En el baile, como en el amor, los cubanos tienen fama de estar entre los mejores. Dígase Cuba, y usted entiende salsa, rumba, días y noches de fiesta sin pausa. Así surge la idea del Festival Ritmo Cuba, un evento que convoca a bailadores experimentados y principiantes de todo el mundo a reunirse en La Habana del 18 al 24 de abril próximos.
Justo cuando el destino Cuba rompe récords de visitantes, al tiempo que más estadounidenses tienen la posibilidad de viajar a la Isla, Ritmo Cuba es más que un evento solo para aprender a bailar. El Festival abre una ventana para el contacto entre los viajeros y el pueblo cubano, y a través de paseos guiados propicia un acercamiento a la realidad completa del país y su gente.
Este es un evento que rebasa los marcos estrechos en que tradicionalmente pueden impartirse clases de baile. En su programa incluye la visita a locaciones donde se puede disfrutar de la música, pero también de la playa, el sol, los mojitos, o la arquitectura y la historia de un país que se parece bastante poco a cualquier otro.
El evento propiciará también el reencuentro de reconocidos profesores de baile, más de cincuenta artistas que ahora triunfan en escenarios del mundo, pero que nacieron y aprendieron danza en estas tierras.
Después de ocho años de salir de Cuba, la ex bailarina del Conjunto Folklórico Nacional, Yeni Molinet, regresa ahora como una de las profesoras del Festival. “Es un honor y un placer poder hacer en mi tierra lo que hago con reconocimiento y fama internacional”, dice Molinet en una nota de prensa divulgada por los organizadores del evento. “Que me llamen para formar parte de este lindo Festival, es volver a vivir aquellos años de duro trabajo, sacrificio, disciplina y dedicación a mi cultura y mi profesión”.
Del mismo modo, otros profesores de reconocido talento han sido convocados, y tienen delante la posibilidad de que se aprecien sus aptitudes. “Esta es una oportunidad para que el mundo me conozca; para que sepa que hay muchos talentos en la calle que todavía no se sabe quiénes son”, comenta Jorge Pedro Cano Cabrera.
“Yo no soy de escuela, soy talento de barrio, confiesa Jorge Pedro, quien imparte clases de baile en la Casa del son a turistas en La Habana. Mi pasión por el baile y la necesidad me han llevado a perfeccionar día a día mi manera de interpretar el casino; pago mi licencia y trato de enseñar todo lo que sé a los que quieran aprender. Muchos turistas han venido directamente a mí a pedirme clases, porque desean, me dicen, “bailar como tú, hacer los movimientos que haces tú”.
Las clases del Festival se enfocarán especialmente en la salsa, pero también incluyen lecciones de mambo, Cha cha cha, reguetón, rumba afrocubana con música en vivo, son tradicional, rueda de casino, y toda clase de ritmos que comparten la misma raíz latina.
Como sede de las noches de fiesta de Ritmo Cuba, el festival hace suyo un edificio icono de la cultura cubana, el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”. Otro sitio legendario abre sus puertas para al evento, el Museo de la Revolución, que antes fuera el Palacio Presidencial en los tiempos de la República, y es una de las edificaciones paradigmáticas del siglo XX cubano.
Hasta ahora, los organizadores del evento prevén la asistencia de más de 150 participantes, de más de cincuenta nacionalidades.
Bailar al aire libre, vivir la experiencia de la música desde que nace de las manos de sus intérpretes, fiestas en el malecón habanero o en la playa, son actividades que distinguen a Ritmo Cuba 2016 de cualquier otro Festival de su tipo que haya ocurrido antes en la Isla, y que convida desde ya para las ediciones venideras.