ES / EN
- mayo 9, 2025 -
No Result
Ver todos los resultados
OnCubaNews
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
OnCubaNews
ES / EN
Inicio Opinión

Tres ideas sobre la muerte de George Floyd y las protestas en Estados Unidos

La rodilla en el cuello de George Floyd no es un acto individual, es el peso de un sistema político en el que el afroamericano, además de pobre y discriminado, aparece primero como sospechoso de delinquir que como buen ciudadano a proteger.

por
  • Arturo López-Levy
    Arturo López-Levy
junio 1, 2020
en Opinión
3
Un grupo de manifestantes protesta en Las Vegas el 30 de mayo de 2020 por la muerte de George Floyd, un hombre negro que murió asfixiado estando detenido por la policía el pasado 25 de mayo en Minneapolis. Foto: John Locher/ AP

Un grupo de manifestantes protesta en Las Vegas el 30 de mayo de 2020 por la muerte de George Floyd, un hombre negro que murió asfixiado estando detenido por la policía el pasado 25 de mayo en Minneapolis. Foto: John Locher/ AP

Los acontecimientos de la última semana en Estados Unidos, empezando por la muerte del afroamericano George Floyd por abuso policial en Minneapolis, generan preocupación y análisis a lo largo y ancho del país, y en el resto del mundo. Más allá de demandar justicia en el caso de Floyd, las protestas expresan el rechazo a un sistema con varios niveles de ciudadanía y desigualdades con relación a su protección y la aplicación de justicia.

“Dejen de matar gente por ser negra” y “¡No puedo respirar!” dicen algunos de los carteles que llevaban manifestantes durante una protesta por la muerte de George Floyd el 26 de mayo del 2020 en Minneapolis. Foto: Jim Mone/ AP

En medio de tanto rifirrafes de redes sociales en las que tirios y troyanos usan la violencia policial y la de los protestantes para arrimar la brasa a su sartén ideológica, conviene reiterar un conjunto de convicciones al centro de las tradiciones que han hecho avanzar a Estados Unidos, como el gran país que es. Esas convicciones son centrales a la cultura republicana y democrática a la que conviene retornar:

1- El tratamiento discriminatorio a las minorías como un patrón institucional constituyen una injusticia estructural que niega la igualdad ciudadana consagrada en la enmienda XIV de la constitución. La rodilla del policía en el cuello de George Floyd no fue un accidente de un funcionario, ni una casualidad. Atender a las causas estructurales donde se origina esa discriminación institucional debe ser una cuestión de integridad y decencia ciudadana. Volver al orden no puede ser volver a esa normalidad. El repudio a la violencia policial y sus patrones de discriminación racial necesitan estar en el centro de la campaña electoral que se abre.

2- El derecho a la protesta civil es un componente esencial del ordenamiento republicano y democrático de EE.UU. Expresar disenso ante los abusos del gobierno o sus representantes es una tradición estadounidense desde la declaración de independencia. Dicho esto, la democracia no se sustenta en el disturbio de la muchedumbre en las calles o las plazas, sino en su participación ordenada en las instituciones políticas. Todo el respeto que se merece la protesta pacífica no justifica la violencia contra el orden, la propiedad y las personas. Condenar esa violencia, y a los agitadores y provocadores radicales, a derecha e izquierda, que la alientan, es también una cuestión de integridad ciudadana.

3- Demandar como cultura ciudadana la condena a la violencia de los protestantes radicales tanto como a la de los policías no implica tratar los temas como equivalentes. La violencia policial es estructural, institucionalizada. Va dirigida contra la vida de un segmento de la ciudadanía y cercena su libertad de modo permanente. En el segundo caso se inicia en ataques a la propiedad, que por importante que sea, para vivir civilizadamente en un estado de derecho, no es lo mismo que un ataque institucional a la vida.

Sobre el carácter institucional de la violencia y la discriminación hay considerable evidencia estadística. Randy Balko refrenda en The Washington Post varios estudios con diferencias marcadas en contra de las minorías en términos de persecución policial. Si siete de cada diez personas blancas opinan que las autoridades policiales ejercen la fuerza con justicia, apenas uno de cada tres afroamericanos piensa así. 

