Muy probablemente, Johannes Zukertort no hubiera canjeado su reino por un caballo, pero habría dado la vida a cambio de una combinación sobre el tablero. Esa era, a su modo de ver, la clave secreta de la felicidad.
El polaco, un romántico en toda regla que fue discípulo del legendario Adolf Anderssen, representó un poder insuperable para todos los jugadores de su tiempo, excepción hecha de aquel irascible Wilhelm Steinitz que lo derrotó en el primer match oficial por la corona, efectuado en Nueva Orleans en 1886.
(En realidad, Zukertort resultó abrumado por la capacidad defensiva del barbudo de Praga, y en el afán de llegar a la victoria mediante el ataque incesante y la elegancia de los golpes tácticos, jamás comprendió que la acumulación de pequeñas ventajas era un magnífico recurso para garantizar el punto).
Zukertort era un todoterreno del talento. Se dice que cursó estudios de química y fisiología, que tenía un doctorado en medicina y fue crítico musical, editor de prensa, combatiente en tres guerras, asombroso políglota, esgrimista avezado y experto en el uso de las armas de fuego. Su memoria era un portento, y la explotaba a fondo jugando partidas a la ciega.
Hacia 1883, las capacidades creativas del polaco habían tocado el cielo, y así alcanzó entonces el triunfo mayor de su carrera cuando aventajó a todos (aun a Steinitz) en el fortísimo Torneo de Londres. Y justo allí, a costa del poderoso Joseph Blackburne, firmó la pieza que le abrió espacio en todas las antologías del arte ajedrecístico.
Zukertort, Johannes – Blackburne, Joseph
Defensa India de Dama, Londres, 1883
1.c4 e6 2.e3 Cf6 3.Cf3 b6 4.Ae2 [En 1883 no se daba gran importancia a la apertura, la lucha no comenzaba hasta el medio juego.] 4…Ab7 5.0-0 d5 6.d4 Ad6 7.Cc3 0-0 8.b3 Cbd7 9.Ab2 De7?! [Si esta posición se jugara en nuestros días, las negras jugarían 9…Ce4, o bien la sugerencia de Zukertort, 9…c5, o más probablemente 9…a6!, evitando la jugada blanca que sigue.] 10.Cb5 Ce4 11.Cxd6 cxd6 12.Cd2 Cdf6
Zukertort opinó que era mejor 12…f5, pero las blancas tendrían ventaja con 13.cxd5 Axd5 14.f3, seguido de e4; visto con más de un siglo de distancia se considera como mejor 12…Cxd2!, por la razón que veremos luego.
13.f3 [Jugada natural, y razonable, pero lo mejor era 13.Cb1!, para f3, y luego Cc3, y e4, evitando que las negras se desprendan de su “pieza superflua, y no valdría 13…e5? 14.f3 Cg5 15.dxe5 dxe5 16.Aa3, ganando.] 13…Cxd2 14.Dxd2 dxc4?! [Era de considerar 14…Aa6!?. Si 14…Tac8 seguiría 15.cxd5 Axd5 16.e4! quedando las blancas con un juego muy superior] 15.Axc4 d5 16.Ad3 Tfc8 [Zukertort comentó: “Al parecer, Blackburne subestimó la fuerza del ataque que sigue. Más prudente habría sido dejar esta torre en su lugar y ocupar la columna abierta con la otra torre”. Pero esa afirmación es discutible, a 16…Tac8 podría seguir 17.a4!.] 17.Tae1!
Steinitz: “Una jugada excelente. Las blancas no tienen nada que temer en el flanco de dama y prosiguen con su plan de ataque en el centro”.
17…Tc7?! [Una jugada rutinaria, doblar las torres en la columna abierta se mostrará insuficiente, lo mejor era 17…a5! con idea de cambiar su pasivo alfil, y en caso de 18.De2, crear contrajuego con a4.] 18.e4 Tac8 19.e5 Ce8 [Según Steinitz, es mejor 19…Cd7 para proseguir con Cf8 y desde allí defender el punto débil ‘h7’.] 20.f4 g6? [El propio Zukertort criticó esta jugada, era preferible 20…f5! y en caso de 21.exf6 Cxf6, las negras tendrían contrajuego con un oportuno Ce4.] 21.Te3 f5 22.exf6!
