Luego de siete años de restauración, el Emboque de Luz del puerto habanero reluce en medio del ajetreo diario de los habitantes de Regla y Casablanca. En su nueva fachada de cristal, cobra vida uno de los cuatro atracaderos históricos de la Bahía de La Habana, por el que antaño llegaron a Cuba miles de norteamericanos y muchos de los autos que circulan hoy por la Isla.
Si bien el propósito principal de este muelle es conectar las dos orillas de la Bahía habanera y permitir el trasiego de viajeros y turistas hacia esos poblados de ultramar, el nuevo inmueble funciona también como un mirador, de acuerdo con el propósito de la Oficina del Historiador de la Ciudad de convertir la Avenida del Puerto en un paseo turístico.
El diseño del atracadero mantiene su estructura metálica y se presenta ahora en dos niveles: el primer piso permite el acceso a las lanchas de Regla y Casablanca, y se ubican además varios puntos de venta, baños y una pequeña librería, mientras que en el segundo se ofrecen servicios de cafetería. Con el Emboque de Luz reaparece un atractivo sitio de estancia para quienes cruzan el puerto y otro espacio público para beneficio de la ciudad.
La remodelación de esta pieza forma parte del proyecto de reanimación de la Avenida del Puerto de La Habana, que exhibe ya nuevas obras en este circuito como “El Cubo”, antigua Cámara de Rejas que permite apreciar el proceso de filtrado de las aguas albañales, el antiguo Almacén del Tabaco y la Madera transformado hoy en Cervecería, los Almacenes de San José y el paseo marítimo flotante en forma de “T” que tendrá comunicación más adelante con el Emboque de Luz y la Cervecería.
Muy bonito. Ahora a cuidarlo
Me gusta el concepto de los cristales panoramicos, que ademas de ofrecer una interesante vista, por otro protégé mejor a los viajeros de las inclemencias del tiempo. Si fuera yo, tal vez hubiese incluido algun elemento decorativo en la fachada frontal que este a tono con la recia arquitectura neo-republican y colonial eclectica de los edificios circundantes. Pero tal vez eso forme porte de ese eclecticismo que se puede ver en nuestra querida Habana. De cualquier manera, las palmas para los que cuidan y restauran.
muy bonito y bastante funcional todo, ahora falta acometer el mismo trabajo en los atracaderos de Regla y Casablanca que ambos estan que dan lastima despues de haber sido locales historicos en La Habana, un paseo por la Bahía por el módico precio de 0.20 CUP.
Amo a mi Cuba y sobre todo a casa blanca donde me crié y fui muy feliz