En el libro “Suspect Citizens” (“Ciudadanos Sospechosos”), los politólogos Baumgartner, Epp y Shoub estudian cómo la policía trata a sus ciudadanos, usando los datos de 20 millones de paradas por violaciones de tránsito en Carolina del Norte.Las paradas por violaciones de tránsito son la interacción más frecuente entre las autoridades policiales y la ciudadanía. El estudio contabilizó que las personas afroamericanas tienen doble probabilidad de ser parado por este concepto que las personas blancas, a pesar de que, como promedio, estas últimas manejan más. Una vez parados por la policía, los autos de afroamericanos son revisados cuatro veces más. Aunque los hispanos en Carolina del Norte son parados tanto como los blancos, una vez que la parada ocurre, la probabilidad de ser revisado aumenta significativamente. Estas disparidades aumentan con el género (hombres más que mujeres)  y la edad (mientras más jóvenes, más paradas y revisiones).

El resto de  los indicadores sociales, económicos, de población carcelaria y participación política, reflejan que la desigualdad racial entre blancos y minorías es apabullante.  A raíz de la actual pandemia de Covid-19, es también evidente que las minorías afroamericana y latina han sido las más golpeadas en número de muertes, enfermedad, pérdida del ingreso y empleo. En Chicago, una ciudad que es treinta por ciento afroamericana, las muertes de ese grupo por la pandemia han sido el setenta por ciento. La tasa de desempleo entre los afroamericanos era dos veces la de los blancos antes de la pandemia, sin esperanzas que cambie. Un tercio de los niños afroamericanos nace en la pobreza, mientras (igual de lamentable) doce por ciento de niños blancos, en el país más rico del mundo.  

El hecho que se hayan producido notables progresos en un país que ya eligió su primer presidente afroamericano y que esa discriminación no sea legal como en la época de la segregación racial, no la hace menos real. Hay que atenderla. 

 

Aubrey Rose, quien alcanzó el rango de sargento primero durante sus cuatro misiones en el ejército, ondea una bandera de Estados Unidos colocada al revés el jueves 28 de mayo de 2020 frente al Capitolio de Colorado, en Denver, por la muerte de George Floyd. Foto: David Zalubowski/ AP

El abuso policial es la expresión última de esa discriminación, con claros orígenes históricos. Las discusiones de expertos en la televisión, incluso al abordar problemas de política exterior, asumen una política de dar migajas en la atención al legado de la esclavitud y la ocupación anglosajona del suroeste tras la Guerra Mexicano-Americana de 1948. La rodilla en el cuello de George Floyd no es un acto individual, es el peso de un sistema político en el que el afroamericano, además de pobre y discriminado, aparece primero como sospechoso de delinquir que como buen ciudadano a proteger.

Recordemos que precisamente contra la violencia policial fue el gesto de Colín Kappernick, hincando su rodilla, pacíficamente, no en el cuello de nadie, sino en el suelo de los estadios de Fútbol Americano. ¿Cuál fue la respuesta desde el gobierno? El presidente Trump hizo una campaña en la que lejos de reconocer los méritos de la protesta, de lo que se trató fue de movilizar a los dueños de clubes contra los jugadores, descalificándolos como antipatriotas. ¿Cuál fue la respuesta de la NFL? Dejar a Kappernick sin contrato. ¿Cuál fue la actitud del público? Los contrarios a Kappernick volvieron a los estadios, cuando aquel fue desahuciado. Los que apoyaban su protesta, siguieron yendo. Aquellos vientos de indolencia sembraron estas tempestades de protesta.

“Los disturbios son  — dijo Martin Luther King—  el lenguaje del que no ha sido escuchado”. Repetir el mantra de la supuesta igualdad de oportunidades no lo va a hacer real sino se dedican políticas y recursos a crear una plataforma de acceso equivalente a la salud, la educación y un mínimo ingreso. ¿No es tiempo ya de hablar en un país tan desarrollado como Estados Unidos, por ejemplo, de un ingreso mínimo universal, idea propuesta en los setenta hasta por Richard Nixon? ¿No es tiempo de tener una discusión sensata sobre la necesidad de acceso igualitario a la salud y la educación como condición imprescindible para una ciudadanía plena? ¿Por qué seguir estigmatizando como radical y utópica la búsqueda de un sistema de cobertura universal de salud, que a todas luces ha producido mejores resultados a costos menores en la mayoría de los países desarrollados? Claro que eso cuesta impuestos y presupuestos. También lo cuesta lidiar hoy con el bochornoso costo en vidas de la pandemia, las pérdidas de empleos, la violencia política, la institucional y la de los protestantes.

