Alexandra Halkin es directora de Americas Media Initiative, organización sin fines de lucro que trabaja con cineastas cubanos que viven en Cuba. Su trabajo en América Latina se remonta a 1998, cuando creó el Chiapas Media Project, una organización binacional galardonada que ha capacitado a más de doscientos hombres y mujeres indígenas en la producción de videos en Chiapas y Guerrero, México. En 2004 Alexandra recibió una beca Guggenheim para la Iniciativa de Video Indígena Latinoamericano (LAIVI), y en 2007 una beca Fulbright para el Archivo Audiovisual Indígena (IAA) en Oaxaca, México. Ha producido cuatro documentales en Guerrero, México, y su trabajo ha sido proyectado en festivales de cine y video en todo el mundo. En 2010 completó un documental corto, Living Juarez, que analiza el barrio de Villas de Salvárcar donde quince jóvenes fueron asesinados en una fiesta de cumpleaños en enero de 2010.
Desde enero de 2019, Alexandra ha estado trabajando en Cuban Visions Film Series, una serie de proyecciones organizada por Full Spectrum Features y Americas Media Initiative, que presenta el trabajo de los cineastas cubanos al público de Chicago, proporcionando una ventana única a los primeros años revolucionarios en la isla, y a la actualidad cubana. La serie bimensual incluye seis programas en el Teatro Athenaeum de Chicago y presenta una amplia gama de películas cubanas que incluyen animación, ficción corta y documentales, cubriendo un amplio espectro de temas como la iniquidad racial, la economía, el internacionalismo, la identidad afrocubana, los derechos de las mujeres y más.
Cada una de las seis proyecciones es seguida por paneles de discusión, con cineastas cubanos, productores, periodistas, críticos de cine y académicos, así como miembros interesados de la comunidad. Son películas que invitan a la reflexión y que rara vez se ven en las salas estadounidenses, por lo que tienen un rol importante en el desmontaje de conceptos erróneos de la audiencia sobre la realidad cubana pasada y presente. En la siguiente entrevista, Alexandra responde preguntas sobre este proyecto, así como sobre su trascendental y sin embargo relativamente desconocido trabajo en el campo del cine cubano.
¿Puedes describir qué es AMI y el trabajo que has realizado como su directora?
Desde su fundación en 2010, AMI ha tenido como función traer el trabajo de los cineastas cubanos emergentes a diversos lugares y audiencias en Estados Unidos, desde escuelas primarias en Baton Rouge hasta agricultores urbanos en Detroit. En 2012, en coordinación con el ICAIC, organizamos nuestras primeras giras, denominadas “Cerrando Distancias”. En una participó el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMa), de visita por primera vez en Cuba. Desde entonces hemos tenido cuatro giras por catorce pueblos en las provincias cubanas, llegando así a más de mil cubanos. Estos encuentros han generado debates críticos y significativos sobre temas globales como inmigración, la guerra de Iraq y el racismo, entre otros.
AMI también ha participado en la Muestra Joven, un importante festival de cine que, con el apoyo del ICAIC, promueve proyecciones y debates críticos sobre el trabajo de los jóvenes cineastas. Desde 2015 AMI ha estado otorgando un premio en efectivo para documentales en producción en la sesión de Haciendo Cine de la Muestra. También hemos traído productores de documentales y cineastas para presentar en la Muestra como parte de nuestras giras de “Cerrando Distancias”.
Desde 2011 AMI ha invitado a 18 cineastas cubanos a Estados Unidos. En nuestra primera gira trajimos al proyecto mediático comunitario TV Serrana a 13 universidades. Hemos distribuido más de 800 DVD de medios cubanos independientes y comunitarios a más de 93 universidades, así como a individuos en Estados Unidos y Canadá. AMI cuenta ahora con 13 películas cubanas en su catálogo de DVDs de Cuba, en conjunto con la distribuidora independiente Icarus Films, de Nueva York. Esta colaboración de distribución ha aumentado nuestra visibilidad en las esferas cultural y académica.
¿Qué te motivó a armar esta complicada serie con la participación de artistas de Cuba en un momento como este?
Fui consultada sobre un programa de cine el año pasado por Full Spectrum Features (FSF), una organización sin fines de lucro con sede en Chicago. FSF se encuentra en un edificio, el Athenaeum, que tiene un hermoso teatro, y el gerente del Athenaeum estaba interesado en desarrollar el espacio para el cine. Sugerí entonces hacer una serie de películas cubanas durante un año utilizando este género como un punto de partida para discutir temas de interés para una audiencia estadounidense, ya que hay muchos puntos en común que los ciudadanos comparten con sus homólogos cubanos. El cine es un excelente puente para comprender estas experiencias compartidas.
