Dos astronautas de la NASA regresaron a la Tierra este domingo en un emocionante amerizaje a la antigua usanza, en el que su cápsula sostenida por paracaídas cayó en el Golfo de México y con ello puso fin a un vuelo de prueba sin precedentes para la compañía SpaceX de Elon Musk.
Es la primera vez en 45 años que astronautas estadounidenses regresan a la Tierra con caída en paracaídas sobre el mar, y se hizo con la primera nave espacial fabricada y operada comercialmente. El regreso allana el camino para el lanzamiento de otra tripulación de SpaceX, probablemente el mes próximo, y para viajes de turismo espacial el año entrante.
Los pilotos de prueba Doug Hurley y Bob Behnken volvieron a nuestro planeta en la cápsula Dragon de SpaceX menos de un día después de haber partido de la Estación Espacial Internacional y luego de dos meses de haber despegado de Florida. La cápsula cayó en las tranquilas aguas del golfo a unos 64 kilómetros de Pensacola, y a cientos de kilómetros de la tormenta tropical Isaías que azota la costa de Florida en el Atlántico.
“Bienvenidos de vuelta al planeta Tierra y gracias por volar con SpaceX”, declaró el Control de la Misión desde la sede de la compañía.
“Realmente fue un honor y un privilegio para nosotros”, respondió Hurley.
Regresan los astronautas norteamericanos al espacio, en medio de la pandemia
El regreso a casa de los astronautas en la cápsula apodada Endeavour fue rápido, agitado y caliente, al menos en el exterior.
La nave espacial pasó de una velocidad orbital tremenda de 28.000 km/h a 560 km/h durante el reingreso a la atmósfera, y finalmente de 24 km/h a la hora de amerizar. El nivel máximo de temperatura alcanzado durante el descenso fue de 1.900 grados Celsius. Se calcula que las fuerzas G máximas que la tripulación sintió fueron de cuatro a cinco veces la fuerza de la gravedad terrestre.
“Endeavour los escucha muy bien”, transmitió Hurley por radio luego de una breve interrupción en las comunicaciones debido al intenso calor del reingreso.
Un navío de recuperación de SpaceX con más de 40 personas, incluyendo médicos y enfermeras, avanzó rápidamente después del amerizaje y levantó la cápsula de 4,5 metros de longitud hasta colocarla sobre su puente. Dos botes más pequeños y rápidos llegaron primero hasta donde estaba la cápsula sacudiéndose lentamente sobre el agua. Para mantener a los astronautas a salvo en la pandemia, el equipo de rescate estuvo dos semanas en cuarentena y se sometió a pruebas para descartar infecciones con el coronavirus.
Después de que se les hagan exámenes médicos, los astronautas volarán a Houston para reunirse con sus esposas e hijos.