Han intentado subir
el precio en los almendones,
por las especulaciones
que provoca el mal-vivir.
Tuvo hasta que intervenir
El gobierno en el asunto.
Y llegamos a este punto
Tan polémico (lo sé)
Como un cubano de pie
en voz alta me pregunto.
¿Cómo se puede subir
El precio a los viajes diarios
Sabiendo que los salarios
No alcanzan para vivir?
¿Cómo se puede exigir
Más dinero a los pasajes
Y poner nuevos peajes
Al cotidiano remedio
Cuando el salario promedio
No alcanza para seis viajes?
¿Ha sido por la escasez
Y el precio del combustible?
Pues me parece imposible
La solución, ¿no lo ves?
Un viaje que cuesta diez
Ya es duro para el de abajo.
No tiremos a relajo
La disparidad sabida
Entre el precio de la vida,
El salario y el trabajo.
Si por doña Gasolina
No podremos ni comer,
¿qué nos quedará, volver
a la bicicleta china?
¿Y también la medicina
la vamos a “inflacionar”?
¿Si viajas a trabajar
Esta semana no comes?
¿En cuanto tres taxis tomes
Renuncias a masticar?
Si sabemos que las guaguas
Son escasas y tardías,
Que en transporte, viajes, vías,
Nuestro sistema hace aguas,
No nos pasen las “jimaguas”
Por encima, eso da corte.
No pierdan de pronto el norte
y a otro status no se muden,
Que ustedes son, no lo duden,
Nuestros héroes del transporte.
Porque de todas maneras
Ustedes, almendroneros,
Son los héroes verdaderos
De todas las carreteras.
De no ser por sus carreras
Su inventiva, su energía,
Su esfuerzo del día a día
En continuo movimiento,
Solamente el 10 por ciento
Del pueblo trabajaría.
Se les debería dar
Algún reconocimiento
Por poner en movimiento
A la masa popular.
Se debería premiar
Su aporte a la vida urbana
Pues sobre todo en La Habana
(La ciudad que más contemplo)
Ustedes son un ejemplo
De la inventiva cubana.
Propongo la creación,
Sin que haya truco ni engaño,
Del Premio Almendrón del Año
Dado por la Población.
Puede ser la votación
Secreta, oculta, genuina.
Y al que ganando termina
Premiado por el pasaje,
Se le da el kilometraje
En petróleo o gasolina.
Premio al Mejor Almendrón
Por su Musical linaje
Al que no ponga en el viaje
Un disco de reguetón.
Premio al del Mejor Timón.
Al Trato más Campechano.
Y Premio al chofer más sano,
modesto sin disyuntiva
Al que maneje y no exhiba
El fajo gordo en la mano.
Premio Verlo Pa’ Creerlo,
Al conductor Increíble
que no compre combustible
por la izquierda, de estraperlo.
Premio Yo También Se Hacerlo
Al almendronero que
Desde Playa o Santa Fe
Al Vedado o Centro Habana
Una vez a la semana,
Realice el trayecto a pie.
Tras los reconocimientos
Y el elogio popular,
Ya saldrán a trabajar
Cada día más contentos
Sin hacer experimentos
De callejera inflación.
Y cuando la situación
Mejore la economía
Celebraremos el Día
Nacional del Almendrón.
Como siempre genialll
Los salarios no alcanzan porque los boteros se reúnen y deciden cuánto va a cobrar un obrero en una fabrica o un contador en una oficina o un abogado o medico. Claro como ellos ponen los salarios e inflan los precios de la gasolina, destruyen las calles, son los boteros los que impiden importar carros nuevos y venden en las tiendas motores usados aprecio de mercedes benz completo y claro son los boteros los que mandan a los inspectores y policías a extorsionarlos. Y claro como el carro no es privado decir que van a cobrar lo que entiendan que vale su trabajo es una blasfemia , como el estado lo paga todo los arreglos los mantenimientos, el combustible, no puede ser que los boteros suban los precios que se han creído que tienen derecho a defender su nivel de vida muy duramente ganado pues no .si no hay petróleo por el dos pues se paga el doble y se acabo ¿Qué van a trabajar lo mismo por la mitad del beneficio? pues que se fastidien por avariciosos mira que pretender vivir bien con el fruto del trabajo honesto si cuando yo lo digo son unos especuladores .
