Las máquinas no van a dejar sin trabajo a todo el mundo, pero sí van a alterar sustancialmente el panorama laboral a medida que la inteligencia artificial acelera la automatización de muchas tareas, según un informe de la Brookings Institution.
El informe, publicado este jueves, pone como ejemplo a Estados Unidos y dice que unos 36 millones de puestos de trabajo están “muy expuestos” a la automatización. Agrega que el 70% de sus funciones pueden ser desempeñadas por máquinas que usan la tecnología ya existente.
Entre los oficios que pueden ser más afectados figuran los cocineros, meseros y otro personal de los restaurantes; los camioneros que hacen viajes cortos y muchos empleados administrativos.
“La población va a tener que adquirir nuevas aptitudes o cambiar de ramo, y rápido”, expresó Mark Muro, uno de los autores del informe.
Muro dijo que estos cambios pueden ocurrir “en unos pocos años o tal vez en dos décadas”. Pero es probable que la automatización se apresure durante el próximo ciclo de desaceleración económica. En esos períodos, las empresas apelan a cualquier recurso a su alcance para reducir costos, incluidos el despido de personal y la incorporación de más máquinas.
Debates over how AI will impact employment tend to veer from utopia and apocalypse, but the reality is somewhere in between, according to a Brookings Institution report. https://t.co/XZ0sLVr1Bi
— TechRepublic (@TechRepublic) January 24, 2019
Algunos estudios indican que la recuperación que se produjo después de la crisis del 2008 no generó tantos empleos precisamente por la automatización.
Los nuevos avances en la inteligencia artificial harán que no solo las fábricas y los depósitos sean afectados. También proliferarán los kioskos sin personal y se automatizarán las recepciones de los hoteles.
Los cambios se sentirán con más fuerza en las ciudades pequeñas, de acuerdo con el informe. Y afectarán mayormente a los jóvenes, que desempeñan el grueso de las funciones que pueden ser automatizadas.
Algunas cadenas de restaurantes ya automatizaron las órdenes de comida o experimentan con la automatización de tareas de la cocina.
Google está experimentando con el uso de dispositivos que responden a la voz humana en las recepciones de los hoteles y que pueden interpretar sin demoras conversaciones en decenas de idiomas. Vehículos autónomos pueden reemplazar a camioneros y choferes en viajes cortos. Walmart y otras cadenas de tiendas se preparan para cobrar sin cajeros, usando sensores o cámaras con tecnología de reconocimiento facial.
A new study from the Brookings Institution finds you are more likely to be a victim of automation if you have a low-skill job and live in Riverside, San Bernardino or Fresno. https://t.co/aJbFsqBne5
— Los Angeles Times (@latimes) January 24, 2019
“Los restaurantes podrán manejarse con mucho menos personal”, pronosticó Muro. “Y los hoteles no necesitarán cinco personas en la recepción. Bastará solo una como reaseguro, ya que la gente resolverá todos sus problemas por sí misma, incluido el registro inicial y la partida”.
Muchos economistas opinan que la automatización tiene un efecto positivo en el marcado laboral, de acuerdo con Matías Cortés, profesor adjunto de la Universidad York de Toronto, que no estuvo involucrado en el estudio de Brookings. Puede generar crecimiento económico, reducir los precios y aumentar la demanda, al tiempo que da paso a nuevos empleos que compensan los que desaparecieron.
Pero Cortés agrega que habrá “claramente ganadores y perdedores”. En el pasado, los más golpeados por la automatización fueron trabajadores con bajos niveles educativos, sobre todo de fábricas, y mujeres con niveles educativos intermedios que dominaban los puestos administrativos.
Los sectores que mejor resistirán la automatización son los empleos que requieren altos niveles educativos, aptitudes para relacionarse e inteligencia emocional.
“Cargos bien pagados que requieren mucha creatividad y capacidad de resolver problemas”, indicó Cortés. “Va a ser difícil que esos trabajos sean reemplazados por las nuevas tecnologías”.