…pues para saber lo hondo
y lo trágico del mar
habría que entrevistar
a los que están en el fondo.
Yo, improvisando en el Cotorro,
en 1988 o 89
Noticia de última hora:
El “ya ex presidente” Obama,
al final de su programa
(mientras se despide y llora
elogiando a su señora
y purgando sus “pecados”,
aún con los ojos aguados
y con gestos de last day)
ha derogado la “ley”
de “pies secos / pies mojados”.
Esta norma ha sido clave
para el establecimiento,
estancia y florecimiento
de los cubanos. Que acabe
para unos es algo grave,
para otros algo esperado.
¿Y el balsero que ha entrenado
para nadar milla a milla
entre su balsa y la orilla,
ahora cómo se ha quedado?
Política inmigratoria
de los Estados Unidos,
cuántas nueces, cuántos ruidos,
cuánto hueco en la memoria.
¿Y cómo afecta esta historia
de “pies secos / pies mojados”
a los cubanos varados
en América Central
(que la están pasando mal)
a la espera de visados?
Esta ley les permitía
solamente a ciudadanos
de Cuba, es decir, cubanos,
acogerse a una “amnistía”
o moratoria sombría
para que el que se lanzara
al mar en balsa y llegara
vivo a costas de Florida
(después de arriesgar la vida)
legalmente se quedara.
Los cubanos que llegaran
a los Estados Unidos,
los náufragos, los huidos,
los que al llegar alegaran
(help me, please!), que los salvaran
del comunismo insular
recibían al llegar
permiso de residencia
y en un año (vaya urgencia)
la tan ansiada Green Card.
La norma no se aplicaba
a quien era interceptado
en alta mar (el mojado),
ese a Cuba regresaba.
Había quien se lanzaba
(Weismuller de cuerpo isleño)
nadando en busca de un sueño
hasta tocar tierra… Help!
¡Yo “pies secos”!… (Michael Felps
se le quedaba pequeño).
El caso es que se acabó.
La Ley de Ajuste Cubano
sigue en pie (tarde o temprano
también se irá, pienso yo).
pero Obama liquidó
los “pies secos / pies mojados”,
No más náufragos osados
rompiendo el vidrio del mar
para obtener su Green Card:
su carnet de “refugiados”.
La norma (con agravantes)
creó un real y nocivo
agravio comparativo
con los demás inmigrantes.
Ahora nada es como antes.
Obama acabó esta opción.
Pero esta regulación,
¿a quién favorece ahora?
¿Y por qué tanta demora
para su derogación?
Cuando se empiece a aplicar
la norma, seamos sinceros:
¿veremos menos balseros
jugándosela en el mar?
Como todo va a cambiar,
¿los cubanos emigrados
van a ser considerados
como otros, ilegales,
salvo que pidan, puntuales,
estatus de refugiados?
Obama, vamos a ver,
¿estás intentando ahora
corriendo y a última hora,
antes que estrene el poder
(y lo empiece a deshacer)
Donald Trump (y compañía)
lo que a ti se te pedía
desde tu primer mandato?
¿Gestión de fin de contrato?
Y con Trump, ¿hay garantía?
Todo sigue siendo igual.
Nebuloso. Incierto. Raro.
Te sigue costando caro
el naufragio electoral.
Unos dirán “menos mal”.
Otros dirán “qué dilema”.
Y hay quien dirá, “su problema”.
Pero yo, con mil esfuerzos,
cierro mi crónica en versos
con un antiguo poema.
Para amistades y extraños
compartiré (porque sí)
un poema que escribí
hace ya 22 años.
Suma de miedos y daños.
Deudas con mi Yo sincero,
grito de no-marinero,
no-náufrago, no-migrante,
les comparto mi angustiante
“Seguidilla del balsero”.
Seguidilla del balsero
(o Rapsodia de agosto)
Sosténme, balsa bendita,
sobre mi propia esperanza.
Confía en mi voz y avanza.
Sosténme, balsa bendita,
ahora que una aleta grita
su hambruna de martes trece.
Paciencia, a ver si aparece
algún buque fantasmal.
Noche, miedo, espuma, sal,
ciudad que desaparece.
¿Hacia dónde vamos? ¿Quién
nos indicará el camino?
Viento del sur, remolino,
laberinto hacia el edén.
Hablen poco, remen bien,
seremos ricos mañana,
digan adiós a La Habana
brújula loca, terral,
oh, balsa, bálsamo, bal…
oh, madre, oh, Virgen reglana.
¿Hacia dónde vamos? ¿Dios
nos indicará el camino?
Agua, sol, Willy Chirino,
qué hambre, qué frío, qué tos.
–Vamos a remar los dos.
– Asere, cállate un poco.
–¿Loco?
–Que te calles.
–¿Loco?
Good morning, good bye, yes, yes,
jamón, coca cola, inglés,
Pluto y el Pájaro Loco.
Oh, balsa, bálsamo, bal…
oh, tromba de agua infinita.
Rema, reza, llora, grita,
canta el Himno Nacional.
¿Es la génesis del Mal?
¿apocalipsis del Bien?
¿Hacia dónde vamos, men?
La Calle Ocho es una ola.
Pasa cerca una bal-sola
y yo estoy solo también.
Cojímar hemingwayano:
El Joven y el Mar. La muerte
chapotea y se divierte,
Cojímar hemingwayano.
No te preocupes, mi hermano,
“japines is e uarg gan”.
Madre fue a comprar el pan.
Madre solloza en la orilla.
Madre nada en su mejilla.
Madre no cree en Supermán.
Sosténme, balsa bendita.
Sosténme, Virgen reglana.
Sosténme, vieja patana.
Sosténme, balsa maldita.
Sosténganme, Jane y Chita:
Juan no, Johnie es que me llamo.
Sosténme, mujer que amo.
Sosténme, Dios, si me quieres.
Madre, no te desesperes:
cuando llegue te reclamo.
La Habana, agosto de 1994
Inmenso Alexis, muchas gracias, por regularnos tus versos en noticia y reflexion.
Agarren la colita cubanos malcriados. Jua jua jua.
Por favor, adviertanle al cubano que piensa venir a USa con pasaporte que NO PIDA LEY DE AJUSTE NI ASILO en el aeropuerto pues no los van a dejar entrar y mucho menos si traen pasaporte de una segunda nacionalidad. Es mejor que pasen como turistas y se queden tranquilitos un año y un dia y luego se pueden acojer a la ley de ajuste.
adoro!