Caballos, de Fabián Suárez es aun un filme en construcción. En esa categoría participó en la pasada edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
Se trata del primer largometraje de su realizador inspirado en la obra teatral homónima, también de su autoría. Aborda la historia de Robi, un joven fotógrafo que se debate hasta las últimas consecuencias entre el amor que siente por Salomón, su protector y más querido amigo y Galaxia, una enigmática cantante. Como un homenaje al afamado artista del lente norteamericano Robert Mapplethorpe y al icónico filme de los sesenta Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, se percibe este largometraje. Su realizador la define como una “historia íntima”, yo la calificaría de rara avis en nuestra contemporaneidad visual debido a lo peculiar de su montaje, guión y fotografía.
En blanco y negro transcurre la trama de la película, al igual que las fotos de Mapplethorpe y las secuencias de Memorias… El filme explora las emociones humanas dentro de la compleja geometría de un triangulo amoroso formado entre los protagónicos.
Con un alegórico y sugerente título, en 95 minutos de metraje la cinta cuenta con las actuaciones de Carlos Alejandro Halley, Pablo Guevara, Linett Hernández, Edith Massola y Milton García. OnCuba conversó con su director, a propósito de este filme que llegará a las salas oscuras próximamente.
¿Cómo surge Caballos?
Esta es una obra que escribí para un seminario de dramaturgia, especialidad de la que soy graduado en el ISA, antes de estudiar en la EICTV de San Antonio de los Baños. Es una obra muy biográfica porque se inspira en una biografía que leí del fotógrafo norteamericano Robert Mapplethorpe, y precisamente ese es uno de los motivos por los que hicimos el filme en blanco y negro. Tuvimos que estudiar la fotografía de este creador para dialogar con la visualidad que yo quería que tuviera el filme. Primeramente esta obra fue un libro publicado en 2007 con el que gané un premio en mi ciudad natal Holguín. Luego tuvo varias representaciones en el ISA por estudiantes. Sentí la necesidad de realizar cine y estuve buscando lo que podía ser mi primer filme y creí que esta era la historia ideal porque contiene pocos personajes y pocas locaciones y se puede hacer con recursos mínimos. Uno siempre pensando en economizar presupuestos porque intuía que sería una película independiente, tal y como resultó. Entonces me puse a escribir el guión porque como sabes es muy diferente escribir para teatro que para cine, así que lo primero que hice fue quitarle toda la carga biográfica que contenía la puesta teatral que está inspirada en el fotógrafo y su obra.
¿Qué cuenta la historia?
Es la historia de Robi un joven fotógrafo de vida un poco solitaria que básicamente se debate entre dos amores: el de Salomón su mejor amigo y protector y Galaxia, que es una cantante que sería en mi modelo de referente la Patti Smith de Mapplethorpe. Ese triángulo es el que inspira la película aunque esta no tiene la carga biográfica que tiene la pieza teatral. Todo comienza una noche en un bar cuando Robi conoce a esta misteriosa cantante. Le gusta mucho, la invita a una fiesta para hacerle unas fotos y ahí se empiezan a develar todas estas relaciones de poder y se desata el triangulo amoroso. Robi descubre que Salomón está celebrando su cumpleaños enfermo de VIH y hace un testamento para dejarle la inmensa casa donde vive. También descubre que esta muchacha se va a vivir dentro de unos días a París. El se debate entre esas dos decisiones, si quedarse en Cuba para cuidar a su amigo o irse a Francia detrás de esta joven. Decide permanecer en el país y Salomón muere. El protagonista se queda solo al final.
¿En qué género podríamos inscribir al filme?
Se trata de un drama, aunque no el convencional. No es una historia canónica en el sentido aristotélico que cuenta una historia bien contada, sino que cuenta una trama bien fragmentada que en ocasiones sigue la biografía de cualquiera de estos cuatros personajes pero tienen a Robi como hilo conductor. Entonces se cuenta la pequeña historia, con pocas locaciones, y fragmentada. La fotografía tiene gran preponderancia en el filme, el sonido también juega su rol, las actuaciones para nada pretenden ser naturalistas quizá con un toque teatral porque se maneja el artificio en el buen sentido de la palabra.
¿Por qué lo titulaste Caballos?
Porque en 1975 Robert le hizo a Patti la foto de la portada de su primer disco que se llamó Horses y es una foto muy famosa en la que ella aparece vestida de hombre con un saco en la espalda y muestra gran androginia. Por eso decidí ponerle ese título, porque la obra de teatro recrea el momento en que toman esa famosa fotografía de portada. Esto se explotó en el guión y tomó cierta independencia.
¿Qué es lo que más diferencia al filme de la pieza teatral?
La obra de teatro relataba unas pocas horas de la vida de estos personajes debido a la duración de la puesta. Allí no hay evidencias del paso del tiempo, son dos horas reales en una misma locación. No quise que sucediera lo mismo, mi intención fue contar un poco la biografía de estos personajes, qué es lo que hay detrás de este momento. Ambos son textos muy distintos porque el guion cinematográfico tomó gran independencia de la obra teatral. Caballos como película no intenta ser un retrato fidedigno de la sociedad cubana contemporánea como muchos filmes de hoy día. Aun así yo siento que es un filme cubano. Considero que rompe estereotipos respecto a la tradición anterior. Por ejemplo, se parece más al cine que se hizo en Cuba en los sesenta que al cine que se ha hecho en los últimos veinte años. Es un directo homenaje a Memorias del subdesarrollo que es una película que trabaja el archivo y también es en blanco y negro. El Robi de Caballos es un personaje solitario que al igual que el Sergio de Memorias… que no encuentra su lugar en el mundo. Antes de sentarme a editar el filme le dije al editor que viéramos este filme paradigmático.