No, no se trata de una dirección de la Siguaraya City del mañana, cuando nadie descarta que alguna calle lleve el nombre de algún patriota nacido o por nacer en esta bendita tierra que dejó sin “i griegas” a la península helénica…
“Yosvany, 53”, quizás alguien se acuerde, era una frase de Los Campeones o Los Pequeños Campeones, unas aventuras de cuando yo era fiñe, o quizás deba decir, de cuando las aventuras se podían ver. 53 era la nota que había sacado el protagonista en una prueba, y que en su cabeza se repetía como un eco lapidario, como una condena, como constatación de que andaba descarriado y debía enderezarse. Y para eso, nada mejor que… jugar pelota.
Yo disfruté mucho aquel serial, sobre todo porque en la ficción –¿dónde si no?– el equipo de mi provincia quedaba campeón, gracias a Bienvenido, un chama con dinamita en la recta. Una curiosidad, mi equipo también conquistaba el título en la película En 3 y 2, supongo que para dejarle claro al espectador distraído que estaba viendo una obra indudablemente ficticia.
Tampoco tenía edad para juzgar aquella propuesta con rigor, y solo al pasar los años me percato de ciertos pecadillos, como el final panfletario, cuando los peloteritos de aquí derrotan a unos yumitas –todos rubios y mascando chicle- con jonrón del héroe, aquel Yosvany que decidió redimirse tras sacar 53 puntos en un examen.
Aquellas aventuras también legaron otra frase, “cosas de Teodoro”, refiriéndose a los desmanes y sinsentidos de un mandamás del béisbol infantil, que hacía y deshacía a su antojo y conveniencia, favoreciendo al muerto de Willy, el hijo de un “manacher” cúmbila, por encima de Yosvany, cuyo padre era un entrenador conflictivo. O sea, como quien no quiere las cosas, se hablaba de nepotismo, abuso de poder, favoritismos y otras situaciones que no parecen pasar de moda.
Nadie olvida las aventuras de antes y por algo es. No solo tenían mejores actores, sino mejores tramas. Yo nací acabándose la década del ‘70, y de la primera aventura que tengo un recuerdo -doloroso- fue Juan Quinquín en Pueblo Mocho. Estaba yo en el Círculo, y la noche anterior había visto a Julito Martínez cruzando un río sobre una palma caída, y a mis 4 años quise hacer lo mismo en el borde de una fuente: acabé con par de puntos en la cabeza, y la certeza de que nunca sería equilibrista…
Después vinieron otras que nutrieron nuestros juegos infantiles: con El Halcón nos dio por soplarnos los puños para hacer como un fotuto, luego con El Capitán Tormenta cantábamos “el capitaaaaan… tormentaaaa… al enemigooooo se enfrentaaa… se sube en la muralla y enseña la pa…” ejem…
También cuando dieron El Puma nos daba por saltar y tirar una patada como Fidel Pérez Michel, y con Orden de Ataque andábamos con nuestras pistolitas de plástico pegados a las paredes, como si al doblar la esquina nos fuéramos a topar con una patrulla de la GESTAPO…
Además, cada serial le aportó alguna frase o personaje al argot popular: cómo olvidar a Tony Menéndez en Furia Blanca exclamando “mi caballito lindo”. ¿Y nadie recuerda cuando decíamos que algo pasaría Cuando bajen las estrellas?
Soñamos con recorrer el país como Pequeños Fugitivos, huyéndole al Babujal y a los irrepetibles Bandurria y Quiroga, o empinar aunque fuera una chiringa como los Papaloteros, fajaos con cualquier Cutú Cutú… Con Shiralad la onda era retener un buche de agua en la boca, fajarte a las espadas y luego soltar aquella babaza como si fuera sangre, igual que el guerrero de la presentación, en cámara lenta y cantando haaaaay valor, en los ojos de quien lucha por amoooor…
Sin embargo, no creo que ninguna aventura haya calado tantas frases en nuestra jerga como Hermanos: desde el “Muchachos, caráj…”, pasando por “A mi nadie viene a decirme lo que tengo que hacer con lo mío”, “Lorenzo Iznaga… por cobarde y por traidor”, “Domingo Carmona, cazador de bandidos”, “Aquí está Juan Calesero, el que le levantó la mano a su amo”, “Cógelo, Cundo” y el imperioso “¡Lorenzitoooooooo!”. Ahhh, televisión de la buena, de esa que te anclaba frente al Krimm 218 o al Caribe cada día a las 7:30, hasta que Miriam Ramos te avisara que ya la noche se estaba haciendo vieja y allá en al patio dormía una flor…
Creo que solamente los policiales del domingo superaron a las aventuras en frases imprescindibles para la televisión. En particular Su Propia Guerra, que relató las hazañas del Tavo, dejó joyas como el inefable “Yo soy el Pury en Lavana… Y te busco… Y te encuentro!”, “Tavoo… tú ere ambori sisiñanga, panganioni, guari-guari”, “¿Qué talla e´locura tú usa?”, “¿Tú quiere ver como te viro tó esto al revé y lo tienes que pagar tú?“, “Fiera tú no… ¡Fiera yo!” o aquel climático “Macario… hijoeputa”, que acabó con una cabeza partía y sin trucajes… Vaya, que esos guiones metían “coquito con mortadella”.
