Ya se cumple un año del llamado 17D, día trascendental en el que los gobiernos de EE.UU. y Cuba dieron a conocer al mundo la decisión de restablecer relaciones diplomáticas y de avanzar en un proceso de normalización que deje atrás el embargo y la hostilidad. Hoy el mercado de la Isla se muestra bien interesante para inversionistas y empresarios norteamericanos.
La Universidad de Pennsylvania y Momentum, Knowledge@Wharton, en colaboración con OnCuba, organizaron el pasado noviembre, un viaje de cuatro días para empresarios norteamericanos, como parte de la Misión Saber, iniciativa para explorar posibilidades de inversión en la Isla.
Wharton ha coordinado importantes conferencias sobre Cuba, en las cuales he participado como conferencista: la Cumbre Cubana de Oportunidades, la Cumbre del Consejo Corporativo Cuba-Estados Unidos, y la Cumbre de Infraestructura, Finanzas e Inversión en Cuba.
Ya les había advertido a mis amigos de Wharton y Momentum, que era imprescindible que los participantes y protagonistas de estas conferencias visitaran Cuba. No se puede hablar seriamente de un país y menos de posibilidades e intenciones de invertir en él sin conocerlo, respirarlo, intercambiar con su gente. Es necesario entender quiénes somos como nación, como pueblo, nuestra cultura, idiosincrasia y tener contactos y charlas con funcionarios, en especial con los encargados de llevar a cabo las reformas económicas y con los responsables de la inversión extranjera.
Wharton escuchó y vino a Cuba con un grupo de ejecutivos, empresarios, inversionistas y representantes de algunas de las empresas más importantes de EE.UU. Tuve la oportunidad de acompañarlos durante todo el viaje y en las intensas reuniones, conocerlos –ya conocía a la mayoría–, interactuar, observarlos mientras comprendían Cuba. Después de casi una semana vi que quedaron convencidos de algunas cosas fundamentales:
Que no es arrogancia cuando decimos que Cuba es un país maravilloso, útil, fértil en todos los sentidos. Que las oportunidades, tal como he dicho muchas veces, son infinitas. Pero Cuba es un país con características muy peculiares donde, por ejemplo, el dinero tiene menos valor que la confianza; y la confianza y las relaciones humanas son vitales para materializar una gestión de inversión. Que existe un embargo económico crudo y real –ellos no tenían idea de las consecuencias–, con un impacto crudo y real no solo en la macroeconomía, sino directamente sobre quien más vale: la familia cubana.
En mi opinión, el aprendizaje profundo de estos hombres y mujeres de negocio después de esta visita a la Isla, fue que el “activo” más importante –hablando en términos contables–, el “valor esencial” a las oportunidades, es y será el pueblo de Cuba, la gente, los protagonistas de los cambios.
faltan 16 días aun para el 17D como tu le has puesto
Estimado Hugo Cancio: Primero que todo , mi respeto por su labor.
Soy un cubano que aunque lejos, llevo la isla conmigo; no hubo un solo dia en que al despertar mi primer pensamiento no fuera la isla y su gente, mi gente.
Soy parte de ese pueblo que se alejo porque en un momento determinado perdi la esperanza de tener y darle a mis hijos la oportunidad de luchar por una vida digna.
Estoy absolutamente de acuerdo con usted en que todos debemos luchar en contra del bloqueo económico por ser este un acto retrógrado , inhumano e injerencista.
Se que usted esta al tanto de la problematica cubana, su entusiasmo es muy motivador y se que esta lleno de sanas intenciones , pero respetuosamente creo que en muchos de los articulos que leo en este sitio, el problema cubano se aborda desde una perspectiva unilateral.
La opinión de Pablo Milanes de que el gobierno de Cuba no confia en su propio pueblo es compartida por mucha gente, muchos de los que estamos lejos y muchos de los que todavía hoy se van, lo hacen por esa razon.
Como revertir ese fenómeno?, Se podra hacer algo para que eso suceda? O es que los cambios que Cuba necesita dependen solo del gobierno?.
Pienso como usted que lo mas importante en Cuba, mas importante que el dinero es su gente, es lamentable que esa gente, todavia hoy y sin esperanza, se sienta atada de pies y manos.
Israel Gonzalez
Si, es una lastima que la gente, lo que mas vale de Cuba, se vea obligada a salir de su Patria en busca de una vida decorosa.No es solo el embargo americano el que hace la vida miserable al pueblo, el gobierno tambien da pocas señales de ayudar a que esa corriente se revierta.
Sí, Hugo, su gente, ¿Y?
Y al mismo tiempo lo que MENOS VALE es su gente.
Lo digo como cubano. Que tiene que lidiar a diario con ‘lo mejor’ de Cuba. Y en respuesta al título, que no parece conectado con el resto.
Hay por lo menos dos (de)generaciones de cubanos que se perdieron y no precisamente por la emigración.
Se fue mucha cosa buena, pero también mucha tralla (que pone el nombre de Cuba por el piso).
Al mismo tiempo lo que quedó atrás y es mayoría es de APAGA Y VÁMONOS.
Claro, como los que leen pueden ser parte de esos conglomerados ¡pondrán el grito en el cielo! y me acusarán de mil males, acostumbrados como están al chovinismo politizado que ellos dicen repeler, pero al final practican a diario con el ejercicio de todos los defectos producidos en las últimas cinco décadas.
coincido con el escrito 100% ,lo que dice pablo milanes es su criterio ,que escriba y cante buenas canciones no quiere decir q hable en nombre de todo el pueblo de cuba,aunque a veces pienso que el se lo cree.
Cuando dices que el pueblo de Cuba, el el responsable de los cambios. Cuantas con los millones de cubanos que forman la Nacion Cubana y que no viven en el territorio de la isla. Acaso no son cubanos. Muchos de ellos tienen el capital y la voluntad de hacerlo. Digame Hugo.
Un buen artículo de prensa de los que salen muchos a diario. Comparto la mayoría de los criterios que en él se expresan sobre nuestra linda Cuba, país maravilloso, de gente maravillosa que no se acaba de hacer justicia. Algún día tendrá que ser. Por cierto el bloqueo o embargo como lo llaman los gringos, indudablemente nos ha hecho daño a todos los cubanos, en muchos sentidos, entre ellos el económico, pero también nos ha dejado daños en el alma y los sentimientos que aún no se valoran en toda su dimensión. El éxodo de cubanos que se padece a diario, en parte estimulado por la política de robo de cerebros, es muy grave para la sociedad y su futuro, pero más dañino aún es el desperdicio de cerebros que padecemos a diario en nuestro país. ¡Cuántos y cuántos talentos desperdiciados por falta de oportunidades!
Hugo, gracias por sus artículos. Siempre lo leo. Me interesaría conversar con usted, acerca de un proyecto que tengo entre manos. Conociendo su amplio mundo cultural y relaciones. Por favor contácteme. Gracias.
Rosa María