“El comienzo de una combinación maravillosa”, opinó Yusupov.
22…Cxf6 [Las negras planean crear contrajuego con Ce4, e invadir campo blanco por la casilla c2. La posición está por llegar a un punto crítico. No obstante, queda claro que los elementos estáticos blancos no parecen mejores que los negros, ya que ambos tienen tres islotes de peones, y la debilidad negra de e6 quizás esté compensada por el peón aislado blanco de d4.] 23.f5 [“El principio de una operación combinativa a gran escala”, escribió Steinitz.] 23…Ce4 24.Axe4 dxe4 25.fxg6!!
Esta inesperada jugada, que permite a las negras penetrar con su torre en c2, amenazando ganar pieza, tuvo que ser prevista inevitablemente por Zukertort mucho antes. “La esencia de la idea sobre la que se basa esta extraordinaria combinación, dista de ser evidente”. (Romanovsky) Lo que Zukertort aplica, además de una capacidad de cálculo formidable, es el principio del tiempo. Si el negro se entretiene en ganar el alfil de b2, las consecuencias serán irreparables, ya que el ataque sobre el rey blanco, estaría muy avanzado como para intentar una defensa.
25…Tc2 [Si 25…hxg6 26.Tg3 Dg7 (no son suficiente defensa 26…Rh7 27.d5 e5 28.d6 Td7 29.Th3+ Rg8 30.dxe7 Txd2 31.Axe5, ganando; ni 26…Dh7 27.Tf6 Tg7 28.Th3, etc.; como tampoco 26…De8 27.Dh6 Tg7 28.Th3; ni 26…Rg7 27.d5+ e5 28.d6) 27.d5 Tc2 28.Dxc2 Txc2 29.Axg7 Rxg7 30.dxe6, ganando.] 26.gxh7+ Rh8 [Si 26…Rxh7 27.Th3+ Rg8 28.Dh6, y en caso de 26…Dxh7? 27.Tg3+ Rh8 28.d5+ y hay mate forzado] 27.d5+ e5 28.Db4!!
Esta espectacular jugada, tiene un fundamento táctico elemental: desviación de la dama enemiga en su defensa de e5.] 28…T8c5 [La dama es inmune, si 28…Dxb4 29.Axe5+ Rxh7 30.Th3+ Rg6 31.Tg3+ Rh6 ( 31…Rh7 32.Tf7+ Rh6 33.Af4+ Rh5 34.Th7#) 32.Tf6+ Rh5 ( 32…Rh7 33.Tf7+ Rh6 34.Af4+ Rh5 35.Th7#) 33.Tf5+ Rh6 34.Af4+ Rh7 35.Th5++; Contra 28…Dg7, o 28…Dg5, decide 29.Tg3; y si 28…Te8 sigue la elegante 29.Tf8+! Dxf8 ( 29…Txf8 30.Dxe7; 29…Rxh7 30.Dxe4+ Rg7 31.Txe8, etc.) 30.Axe5+ Rxh7 31.Dxe4+ Rh6 ( 31…Rg8 32.Dg6+) 32.Dh4+! Rg6 33.Tg3+ Rf5 34.Tg5++.
29.Tf8+!
Steinitz comenta aquí: “En conjunción con el juego precedente de las blancas, este movimiento constituye una de las más hermosas combinaciones jamás concebidas sobre el tablero. Faltan palabras para describir nuestra admiración por la alta maestría con la que Zukertort jugó esta partida”.
29…Rxh7 [Si 29…Dxf8 sigue 30.Axe5+ Rxh7 31.Dxe4+ Rh6 (31…Rg8 32.Dg6+) 32.Th3+, y mate en pocas jugadas.] 30.Dxe4+ Rg7 31.Axe5+ [ 31.Tg8+! era otro camino, 31…Rxg8 32.Dg6+ Dg7 33.De8+ Df8 ( 33…Rh7 34.Th3+ Dh6 35.Df7+ Rh8 36.Axe5++) 34.Tg3+ Rh7 35.Dg6+ Rh8 36.Th3+ Dh6 37.Axe5++.] 31…Rxf8[Si 31…Rh6 32.Th3+ seguido de mate] 32.Ag7+ Rg8 33.Dxe7 1-0
LA FRASE: “Me mate o no el ajedrez, debo estar preparado para morir sin previo aviso”. Johannes Zukertort.