me parece insostenible que un taxista sea rico, y el cirujano cardiovascular (que puede q un día le salve la vida al propio taxista) sea pobre o no le alcance el salario cogiendo estos taxis para ir a trabajar asu hospital salvando vidas. aquí la pirámide está invertida (yo diría q ya es una viga, pues no se sabe cual es la punta o no) y las cosas hay q ponerlas en su sitio de una vez. es absurdo q un taxista sea rico, q de hecho no es el dueño del carro el q lo trabaja… en fin… no tiene sentido ya hablar de lo q sabemos viene sucediendo hace más de 20 años.
ro, solo la sutil ironia de tu comentario, me hace agradecer el el texto que la motiva. No es la primera vez que quienes producen o brindan un servicio son los depositarios de las culpas por los males del pueblo, el enemigo util, la cortina de humo ante la inoperancia o la mala fe
Genial esta redaccion! Buen trabajo.
Antoine, el problema no es que los taxistas se hagan ricos, el verdadero problema es que los cirujanos sean pobres.
Los boteros son unos desconsiderados. Ya que solo se aprovechan de la situación actual del transporte. Para explotar a los pobres trabajadores. Que estan desesperados por llegar a su centro de trabajo. Y no consiguen agarrar un Metrobus a las 7 de la mañana. Deberia aplicarsela pero bien. Ese cuento de los altos impuestos es pura paja. Hasta ahora han pagado lo mismo. Al contrario me consta que muchos evaden impuestos.
A los defensores de no sé que cosa, dime un país que no regule el precio del transporte…
ME PARECE BIEN TOCADA
ESA PARTE DEL PROBLEMA
ES MUCHO PEOR EL TEMA,
LA COSA ES MÁS COMPLICADA
EN UNA ISLA CONGELADA
CUALQUIER MOVIMIENTO LEVE
SE APLASTA CONTRA EL RELIEVE
Y ESTE CHOCA CON TU RIMA
QUE HA VENIDO A CAER ENCIMA
DE LO ÚNICO QUE SE MUEVE
El gran problema que se trata, según dicen, es de arreglar que haya una correspondencia entre lo que gana un cubano medio (25 CUC) y lo que le cuesta transportarse a su trabajo y otras actividades, ya que el transporte publico no es capaz de garantizar esa necesidad del que trabaja por 25 CUC al mes, y ante tal disyuntiva, aparece un solo “malo” y con ello se trata de enmascarar la responsabilidad de los otros “malos” de la ecuación.
Para hablar con objetividad habría que decir que por lo menos hay una “responsabilidad compartida” entre los boteros que defienden un “privilegio económico” alcanzado, no sin trabajo, y un “estado monopólico” que fija los salarios que no le alcanzan al cubano para pagar el precio del “almendrón”; de la responsabilidad del mismo estado que impone tasas de ganancia de hasta un 240% a productos de primera necesidad como leche, aceite, artículos de aseo personal, etc. que es necesario adquirir en las TRD en una moneda que “vale” 25 veces mas que la moneda en que recibe su salario el cubano; de un estado que tiene la responsabilidad de garantizar un transporte publico que cubra las necesidades de la población, pero que no es capaz de hacerlo y que además esta cerrado a permitir otras soluciones que no sean dictar restricciones.
Por otra parte, si miramos la circulación de vehículos, en la Ciudad de la Habana sobre todo, es fácil detectar que la inmensa mayoría de los autos que circulan no son los “almendrones” que transportan parte de la población, sino que la mayoría son miles y miles de autos estatales que transportan “burócratas” con cargos de dirección pertenecientes a Ministerios, Empresas, Poder Popular y organizaciones revolucionarias (PCC, UJC, CTC, FMC, ANAP y un larguísimo etc.) y que utilizan esos medios de transporte, con gasolina y repuestos garantizados y pagados por el estado, en función del trabajo si acaso en un 30% y el resto para resolver asuntos personales y familiares.
Por todo lo anterior creo que presentar el problema del transporte en La Habana como una “lucha” del Estado, “protector del pueblo” contra los “boteros explotadores” es por lo menos un enfoque equivocado y hasta hipócrita y que sin dudas existen otras muchas medidas que por lo menos contribuyan a atenuar el problema de la discordancia del salario contra precio del transporte, además de la de regular precios.