También quería contar con cubanos para las discusiones posteriores a la película, y estaba bastante segura de poder identificar a aquellos que tenían visas de Estados Unidos, ya que quería que participaran no solo a los cubanos en este país sino también los que viven en la isla. Era importante para mí en este momento rechazar los esfuerzos de la administración Trump de aislar a Cuba, que no llegan a ningún lado y no ayudan a nadie. También concocía de ciudadanos estadounidenses que viajaron a Cuba en delegaciones People-to-People entre 2015 y 2018 (antes de que la administración Trump terminara las delegaciones People-to-People), que regresaron de esos viajes con muchas preguntas y un mayor interés en Cuba. Pensé que la serie Cuban Visions podría responder a algunos y darles una comprensión más profunda de la experiencia cubana.
¿Cómo seleccionaste los temas para las proyecciones? ¿Puedes ofrecer una breve descripción de cada uno? Desigualdad racial; LGBT Ciencias económicas; mujeres cineastas; ¿Aspiraciones revolucionarias y lo personal es político? ¿Por qué estos temas?
Los temas para las películas provienen principalmente de documentales que distribuimos a través de AMI o a los cuales tenemos acceso con subtítulos en inglés. Cubren temas de interés en ambos países y son cruciales para comprender la situación actual de Cuba. Otra consideración importante fue identificar académicos, activistas y cineastas que podrían estar presentes para las preguntas y respuestas posteriores a la proyección, y que fueran capaces de proporcionar información y matices a las conversaciones. Afortunadamente, pudimos hacer que esto sucediera a través de nuestra extensa red de contactos en Cuba y en Estados Unidos. En la primera sesión de la serie, “Desigualdad racial y clase en una Cuba cambiante”, proyectamos Canción de barrio, de Alejandro Ramírez Anderson, seguida de una sesión de preguntas y respuestas moderada por la periodista Mónica Rivero y por la académica cubano-americana Odette Casamayor-Cisneros.
El segundo programa fue “Políticas LGBTQ y matrimonio gay”, con la proyección de cuatro cortometrajes del joven cineasta afrocubano LGBTQ Damián Sainz: Close Up, De agua dulce, Homenaje y Batería. Las proyecciones fueron seguidas por una discusión con Sainz y con el activista y dramaturgo LGBTQ Norge Espinosa.
Para el tercer programa de la serie, “Economía 101”, invitamos al bloguero y comentarista político Harold Cárdenas a discutir La singular historia de Juan Sin Nada, de Ricardo Figueredo Oliva.
El siguiente evento, “Nuevas cineastas cubanas”, contó con la participación de Zaira Zarza, fundadora y coordinadora de la plataforma Roots and Routes: Cuban Cinemas of the Diaspora in the 21st Century. Zaira moderó la discusión sobre Días de diciembre, de Carla Valdés León, y Frágil, de Sheyla Pool.
https://vimeo.com/280178738
Los programas finales son “El animado cubano desde los 60 hasta la actualidad: aspiraciones revolucionarias”, con la participación de Ivette Ávila y Julio César Guanche, y Lo personal es político, que presentará La música de las esferas, del realizador Marcel Beltrán, seguido de una conversación con el cineasta.
https://vimeo.com/262732970
La idea era traer un repertorio amplio de temas que dieran pie a una discusión sustanciosa sobre Cuba. Muchas veces, cuando Cuba se discute en los medios de comunicación de Estados Unidos, se presenta muy en blanco y negro, con poco gris. Creo que es a los grises, a los matices, adonde debemos dirigir nuestra atención si queremos rebasar las polarizaciones y las representaciones caricaturescas. De lo contrario, estaremos replicando la misma vieja historia distorsionada. Cuba es un lugar extremadamente complejo, hay una multiplicidad de realidades y eso es lo que estamos tratando de transmitir con Cuban Visions Film Series. Creo que las películas incluidas en la serie, así como las discusiones dirigidas por personas que son o protagonistas o actores importantes en estas historias, contribuyen a complejizar tales visiones.
Cuban Visions no se presenta en Miami, NY o incluso en la costa oeste, sino en el medio oeste. ¿Quién es el público de la serie y qué mensaje general está tratando de transmitir?
Chicago es el lugar de la serie porque, como expliqué antes, me ofrecieron esta oportunidad de colaborar con FSP y el teatro Athenaeum. Y también es una especie de prueba para ver cuánto interés hay realmente en Chicago en este tipo de programación.
¿Puedes referirte a la recepción de la serie? ¿Cómo ha reaccionado el público a las proyecciones y a las preguntas y respuestas?
La recepción de la serie ha sido mixta. En general, hemos tenido audiencias con 40 y 50 personas por proyección. Contamos con el apoyo de organizaciones como la Red de Liderazgo Religioso de Chicago, que ha estado enviando correos electrónicos y promocionando la serie en Facebook, así como presentando en las proyecciones información sobre cómo desafiar el embargo de Estados Unidos y las oportunidades de viajar a Cuba. Las preguntas y respuestas han sido interesantes. La gente siempre tiene miles de preguntas, algunas fuera de tema. Lo que ha sido genial es que todos nuestros invitados cubanos han sido muy articulados a la hora de explicar problemas complejos, difíciles de entender para la audiencia. La gente en Estados Unidos está acostumbrada a opiniones polarizadas cuando se trata de Cuba: es esto, o aquello, punto. Entonces, escuchar a los cubanos hablar sobre Cuba desde su propia experiencia hace que todo se vuelva más tangible.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos a la hora de armar este proyecto?