Y en esa educación televisiva estuve hasta que entré a la Beca, y después por una cosa u otra, dejé de ver aventuras, pero jamás olvidé las que me tocaron… ¿Cómo recordarán las suyas los que estuvieron antes y vinieron después? Espero enterarme con sus comentarios. Yo por ahora… koniec.
¡Qué época aquella de buenas “Aventuras”, Charlie! Yo que también nací a mediados de los ’70 recuerdo además ‘Los incapturables’, ‘Enrique de Lagardere’, ‘El corsario negro’, y ‘Guillermo Tell’ (de cuando se hacían en vivo) o un poquito más para acá ‘El Mambisito’ y ‘El águila’, que por cierto, es de esta aventura de donde salió lo de la sopladera de manos entrelazadas, como hacía el entonces joven Manuel Porto. Definitivamente, ¡buenos recuerdos! Lástima que cada vez sea más difícil encontarse con algo medianamente similar en la TVC. Al parecer, habrá que resucitar a Erich Kaupp.
Somos contemporáneos Charly, por lo que pude vivir mucho de lo que comenta en el artículo, leerlo me ha traído gratos recuerdos y un poco de añoranza de aquellos tiempos.
Mucho ha mejorado la tecnología y técnicas de hacer televisión, pero aquella con excelentes actores, historias interesantes que contar y creatividad, lograron(y logran si la volvemos a ver) lo que difícilmente pueda apreciarse ahora.
Ya no veo mucha TV cubana, cada vez que tengo oportunidad busco Tras la Huella o Vivir del Cuento, pero siempre recurro a programas de aquella época que marcaron nuestra infancia.
Por cierto hace unos días busqué el “Había una vez”, el programa que contaba los cuentos en esa etapa, Meñique, Camarón Encantado y demás, jejeje, tampoco tenía como criticar ese programa en aquel entonces, pero era agradable verlo. Por mi parte los veo como parte de la preparación para el primer bebé jejeje, me armo de un arsenal de cuentos que desde ya, aun sin nacer, le estoy contando. Así tendrá otras historias que escuchar y no solo las de guardaespaldas o camareras que se casan con Millonarios, pobres que se ganan millonada de dólares y demás.
Estimado Charlie: yo nací cuando casi acababa la década del 80, pero igual tuve la oportunidad de ver las hermosas aventuras que describes. Mi herma te faltó la de los mambises, no recuerdo el nombre. En una ocasión cuando hacia me tesis de grado en el JR, escuché que los originales se habían perdido en el ICRT, puede ser, todo pasa en Siguaraya City. Ese tipo de aventuras nos hacían más niños, y al mismo tiempo más hombres, y mujeres. Lástima que no las pongan de vuelta. Un abrazo enorme desde el sur, mi ambia, mi consorte, me has echo recordar momentos inolvidables. Te cuento, varios amigos, aún el la Universidad, nos manejábamos, aún los hacemos, con los códigos de los dibujos de Elpidio. Por eso, si puedes, déjanos un papelito en la montura con tu correo, así te podremos dar algunas ideas. tal vez te ayuden cuando tengas que frotar la lámpara. Gracias y suerte.
Emilio, es esa misma de Manuel Porto, en mi memoria era un halcón y no un águila, pero bueno, si la hicieran ahora se llamaría, con suerte, el Cernícalo y recemos porque no hagan un Aura Tiñosa… Un abrazo
La aventura de Fidel Pérez Michel era el Jaguar , se ha equivocado de felino.
Javi, dijo Mirtha Ibarra en Casa de las Américas, y yo estaba ahí, que una tremenda serie que pasaron cuando yo era fiñe, El Hombre que Vino con la Lluvia, la borraron porque las cintas hicieron falta para otra cosa… Y yo me pregunto… ¿no pudieron haber cogido otras, las de La Cueva de los Misterios, por ejemplo?
Coño, no puse una con los animales… El Puma por el El Jaguar y El Halcón por El Águila… Gracias a los comentaristas…
las madres en esa epoca eran las mas ofortunada ala hora de la comida. que madre no puso el castigo de que si no comes no ves las aventuras. en mi caso eso siempre funciono y no dejaba de comer .que tiempos mas lindos.almenos los que nasiomos en los 70 como yo tubimos esa dicha.
Charly, las dos existieron. Era la época de las aventuras con nombres de animales y las adaptaciones de los grandes clásicos. El Águila de Manuel Porto y El Halcón de Jorge Villazón (basada en una novela turca de los ’50s), que más tarde tuvo un nefasta especie de segunda parte con El Halcón Blanco y otro actor encarnando al hijo de Mehmed, el Halcón.
