Para Ian Padrón y mi hijo Axel
¡Quien nos lo iba a decir!
Anoche en las Grandes Ligas
fuerzas y voces amigas
no nos dejaron dormir.
Yulieski volvió a vestir
su uniforme en Las Mayores
y los cubanos, deudores
de la pasión beisbolera,
fuimos una noche entera
lejanos espectadores.
Los fanáticos cubanos
metidos en los hoteles,
entre cervezas, cocteles
y televisores planos.
Grandes gestos con las manos.
Expectativa, algazara.
Ayer fue una noche rara
(Día de Todos los Santos).
Y evocamos a unos cuantos
para que el Yuli ganara.
Fue esta nuestra Champions League
(con nuestra Marcha Radezky)
¡Yasiel Puig contra Yulieski!
¡Yuli contra Yasiel Puig!
Todo “good”, “excellent”, “big”.
Entusiasmo deportivo.
Cuba asiste al pleito altivo
por la Tele, a lento paso,
con un día de retraso.
Y en los hoteles, en vivo.
Primera Serie Mundial
que se transmite en 60
años… sacando la cuenta,
más de medio siglo. (Mal).
Los que pueden, al final
buscan una opción cercana.
Cualquier hotel es ventana
Para esta fiesta de estreno,
Para ver béisbol del bueno
en plasma o pantalla plana.
El duelo Yasiel-Gurriel
exacerba las pasiones.
Se habla en todos los rincones
de béisbol a otro nivel.
El Yuli está en un plantel
que ha hecho tremenda faena.
Pero algunos sienten pena,
miedo de verlo en la grama.
En Cuba tenía fama
de fallar a la hora buena.
“Aquí no ganaba nada”,
“Ni una Serie Nacional”.
“Se fue tarde”. “Menos mal”.
“A ver”. “La suerte está echada”.
La Serie llega empatada
a la última discusión,
Puig es enorme bastión,
está ya consolidado.
Yuli… ¿se ha recuperado
del doble play en Japón?
Los Astros no habían ganado
nunca la Serie Mundial.
¡55 años! (Mal).
Todo Houston preocupado.
Y los Dodgers a su lado
eran el team favorito.
Hasta que llegó “el hijito
De Lourdes” y… ¡triunfo, gloria!
Cambió de golpe la historia
de un team que estaba maldito.
Nuestro Yulieski Gurriel,
el otrora industrialista,
el espirituano artista
del bate (a cualquier nivel),
llegó a las Grandes y fiel
a la tradición cubana
jugó como aquí, en La Habana,
jugó como el padre hizo:
este era otro compromiso
con su gente espirituana.
Cambió su imagen un día:
pelo hirsuto a la intemperie,
y en Houston, en plena serie,
se armó la Yulimanía.
Todo el mundo se vestía
con el 10 –¡vaya sorpresa!
Imitaban la grandeza
del Yuli, ídolo local,
con el 10 en el dorsal
y “una piña” en la cabeza.
Y se pusieron de moda
las pelucas de Gurriel.
“Piñas” como las de él,
look de Jedi o maestro Yoda.
Marketing puro. “No joda,
bróder, qué peinado es ese”.
Pero al Yuli le parece
que está más cerca del cielo.
Mientras más le crece el pelo,
más en el juego se crece.
Y se vuelve un referente,
el gurú de su dogaout.
Hit, foul, strike, dedball, out,
no importa, el Yuli presente
le sirve a toda su gente
como una terapia buena.
Yuli, el de la Gran Escena,
si da un jonrón, qué revuelo.
Todos le tocan su pelo,
le acarician la melena.
Yuli se vuelve un chamán,
“su pelo da buena suerte”.
Y su piña se convierte
en capilar talismán
de los Astros. Un titán,
cubano, de piel mestiza.
Crea moda, se eterniza.
Lanza el pitcher… ¡Swing completo!
¡Jonrón! Y al público inquieto
el cabello se le eriza.
Y toda Cuba erizada.
Pelos hacia el infinito.
(Hasta el cóctel favorito
ahora es la “piña colada”).
Cuba entera “engurrielada”,
niños, jóvenes y viejos.
Las mujeres sin complejos.
Insular Yulimanía.
Y todos: “Yo lo sabía”,
“Lo dije”, “Va a llegar lejos”.
Ahora se ha vuelto un genuino
fan que lo busca y alaba
el mismo que le gritaba
nombretes en el Latino.
En la Virgen del Camino,
en Moa, en el Cacahual,
en Morón, en su natal
territorio espirituano:
Ahora no existe un cubano
que hable de Yulieski mal.
Con esta Serie Mundial,
ha logrado el Yuli, el 10,
que renazca el interés
del deporte nacional.
Ahora el entusiasmo es tal
que Cuba entera renace.
Cada gesto y cada frase
son un elogio preciso.
Ya nadie piensa en qué hizo.
Ya todos cuentan qué hace.
Y como en la capital
no hay tupés con su peinado,
mucha gente se ha comprado
una piña natural.
Llegan al Parque Central,
con piñas de hirsuta piel.
Trozos de piña a granel.
Jugos de nuestra campiña.
Los vendedores de piña
aman todos a Gurriel.
No ganó con Industriales.
Con Santi Spíritus, nada.
Con el Cuba: malhadada
su memoria: pifias, males.
Hombre de Series Mundiales,
jugador de trazos finos,
llegó torciendo caminos
a las Mayores, y allí,
fue veni, vidi, vici
el refrán de los latinos.
Con Altuve y con Correa,
el Yuli –el otro Gurriel–
jugó un inmenso papel
para estas nuevas preseas.
