Eileen Sosin Martínez
Los nativos tienen fama de ser muy educados y cultos. Ellos le llaman “El Camagüey” a la ciudad de Nicolás Guillén y la Avellaneda, de Ignacio Agramonte y Fidelio Ponce de León. Su acta fundacional desapareció para siempre en algún incendio o saqueo, pero cada 2 de febrero se festeja el nacimiento en 1514 de la antigua villa de Santa María del Puerto del Príncipe.
El gran acontecimiento despierta afanes de belleza y mejoramiento por todos lados. Uno de los proyectos líderes es el Paseo de los Cines, donde volverán a funcionar el Encanto y el Casablanca, en su tiempo los más taquilleros del país, luego del Yara y el Payret, según cuenta el arquitecto Yosmel Díaz.
También fue rehabilitada la sala de video Nuevo Mundo, primera fundada en Cuba, queacogerá la Cátedra de Pensamiento “Tomás Gutiérrez Alea”. Cerca está un bar que recrea el ambiente del“Ritz”, nombrado comola famosa película de Michael Curtiz. El centro cultural Fotograma se dedica a la música en el cine, mientras afuera las aceras simulan una cinta de 35 milímetros, y varias gigantografías recuerdan a personalidades del séptimo arte.
Parte del área histórica de Camagüey – la mayor de la Isla, con 300 hectáreas- fue declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 2008. José Rodríguez Barrera, director de la Oficina del Historiador de la Ciudad explica que para merecer esta condición hay que demostrar valores excepcionales, sin igual en el mundo.Entre los argumentos de la villa figuran su trama urbana a modo de telaraña, con calles torcidas donde el visitante fácilmente pierde el rumbo; así como un vasto repertorio arquitectónico que combina diversos estilos y épocas.
Ese título deviene pues impulso para los trabajos de reparación que se realizan hace unos años, en vistas al aniversario 500. Así, ya son un hecho las redes soterradas en varias zonas, y la eliminación paulatina de los llamados usos incompatibles, por ejemplo, oficinas y locales administrativos que ocupan edificaciones patrimoniales.
También se remozaron las entradas de la villa, el Casino Campestre, parques y servicios. Las novedades gastronómicas llegan con la Casa del Chocolate, y una locomotora junto a un coche de pasajeros convertidos en cafetería.
No se trata simplemente de que “La ciudad de los tinajones” esté pintada, señala el historiador, sino mucho más allá: eliminar barreras arquitectónicas, mejorar el estado técnico de losinmuebles y la calidad de vida de las personas. “Cuando la morfología de un lugar cambia para bien, el comportamiento de la gente también cambia”.
Entretanto, reabrió para el público el museo provincial “Ignacio Agramonte”, mientras en el Teatro Avellaneda quedaron terminadas las obras civiles. A propósito de la poeta camagüeyana, conocida como “La Tula”, el próximo 21 de marzo, en fecha de su bicentenario, se emplazará como homenaje a ella una estatua del escultor Sergio Roque.
En materia académica, sesionó el VI Congreso Provincial de Historia, y por estos días se lleva a cabo el VIII Simposio para el Desafío y Manejo en la Gestión de las ciudades patrimoniales, con sede en el recién estrenado Centro de Convenciones Santa Cecilia.
La feria comercial del territorio,ExpoCam 2014, reunió alrededor de 50 empresas cubanas y tres sucursales extranjeras. Otras cuestiones de marcado interés económico radican en la construcción de una fábrica de leche en polvo, y las acciones para potenciar a la urbe como destino turístico. “A los efectos del turismo cultural hay una riqueza importantísima que explotar”, comenta Rodríguez Barreras.
Los festejos comprenden intensas jornadasde actividades durante la Semana de la Cultura, hasta el día 7. Se espera un gran concierto del coro provincial, la Orquesta Sinfónica, estudiantes de las escuelas de arte, y otras agrupaciones, que interpretarán veinte temas dedicados a la ciudad,de compositores nacionales y foráneos.
Dicen que quien bebe agua de tinajón vuelve siempre a Camagüey. El 2 de febrero también es el día de la Candelaria, virgen que adoraban los marinos. Tal vez por eso los piratas regresaban a Puerto Príncipe. Henry Morgan,el inglés, yel francés Grammont acaso estuvieran seducidos, fatalmente enamorados.
K bello camaguey!!!!