Nada de lo anterior, sin embargo, implica una actitud acrítica ante los desmanes de una minoría de los protestantes. Esos se comportan como delincuentes, a veces por voluntad propia, otras bajo la influencia de agitadores y provocadores. No se sirve a la causa del progreso y los derechos civiles con actos de destrucción que, en primer lugar, perjudican a las comunidades donde la violencia se ejerce. Las soluciones a los problemas de racismo no se encuentran en la ceguera de la destrucción sino en la construcción de una nueva normalidad.

Un manifestante rompe cristales el viernes 29 de mayo de 2020 en la sede de la cadena CNN en Atlanta, en una muestra de indignación por la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis. Foto: Alyssa Pointer /Atlanta Journal-Constitution vía AP
La protesta contra la muerte de George Floyd en Los Ángeles, 30 de mayo del 2020. Foto: Ringo H.W. Chiu/ AP

El avance contra la desigualdad no es fruto de las esperanzas del radical impaciente, sino del uso de la protesta y la negociación desde la experiencia histórica. ¿No hay ya suficiente evidencia para conocer la psicología del presidente Trump, y cómo ha ganado siempre en el río revuelto de la polarización? ¿No hay suficiente evidencia de la llamada estrategia sureña del partido republicano invocando victoriosamente la ley y el orden, con silbidos racistas, bien calibrados, desde Nixon, hasta Trump, pasando por Bush y su jefe de campaña Lee Atwater? ¿No es evidente ya que la estrategia del partido republicano es presentar a los demócratas y sus candidatos como la filial en Estados Unidos del radicalismo izquierdista, sin espacio alguno para conversar sobre las experiencias de estado de bienestar hasta en sus propios aliados europeos? La condena sin remilgos a los que han tornado las protestas pacíficas en violentas no solo es una cuestión de ética ciudadana sino también razón instrumental.

¿Por qué no son equivalentes las dos condenas? Porque los niveles de responsabilidad ciudadana son diferentes. Una política objetiva y razonable no equivale a tirar la diagonal en un paralelogramo, distribuyendo responsabilidades a la mitad. La violencia de los protestantes radicales atentando contra la propiedad y sembrando el caos en nuestras ciudades es su responsabilidad exclusiva. No han recibido mandato alguno de la sociedad. Esos provocadores y agitadores profesionales de una oposición desleal buscan que a EE.UU le vaya mal para que a ellos le vaya bien, a su cuenta y riesgo.

Ese no es el caso de la violencia institucional. Esa es del gobierno, de las fuerzas del orden, es en cierto sentido nuestra.  La mayoría de los norteamericanos no ha elegido a los supremacistas blancos ni a los radicales anticapitalistas. No tienen mandato nuestro. Otro es el caso de la desigualdad racial en oportunidades, muertes por la pandemia, y el abuso policial. Para la actuación de las autoridades que reproducen y agudizan esos problemas, los ciudadanos hemos dado un cierto nivel de consentimiento. Los policías que abusan de las minorías cobran su salario de nuestros impuestos. Los funcionarios electos o delegados que establecen los planes de bienestar social o incluso, de comportamiento policial en una situación de arresto, no son vigilantes implementando sus propias ideas, son nuestros representantes.

 

1 de 7
- +

1. En esta imagen tomada con un gran angular, manifestantes sentados en un cruce durante una protesta por la muerte de George Floyd, en Los Ángeles. Foto: Mark J. Terrill/ AP

2. Gente sobre una estructura de bateo durante una protesta por la muerte de George Floyd en Los Ángeles, el sábado 30 de mayo de 2020. Foto: Ringo H.W. Chiu/ AP

3. Una persona corre mientras un vehículo policial arde, durante una protesta por la muerte de George Floyd en Los Ángeles, el sábado 30 de mayo de 2020. Foto: Ringo H.W. Chiu/ AP

4. Protesta en el centro de Raleigh, Carolina del Norte, contra la muerte de George Floyd, el 30 de mayo de 2020. Foto: Ethan Hyman/The News & Observer via AP

5. Cientos de personas marchan hacia Parliament Square en el centro de Londres, el domingo 31 de mayo de 2020, en una protesta por la muerte del afroestadounidense George Floyd. Foto: Matt Dunham/ AP