“Qué bien bateas, fildeas,
corres y tiras, cubano”,
decía el fan houstoniano,
grabando en letras de fuego
el rendimiento y el juego
del joven espirituano.
Se destacó tanto, tanto,
que el escándalo llegó
y una sanción intentó
tornar su alegría en llanto.
“Ofendió, pero no tanto”,
comenta el fan nacional.
Aunque un mal chiste gestual
sobre unos ojos rasgados
se percibe en muchos lados
como una ofensa racial.
Dos sanciones (a escoger):
dos juegos de la final
de la gran Serie Mundial
sin un centavo perder;
o una gran multa y… A ver,
the next year no estrenarse.
¿Y él qué decidió? Quedarse
y hacer el play off entero.
Prefirió perder dinero,
que el sueño de coronarse.
“300,000 fulas son
mucha pasta, mucha guita,
pero a mí nadie me quita
el sueño de ser campeón”.
Y el Yuli siguió en acción.
Y llegó al séptimo juego.
Yu Darvish se subió luego
al montículo, pitcheó
y el Yuli se disculpó
casco en mano. Bien. Sin ego.
Termina el juego final.
Los Astros son los campeones.
Gritos, saltos, emociones.
Entusiasmo general.
Retumba la capital
de Cuba, ¡vaya semana!
Todos los fans de La Habana
con el entusiasmo suelto.
Y Yuli Gurriel envuelto
en la bandera cubana.
Termina el séptimo juego.
¡Astros de Houston, campeón!
Un huracán de emoción.
Euforia, feliz trasiego.
Espíritu veraniego
aunque el año peina canas.
El pleito sobre si gana
o no gana se ha resuelto.
Y Yuli Gurriel envuelto
en la bandera cubana.
Se acabó la transmisión.
Gran bullicio en los hoteles.
Unos pierden los papeles.
Otros se bañan con ron.
¡El Yuli Gurriel campeón
en una liga lejana!
A la afición antillana
el entusiasmo ha devuelto.
Y Yuli Gurriel envuelto
en la bandera cubana.
Los Dodgers, los favoritos,
han salidos derrotados.
Los “nuevos”, los estrenados,
han roto todos los mitos.
Hay vítores infinitos
en la ciudad houstoniana.
En la tierra espirituana
cualquier debate es disuelto.
Y Yuli Gurriel envuelto
en la bandera cubana.
Frente a los televisores
cubanos y americanos,
unidos aunque lejanos,
felices espectadores.
Son enormes los clamores
por los Astros, fiesta sana.
Gracias a una piña-humana
Houston bien se ha desenvuelto.
Y Yuli Gurriel envuelto
en la bandera cubana.
Cinco a uno el marcador.
Séptimo juego, final.
Se va la Serie Mundial
y va a ganar el mejor.
En cada televisor
el deporte nos hermana.
Fin del play. Marea humana.
Todo el estadio revuelto.
Y Yuli Gurriel envuelto
en la bandera cubana.
Es el 2017.
¡Astros de Houston, campeón!
Al fin (¡vaya expectación!),
cae el out 27.
Por fin el béisbol promete
(y cumple). Houston se ufana.
Por fin el Yuli se gana
el anillo apetecido
¡¡Y se pasea vestido
con la bandera cubana!!
Coda infantil
Y el pequeño Chamaquili*
que no sabe de Big League,
ni de Kendry ni de Puig
ni del astro Riquimbili,
desde la radio de un Willys
“vio” el juego anoche (qué diestro).
Y hoy preguntó a su maestro:
– ¿Eso de anoche en el Norte
fue otro triunfo del deporte
revolucionario nuestro?
* Chamaquili, el Niño Poeta, es el personaje protagonista de una serie de libros para niños escritos por Alexis Díaz-Pimienta e ilustrados por Jorge Oliver Medina, publicados en Cuba por la Editorial Abril. Hasta la fecha se han publicado 10 títulos.
payaso espirituano
Me parece que estano convirtiendo a Gurriel en una damisela a lo Kardashian,están exagerando,que no lo hizo mal,Ok, pero tampoco fueron números imprecionantes,un periodista hasta escribió que seria el novato del año,nada más lejos de la realidad,no estuvo ni cerca de los números de Aaron Juged,José Abreu en su primera temporada estuvo mucho mejor y no escribieron tanto.
Buen poema….Yuli… ¿se ha recuperado
del doble play en Japón?….Una aclaracion: el doble play nada tuvo que ver con Japon.Fue en Pekin 2008 y lo hizo Corea del Sur…..Eso le pasa a cualquiera…Mas con el Gran bullicio en los hoteles.
Unos pierden los papeles.
Otros se bañan con ron.
Wauuu!!! jajajaja
publique en el granma esa poesia amigo
Muy buen poema!! (aunque un poco largo) Buen trabajo amigo 😉
Cubanísimo
Alexis, de corazón
es grande como poeta
y se merece completa
sin atajos, la razón.
Cuando versa del campeón
De Yuli, muy halagüeño
Que entre risas y desgreños
ahora desde el “exteriol”
Con calidad y béisbol
logro su mayor empeño.
Las DÉCIMAS excelentes
del buen POETA “Pimienta”,
hay que tenerla en cuenta,
por su cadencia latente.
Yo las tomo por simiente
porque me gusta su enfoque;
y su delicado toque
en cada VERSO plasmado,
donde deja reflejado
lo escrito, sin descoloque.
Manuel Mejía Sánchez-Cambronero, de la MANCHA DEL QUIJOTE, Ciudad Real (ESPAÑA).-
Henryry con todo respeto, cuentame de tus logros
dime a que te dedicas
por que a una estrella criticas
y lo tildas de payaso
seguro que eres un caso
de esos que mueren de envidia