Ha sido difícil generar atención de la prensa porque, desafortunadamente, Chicago todavía tiene algunas tendencias muy provincianas, a pesar de que le gusta llamarse a sí misma “ciudad global.” Hemos tenido varias entrevistas de radio, especialmente en WBEZ, el Programa de Visión Mundial de la Radio Pública de Chicago. Esto ha atraído a una audiencia que probablemente no habría escuchado sobre la serie de otra manera. Lamentablemente, WBEZ ahora canceló Worldview por razones dudosas, por lo que es posible que no tengamos buenas entrevistas de radio para los últimos dos programas.
También ha sido extremadamente difícil recaudar fondos para apoyar la serie. Afortunadamente, a través de algunos contactos personales pude obtener apoyo de dos fundaciones con sede en Chicago para los últimos tres programas. Tengo que decir que la primavera pasada no estaba segura de lo que íbamos a hacer por los fondos … ¡pero al final logramos obtenerlos! Este es un problema general al trabajar con Cuba: hay muy pocos financiadores dispuestos a apoyar el trabajo.
El clima político es realmente desafortunado no solo para los cubanos sino también para quienes trabajan con Cuba. El restablecimiento de las sanciones por parte de la actual administración estadounidense y el endurecimiento del embargo han tenido un efecto escalofriante. Así que simplemente no quería sentarme y quedarme de brazos cruzados, asumiendo que tenemos que aceptar lo que está pasando, porque a la larga no tiene por qué ser así. Siempre hay formas creativas de hacer que las cosas sucedan, solo que se necesita mucha energía, paciencia y tiempo. Es por eso que las Cuban Visions Film Series han sido una forma de no aceptar el status quo de las relaciones actuales entre Estados Unidos y Cuba.
¿Cómo refleja la serie una nueva Cuba?
La gran mayoría de las películas proyectadas en la serie se consideran producciones independientes, no financiadas por el gobierno cubano. Esto no es exactamente algo nuevo, ya que este tipo de producciones han estado sucediendo durante varios años. Muchas de las películas analizan ciertas circunstancias actuales o históricas con un punto de vista crítico. Tampoco esto es completamente nuevo, porque la película de ficción cubana siempre ha funcionado como una crítica a la sociedad cubana. Creo que la diferencia es que la gran mayoría de las películas de la serie son documentales y realizadas por cineastas más jóvenes.
“Aspiraciones revolucionarias” es curada por Julio César Guanche e Ivette Ávila Martín, cubanos que viven en la isla. ¿Puede referirse al proceso curatorial, a lo que el público puede esperar de esta serie única, y al significado simbólico de un emprendimiento tan colaborativo, así como al de la serie?
Este programa fue curado en Cuba por Julio César Guanche Zaldívar, profesor de Derecho, historiador y ex Director Adjunto del Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano (Festival de Cine de La Habana), y por la animadora galardonada Ivette Ávila Martín. Aspiraciones revolucionarias analiza la historia de la revolución a través de la evolución del animado en Cuba. Incluye animaciones del ICAIC de los años 1960-1980, así como producciones independientes recientes. Para obtener copias de las animaciones trabajé con mi productor en La Habana, Jorge del Sol, quien coordinó con Guanche e Ivette, así como con los Estudios de Animación ICAIC. Las películas tuvieron que ser traídas a los Estados Unidos por un amigo de confianza o por mí misma, ya que Internet en Cuba es demasiado lento para poder cargar los archivos. He estado trabajando con mi traductor en la Ciudad de México para traducir las películas y estamos subtitulando aquí en Chicago. Entregaremos copias de las animaciones subtituladas en inglés al ICAIC para sus archivos. Ivette también ha escrito un texto sobre la historia de la animación cubana contemporánea que se pondrá a disposición de la audiencia en la proyección de octubre. Nada de esto hubiera sido posible sin las relaciones que AMI ha podido construir a lo largo de los años en Cuba.
Estoy orgullosa de haber podido coordinar Cuban Visions Film Series. Creo que todos los cubanos que han participado hasta ahora en ella han disfrutado la experiencia y su tiempo en Chicago. Y sé que el público de Chicago ha adquirido un conocimiento crucial al expandir su comprensión de la realidad cubana. Desafortunadamente, al mirar las posibilidades futuras de invitar a cubanos a presentar su trabajo en los Estados Unidos, todo parece muy dudoso. La actual Administración está haciendo casi imposible obtener visas dentro de un marco de tiempo razonable. Desafortunadamente, es una situación en la que todos perdemos, no solo los cubanos que no pueden obtener visas, sino los ciudadanos estadounidenses que pierden la oportunidad de hablar con los cubanos, para intercambiar conocimiento y cultura. Espero que la serie Cuban Vision Films sirva para marcar una modesta diferencia.