6. La policía arresta a un hombre frente al Centennial Olympic Park en Atlanta el sábado 30 de mayo de 2020, en el segundo día de protestas en la ciudad por la muerte de George Floyd en Minneapolis. Foto: Ben Gray/Atlanta Journal-Constitution vía AP

7. Manifestantes se reúnen para protestar contra la muerte de George Floyd cerca de la Casa Blanca en Washington, el sábado 30 de mayo de 2020. Foto: J. Scott Applewhite / AP

El presidente Trump no le hace justicia a la dignidad de su cargo, al lanzar gasolina al fuego con una retórica de guapo de barrio. Hablar de “perros viciosos” y que a los saqueos responderán los tiros, es un insulto a la más alta magistratura del país. En Estados Unidos, el presidente es el jefe del gobierno, pero en momentos de crisis es primero que todo, el jefe de estado. El líder institucional de todos los ciudadanos, no solo de aquellos que votaron por él. El presidente ha optado por escalar la confrontación, creando más problemas para todos, hasta para las fuerzas de la ley, que mayoritariamente son dignos profesionales, deseosos de concordia en sus comunidades.

La primera lección de estos motines y disturbios en un año electoral es la importancia de la ciudadanía en el funcionamiento de las instituciones democráticas. “Una república, si la pueden defender”, fue la respuesta de Ben Franklin a los que a las puertas de convención constitucional le preguntaron en Filadelfia por el tipo de gobierno que habían creado. Varias de las muertes de afroamericanos y los desastres de las protestas podían haberse evitado si se hubiese atendido a aquellos que, por meses, han denunciado pacíficamente el tema de la violencia policial y la discriminación racial.

Desde la ignorancia y el castigo a la rodilla en tierra de Kappernick, al abuso de la rodilla del policía en el cuello de Floyd, va una línea de responsabilidad. La indolencia ante el dolor ajeno, y el oído sordo ante la protesta pacífica, ha terminado en una pérdida para la república, para todos.

 

Etiquetas: Estados UnidosPolíticaPortada
Noticia anterior

Cancelado Festival Internacional de Ballet Alicia Alonso por la pandemia

Siguiente noticia

Autopsia independiente: George Floyd murió por asfixia

Arturo López-Levy

Arturo López-Levy

Profesor de Política y Relaciones Internacionales en Holy Names University. Es Doctor en Estudios Internacionales de la Escuela Josef Korbel de la Universidad de Denver. Estudió maestrías de Asuntos Internacionales en la Universidad de Columbia en Nueva York y Economía en la Universidad de Carleton en Ottawa, Canadá. En Cuba se graduó en la Academia Diplomática (ISRI). Es coautor del libro “Raúl Castro and the New Cuba; A Close-up view of Change”, McFarland, 2012. En 2005, ganó el premio “Leonard Marks” de ensayo creativo sobre política exterior de Estados Unidos que otorga la Academia Americana de Diplomacia. Nació en Santa Clara, Cuba. Vive en Berkeley, California.

Artículos Relacionados

Miriannys Montes de Oca. Foto: Cortesía de la artista.
De otro costal

Miriannys Montes de Oca: “Si algo puedo aconsejar, es amar el silencio”

por Alex Fleites
mayo 9, 2025
0

...

María Zambrano en Cuba.
Del azar y el instinto

Huellas de María Zambrano en La Habana

por José Adrián Vitier
mayo 8, 2025
0

...

Javier Cercas en la Feria del Libro de Buenos Aires (mayo de 2025). Foto: LEZ.
Entre dos aguas

Javier Cercas ante el tentador apogeo de la fe

por Leandro Estupiñán
mayo 8, 2025
0

...

Antonio Guiteras Holmes (1906-1935).
Con todas sus letras

Aprender de Guiteras 90 años después: historia y política

por Rafael Hernández
mayo 7, 2025
0

...

Una niña desplazada camina entre las tiendas de un campo de refugiados en Jabalia, norte de la Franja de Gaza, el 2 de mayo de 2025. Foto: EFE/EPA/MOHAMMED SABER.
Mapamundi

Oriente Medio: la frágil paz de los sepulcros

por Enrique Román
mayo 5, 2025
0

...

