Abraham Jiménez Enoa
Villa Clara ha tropezado por segunda vez en la Serie del Caribe. Han sido derrotados por los Navegantes de Magallanes (Venezuela). Una derrota que los pone en un verdadero aprieto y que los obliga a vencer a los Tigres de Licey (República Dominicana) y a los Indios de Mayaguez (Puerto Rico) si quieren permanecer en competencia y pasar a la siguiente fase.
De antemano, se sabía que el partido ante los locales del Magallanes sería un choque de trenes. Uno, porque los cubanos venían de caer ante los Naranjeros de Hermosillo (México) en el debut. Dos, porque los venezolanos tienen, de por mucho, la mejor plantilla del certamen.
En busca de enrumbar la travesía, el mentor Ramón Moré, mandó a subirse al box a uno de los mejores serpentineros del momento en Cuba, el refuerzo camagüeyano Norge Luis Ruiz, y realizó un trueque en el lineup con respecto al presentado en la primera presentación: Yulieski Gourriel fue subido al tercer turno y José Miguel Fernández, quien ocupaba ese puesto, fue enviado al sexto.
Villa Clara abrió el marcador en la segunda entrada una vez que combinó la base por bolas a Fernández, hit al derecho del capitán Ramón Lunar que llevaría el corredor hasta la antesala y un roletazo impulsor al short stop de Yulexis La Rosa. Pero la ventaja sería atajada bien rápido por los Navegantes y el cubano Adonis García remolcaría el empate con cañonazo a la pradera central. En el próximo inning ampliarían aún más la brecha trayendo dos anotaciones para el plato a través de un imparable bien colocado al right field producido por el designado Ramón Hernández.
En esos primeros compases de juego, el pitcher Daril Thompson mantenía a los villareños amarrados corticos y no les permitía libertades. En tanto, Norge Luis Ruiz explotaba en el montículo al recibir un mazazo de vuelta completa salido del madero del patrullero central Endy Chávez. A su rescate vino el relevista Jonder Martínez quien no pudo hacerse justicia y también fue fuertemente vapuleado. Moré no tardó en sustituirlo y mandó a treparse en la lomita a Yosvani Pérez para contener la rebelión de los venezolanos.
Con Peréz en el box trabajando con la mesura necesaria para cortar las embestidas de la artillería de los Navegantes, los naranjas pudieron descontar y meterse de nuevo en la pelea. Tuvo que llegar la quinta entrada para por fin ver a los campeones de Cuba sueltos en el home plate. En ese episodio con los dobletes de La Rosa y Gourriel, el triple de Manduley y el sencillo de Flores, Villa Clara pisó la goma en 4 oportunidades y se colocó a una sola carrera del empate en el score.
La oportunidad del empate siempre llegó pero el desenlace derivo a la postre en beneficio del plantel del Magallanes. En el séptimo inning cuando los cubanos se saboreaban la boca con un corredor en posición anotadora y Alfredo Despaigne empuñando turno, el tercera base Adonis García realizaría un engarce de leyenda, un fildeo sobre una soberana línea que voló por encima de toda la raya de la antesala y que amenazaba con extenderse a todo lo largo de la zona izquierda. La bola quedaría alojada en el guante del jugador que se lanzó hacia la derecha de su mano enguantada, dejando allí todo tipo de posibilidad de empate en la pizarra.
En el octavo capítulo también afloró un eventual abrazo en el carreraje, pero un desesperado corring de Ariel Borrero desde el tercer cojín hacia el plato después de un wild pitch hundiría la última esperanza de remontada de los antillanos. Tras ese regalo, el destino no podía ejecutar otra cosa que no fuera que los locales ampliaran un poco más su ventaja y fue cuando la ofensiva venezolana le fue arriba al relevista Diosdani Castillo hasta dejar sentenciado el encuentro.
El partido finalmente culminaría 8 anotaciones por 5 favorable a los Navegantes. Resultado que pone contra la pared a Villa Clara. De este modo, los campeones cubanos no tienen más opción que no sea derrotar en su próxima salida a los Tigres de Licey para oxigenar el tanque y permanecer con vida en esta versión de Serie del Caribe a la que Cuba regresa después de más de medio siglo de ausencia.
