La Habana es una ciudad que usa el mar como espejo. Cercana al malecón, la capital refleja sus luces y su silueta. Pero si es un día de lluvia, los huecos y baches de la derruida Habana pueden mostrar paisajes insospechados, dobles retratos de sí misma que intentan ocultar la soledad de sus calles “bombardeadas”. La Habana es, en su reflejo, incluso más real, más hermosa.
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Felicidades, bellas fotos
Te la comiste exelentes fotografias
Bellas fotos, mi hija y yo tenemos muchas así pero cada fotógrafo le da siempre su magia personal.
gracias Rey. Saludos
No piensas reunirlas en un libro?
Muy buenas capturas!! Los reflejos siempre tienen un encanto indescifrable…