Ver Más
Siguiente noticia
George Floyd. Foto: BBC.com

Autopsia independiente: George Floyd murió por asfixia

Medicamento Alzumab producido en la India por Biocon con la variante cubana del anticuerpo monoclonal humanizado Itolizumab. Foto: indiamart.com

India realizará ensayos con medicamento utilizado en pacientes de Covid-19 en Cuba

Comentarios 3

  1. Efren says:
    Hace 5 años

    Demasiado bla, bla, bla y pocos datos. No discrepo de la calidad profesional de Lopez-Levy (escritor-licenciado-master-doctor-analista-asesor), tampoco de su pedrigi aristocratico pues es primo del Zar de Cuba General Lopez Callejas, pero esta columna a decir de Yosuam Palacio , es mas de lo mismo. Los lectores necesitamos que nos demuestren con datos convincentes esa pobreza, discriminacion y desigualdad a la cual hace referencia. El acceso a oportunidades de estudio y trabajo en este pais es igual para todos. Las leyes no discriminan. Las estructuras de gobierno (Senado,Congreso y Presidencia) estan al acceso de todos. Existen demandas y reclamaciones ante un procedimiento erroneo. Por que permitirse ser victima?? Por que no someter al victimario al debido reclamo?? Por que seguir siendo pobre?? Por que no esforzarse?? Ha este pais emigramos miles anualmente seamos asiaticos, africanos, europeos o latinos, estudiamos y/o trabajamos sin tiempo ni siquiera para mirar el color de nuestra piel o rasgos faciales, muchas veces sin acceso a ayudas u otros beneficios, en un plazo de 3 a 5 anhos logramos incertarnos por completo a la sociedad y aportar lo que esta nos exige y merece, asi como desarrollar nuestro proyecto de vida y familiar. De forma sencilla y sistematica mostramos que cuando se quiere se puede Cuidemos USA, esa USA que decir la pura verdad, se abre para todos por igual como el sol, lo demas es politiqueria barata que cuando se mezcla con odio, rencor y manipulacion da como resultado una fea palabra que esta muy lejos de protestar pacificamente y muy cerca de delinquir injustificadamente.

    Responder
  2. manolo says:
    Hace 5 años

    Muy enjundioso comentario, tanto que uno se pierde y deja en tinieblas o trata de endulzar:
    1.- el eufemismo “afroamericano” NO
    SON SENCILLAMENTE NEGROS.
    2.- Estructural: NO CULTURAL e IDEOLOGICO y se llama RACISMO y últimamente agregan XENOFOBIA hacia otros grupos étnicos pero nacidos en EEUU .( chinos, musulmanes, latinos etc)
    Y … 3. Trata de criticar la violencia “azuzada” por “extremistas”, pero quienes son losi mismos si la policía tira gases, perros y balas de goma que esperan FLORES??
    LO QUE SUCEDE ES EL DESMORONAMIENTO DE UNA SOCIEDAD INTRINSICAMENTE INJUSTA, DISCRIMINATORIA Y FUERTEMENTE DESIGUAL ( ESTÁS SON LAS VERDADERAMENTE ESTRUCTURALES).

    Responder
    • jorgealejandro1 says:
      Hace 5 años

      Manolo:
      Caes en lo mismo que intentas criticar. ni negros ni afroamericanos, son CUIDADANOS NORTEAMERICANOS COMO EL QUE MÁS. El primer termino es el que ellos utilizan, el segundo, también, pero solo entre ellos y no les gusta que otros se los digan. No me gusta ninguno de los dos.
      – No hay una sola ley en EEUU que permita decir que haya racismo institucional. Un país donde hay ciudades donde desde los gobernadores, alcaldes comisionados, etc son negros en mayoiría , y donde se ha elegido un negro como presidente, sin contar los senadores y congresistas, no tiene ese fenómeno. No tengo la estadística exacta, pero sería interesante comparar la presencia de negros en posiciones importantes de gobierno entre EEUU y Cuba. Posiblemente tomando el cuenta el número de poblkaciópn negra, haya un porciento mayor de negros en el gobierno estadounidense que en el cubano.
      – La policía utiliza todo eso que Ud dice no contra manifestaciones pacíficas, sino contra loas bandas de delincuentes violentos que vandalizan y roba. (Se sobran videos que lo muestran ). y no hay otra forma de pararlos. Le agrego un dato interesante: la compra de armas entre la población ha aumentado en tan gran medida, que se dice que en algunos estados se ha vendido en don meses lo que se vende en diez años, es decir, la gente se ha acogido a la II Enmienda para proteger su propiedad y su vida. consecuencias: creo que le va a ser tarea muy difícil al que después de esto intente defender alguna legislación que regule las armas. Creo que los vándalos le han hecho la mejor propagande del mundo a la Asociación Nacional del Rifle.
      – La sociedad norteamericana está muy lejos de desmoronarse, muy lejos, porque la inmensa mayoría de ciudadanos norteamericanos de cual quier raza y color está con el contra la discriminación y el racismo, pero también está contra la izquierda violenta y contra los saqueadores, que no son otra cosa que rateros y delincuentes de la peor ralea al que George Floyd les importa un pito y que no vacilan en asesinar a otros negros y saquear sus negocios, como desgraciadamente ya ha sucedido

      Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

La conversación en este espacio está moderada según las pautas de discusión de OnCuba News. Por favor, lea la Política de Comentarios antes de unirse a la discusión.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete

Lo mejor de OnCuba, cada semana. ¡Únete a nuestra comunidad!

Más Leído

  • tienda mayorista sector empresarial

    Otro comercio en dólares: inauguran tienda mayorista para el sector empresarial en Cuba

    326 compartido
    Comparte 130 Tweet 82
  • Crisis energética: Suben a once los nuevos parques solares, pero su impacto todavía no se siente

    283 compartido
    Comparte 113 Tweet 71
  • Habemus papam: León XIV es el nuevo líder de la Iglesia católica

    95 compartido
    Comparte 38 Tweet 24
  • La tarjeta Clásica toma impulso con la dolarización: más de un millón de operaciones en 2025

    156 compartido
    Comparte 62 Tweet 39
  • Empresas de Rusia están dispuestas a invertir más de mil millones de dólares en Cuba, según Moscú

    66 compartido
    Comparte 26 Tweet 17

Más comentado

  • El salitre ha hecho estragos en el espigón, foto publicada en Invasor, julio de 2019.

    La historia de Palo Alto, un puerto a la deriva

    113 compartido
    Comparte 45 Tweet 28
  • La producción de alimentos en Cuba sigue en caída libre

    246 compartido
    Comparte 98 Tweet 62
  • Pagos solo en euros: Víazul alega que es “un servicio para el turismo extranjero”

    147 compartido
    Comparte 59 Tweet 37
  • Economía cubana, la “norma” y el zapato

    503 compartido
    Comparte 201 Tweet 126
  • Con la economía lejos de los planes, el Gobierno reclama un control “más eficiente”

    42 compartido
    Comparte 17 Tweet 11

Cannabidiol

  • Sobre nosotros
  • Trabajar con OnCuba
  • Política de privacidad
  • Términos de uso
  • Política de Comentarios
  • Contáctenos
  • Anunciarse en OnCuba

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

No Result
Ver todos los resultados
  • Cuba
  • Cuba-EE.UU.
  • Economía
  • Cultura
  • Cartelera
  • Deportes
  • Opinión
  • Podcasts
  • Videos
  • Especiales
Síguenos en nuestras redes sociales:

OnCuba y el logotipo de OnCuba son marcas registradas de Fuego Enterprises, Inc, sus subsidiarias o divisiones.
© Copyright OnCuba Fuego Enterprises, Inc Todos los derechos reservados.

Consentimiento Cookies

Para brindar las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como cookies para almacenar y/o acceder a información del dispositivo. Dar su consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o identificaciones únicas en este sitio. No dar o retirar el consentimiento puede afectar negativamente a determinadas características y funciones.

Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario con el fin legítimo de posibilitar el uso de un servicio específico solicitado explícitamente por el suscriptor o usuario, o con el exclusivo fin de realizar la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferences
The technical storage or access is necessary for the legitimate purpose of storing preferences that are not requested by the subscriber or user.
Estadística
El almacenamiento o acceso técnico que se utilice exclusivamente con fines estadísticos. The technical storage or access that is used exclusively for anonymous statistical purposes. Without a subpoena, voluntary compliance on the part of your Internet Service Provider, or additional records from a third party, information stored or retrieved for this purpose alone cannot usually be used to identify you.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad o para rastrear al usuario en un sitio web o en varios sitios web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}