjenlo ya en paz
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
Isabel, tú que le das,
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
Marca en la cola del gas,
¡¡Ni te vistas, que NO VAS!!
En fin, ya pueden saber,
que la tierra es esférica,
Y que Colón llegó a América
huyendo de su mujer.
Y aún cuando lo vino a ver
La Parca con su disfraz
para el viaje al Gran Jamás,
dicen que Colón oía
una voz que le decía:
¡Ni te vistas, QUE NO VAS!