Cuba entera se halla alerta:
la televisión confirma
que el terrible huracán Irma
está tocando a su puerta.
Cada palma se ve muerta.
Ladra con rabia la mar.
Y en todo el suelo insular
ante el peligro inminente
el ateo y el creyente
rezan en el mismo altar.
Virgen de la Caridad
protege a Cuba completa,
no dejes que nos someta
el tiempo a su voluntad.
Un tácito Padrenuestro,
un isleño Avemaría,
un salve, un credo, una guía
de luz para el suelo nuestro.
Todos con un ambidiestro
acto de fe y contrición,
todos con una oración,
una gran jaculatoria,
un rezo por la memoria
y por nuestra salvación.
Virgen de la Caridad
protégenos, por favor,
de la muerte y el dolor
la furia y la tempestad.
Hay quien reza sin saber.
Hay quien sin saberlo implora.
Hay quien sin ensayos ora.
Hay quien no sabe qué hacer.
Pero todos desde ayer
se multiplican por mil
y estrenan frente a lo hostil
plegarias de fe y sudor
al Santo Estado Mayor
de la Defensa Civil.
Virgen de la Caridad
protégenos de los vientos,
de sus embates violentos,
de la lluvia y su crueldad.
Huracán, tromba, ciclón,
meteoro, torbellino,
borrasca gris, remolino,
vendaval, baguio, tifón,
galerna, perturbación,
animal que tanto aterra,
desvía tu rumbo, yerra,
equivócate, huracán,
olvida al verde caimán,
aléjate de mi tierra.
Virgen de la Caridad,
que a todo cubano auxilias
protege a nuestras familias,
cuida nuestra propiedad.
Ya en Cuba emplea la gente
el lenguaje de la ciencia:
qué línea de convergencia,
que masa de aire caliente,
la vaguada, el medio ambiente,
la zona de altas presiones,
ciclones, anticiclones,
isobaras, isotermas…
aguas y nubes enfermas,
tormentas y depresiones.
Virgen de la Caridad
si este huracán llega y pasa
haz que soporte mi casa
su tremenda brusquedad.
Boletín Informativo:
el huracán Irma pasa
como una gran amenaza
para lo inerte y lo vivo.
¿Preocupación? Hay motivo.
Lluvia irascible, cerril.
Vientos de rabia febril.
Irma con negros pasquines
dictando los boletines
de la Defensa Civil.
Virgen de la Caridad
te ruego, en mi sano juicio,
que no sufra mi edificio
un ataque de ansiedad.
De pronto el señor Barómetro
(todo presión atmosférica)
discute de forma histérica
con el señor Anemómetro
(que debió ser Intensiómetro,
por su medición eólica).
Sufren la imagen bucólica
y el encanto paisajístico.
El miedo es tan poco artístico,
la lluvia es tan melancólica.
Virgen de la Caridad
vela por la Gran Antilla.
de una orilla a la otra orilla,
en el campo y la ciudad.
Más tarde el señor Pluviómetro
(todo lluvia y con ronquera),
le pregunta por Rubiera
al viejo señor Termómetro
y este le pregunta a Higrómetro
(todo sudor y humedad).
Y este busca, sin maldad,
con devoción de teólogo,
la cara del meteorólogo
oculta en el Meteosat.
Virgen de la Caridad
haz, con tu fuerza de isleña,
que nuestra isla pequeña
supere esta enfermedad.
Ante el embate atmosférico
y el cisma climatológico
hay pleito meteorológico,
hay debate estratosférico.
El viento se pone histérico.
El mar se pone peleón.
Vozarrón del ventarrón.
Cruces en los ventanales.
Cifras en hectopascales.
Colas para el pan y el ron.
Virgen de la Caridad
protégenos de otros daños
aunque el techo lleve años
enfermo de gravedad.
Hay ruegos a Yemayá
Hay ruegos a Babalú.
Ruegos en lengua bantú.
Ruegos a Ochosi y a Oyá.
Hay ruegos a Obatalá.
Ruegos a Marx y a Fidel.
Ruegos de aguardiente y miel,
de tabaco y cascarilla.
Ruegos de fango y arcilla.
Ruegos que erizan la piel.
Virgen de la Caridad
si haces lo que estoy pidiendo
te juro que me encomiendo
a la santa trinidad.
Todo el mundo está podando,
destupiendo alcantarillas,
clausurando ventanillas,
ventanas empapelando.
En cada calle hay un bando,
un camión en cada acera.
Viene el animal, la fiera,
la bestia, la marabunta…
Y todo el mundo pregunta:
¿dónde está el Doctor Rubiera?
Virgen de la Caridad
cuida en todos los sentidos
a los más desprotegidos
de toda mi vecindad.
En fin, que Irma ya está aquí,
tras peinar en abanico
a Barbudas, Puerto Rico,
Dominicana y Haití.
De San Antonio A Maisí
hay alarmas necesarias
Y entre las extraordinarias
y defensivas tareas
voces creyentes y ateas
siguen mezclando plegarias.
Virgen de la Caridad
yo, militante y ateo,
te juro que en ti sí creo,
que tu eres Mi Santidad.
Virgen de la Caridad
cuida bien a nuestra gente
y llévate solamente
lo feo y la suciedad.
Virgen de la Caridad
danos la luz y la mano
para que ningún cubano
sufra golpes de orfandad.
Virgen de la Caridad
yo, borracho empedernido
si nos proteges me pido
el Carnet de Sobriedad.
Virgen de la Caridad
aunque el fuerte huracán venga
que ningún cubano tenga
destrozo en su propriedad.
Virgen de la Caridad
protege a nuestros paisanos.
Que el sol refulja en tus manos,
que llovizne claridad.
Virgen de la Caridad
protege a mis compatriotas.
Que el sol se ponga las botas
y cuide a nuestra ciudad.
Virgen de la Caridad,
ay, Virgencita del Cobre,
que ya está bien con ser pobre,
protégenos de verdad.
Si esta horrible tempestad
no nos hace tanto daño
te amaré más cada año
Virgen de la Caridad.
Tan ingenioso y veráz! Me encantó
Buenísimo!