Magnifico articulo sin dudas! Algo similar ha pasado con los dibujos animados cubanos de aquella epoca y los pocos que hemos visto realizados recientemente. Acaso la imaginacion de los escritores se acabo tambien en el 90?
Por cierto, la frase “Aquí está Juan Calesero, el que le levantó la mano a su amo”, pertenecía a “Sol de Batey”. Y que me dicen de los muñequitos y su aporte a la jerga popular? “Mientes, rata inmunda”, “Lo vamos a hacer natilla de papilla de pure de talco”
Asi mismo!
– Yo vine embarcao guardia, me trajo este que es un antisocial
– Y ahora, que ha tocao ese?
– Tocate Maria Silvia
….. y muchas otras que sin dudas dan para otro articulo. Gracias!
Pepe, la frase esa es de Hermanos, lo que el actor que hacía de Juan Calesero era el mismo que hacía de Kiko el del quitrín de Sol de Batey… Por cierto, esa nos dejó “oh, oh, charito”
Esas aventuras que marcaron a una generación en Cuba es mejor conservarlas intactas en el recuerdo, porque creo que nuestro ojo crítico está más entrenado para ver los “pecadillos”. Quienes debían verlas son los creadores sin creatividad como ejercicios para aprender cómo se puede hacer algo perdurable, como en la época en que “las guerras se hacían con calma”, quise decir, se trabajaba con deseos.
Soy de su misma época y recuerdo perfectamente todas esas aventuras. Fijé mucho “Su propia guerra” y junto a mis hermanos hacíamos uso y abuso de alguna que otra frase que para nosotros, quedaron para la historia. Fueron seriales bellos. Como olvidar “Algo mas que soñar”, que aun en la distancia del tiempo, me hace sollozar con la muerte de Ignacio. Y comparar hasta el cansancio ese grupo formidable de actores con mi grupo, el de mis hermanos porque sí, los de siempre.
A ciencia cierta no creo las nuevas generaciones tengan mucho que recordar. Quizás sí, sus intereses ya no son los mismos y lo que tal vez nos parezca mediocre a ellos no.
De cualquier manera, gracias por los recuerdos. Definitivamente nos hacen volver a vivir.
La mejor aventura de todas fue la versión cubana de “El Prisionero de Zenda”. Miguel Navarro en una actuación estelar que puso a temblar a todos los “fiñes”. Recuerdo incluso que cuando aún en Cuba no se hablaba de alargar o acortar los dramatizados de la TV, acorde con los gustos de la audiencia, Erick Kaupp tuvo que poner uno o dos capítulos de más para poder rematar bien a los malos y que los buenos fueran felices comiendo perdices.
Quien no se acuerda de Yosvany…53, y lo repetían con efecto dramático, lo que se jugaba yosvany era que no iba a jugar más pelota…
Magnifico articulo cuantos recuerdos y nostalgias, no supe de Hermanos ya parece q había salido a esa altura, pero q me dicen del “lobo fantasma” a q aventura pertenecía???
Y estampada como letra en mi vocabulario quedó “Dejamme bibbib la bidda Tomasa”
del inolvidable Kico en nuestro ya clasico Sol de Batey, cuando llega a la Habana. Gracias t doy con lagrimas en mis ojos y un nudo en la garganta.
el lobo fantasma era del jaguar, que era como se llamaba la aventura de perez michel,con ubaldina queiroz y la vieja carilda, jaja.
G R A C I A S
Así de grande y repetida,como desde niña mi delirio es la te me veía todo lo que caia,y muchos de antes de tu nacer,pero en un momento por mi mente pasaron todos y cada uno de los personajes que mencionas y aunque bien lejos de esta tierra recuerdo con cariño los buenos ratos que pase en compañía de todos ellos
Caballero yo se que esto les dará risa pero quien de ustedes no recuerda El Kukumí se despierta los Domingos ,Chiralá y el pujo inentendible de Conrak…Seguro muchos no se acuerdan de este ultimo pues es un pujo…Y en los otros días te ponían los de siémpre,El Zorro con sus 20 temporadas,Lazi,la hija de Lazi,la nieta y la tatara nieta de lazi,Rintinti y la Brigada Canina,Fliper con su pico postiso de lo viejo que staba y los muñequitos Rusos para que mencionarlos,pero sin dudas hoy por hoy diera lo que séa para rememorar un ratico de esa televición.
tengo 42 años y me he deleitado con todas esas menciones sobre aventuras de antaño..y sus frases memorables…dios…antes habian menos recursos en la tv cubana y se hacian joyas que aun hoy recordamos con nostalgia, hoy en dia meten cada clavo y los protagonistas los buscan en la calle porque casi ninguno sabe de actuacion….que tomen nota de los verdaderos animales de la generacion de oro de cuba, THAIS VALDES, PATRICIO WOOD,ISABEL SANTOS,BEATRIZ VALDEZ,LUIS ALBERTO GARCIA Y ROLANDO BRITO, los protagonistas de una gran serie cubana que no se memciono ALGO MAS QUE SOÑAR…..gracias miles