Redacción OnCuba
Diego Armando Maradona, un símbolo futbolístico de Argentina y el mundo, representante de una época y un tipo de juego a base de coraje, talento y convicción, ha muerto este mediodía debido a un paro cardiorrespiratorio. Tenía 60 años.
Según Página 12, Sebastián Sanchi, encargado de prensa del “10”, confirmó la noticia luego de que se hubiera disparado ya por varios medios del mundo.
“Con dolor tengo que informar que falleció Diego Maradona. Fue en su casa del barrio de Villa Nueva antes del mediodía. No hay consuelo”, escribió Sanchi en la cuenta de Twitter.
https://twitter.com/sscnapoliES/status/1331642134890475521
Nacido en Lanús, Buenos Aires, el 30 de octubre de 1960, Maradona se desempeñaba desde 2019 como director técnico del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata.
“Nos llevaste a lo más alto del mundo. Nos hiciste inmensamente felices. Fuiste el más grande de todos. Gracias por haber existido, Diego. Te vamos a extrañar toda la vida”, escribió en su cuenta en Twitter el presidente argentino Alberto Fernández, quien ha decretado tres días de Duelo Nacional a partir de esta fecha.
https://twitter.com/elchiringuitotv/status/1331656078891905024
El pasado 11 de noviembre, Maradona había abandonado un sanatorio de Olivos, Buenos Aires, donde fue operado poco antes por un hematoma subdural detectado de manera inesperada.
“Nos habituó a los milagros, lo creíamos inmortal”, dice una de sus seguidoras desde Twitter. “Descansa al fin en paz”, escribe un periodista de La Nación.
Maradona, el 10, fue campeón del mundo con Argentina, en 1986, cuando marcó el famoso y polémico “gol del siglo”. Entonces fue reconocido como el mejor jugador del mundo.
En 1990 fue Subcampeón del Mundo, en Italia, y al año siguiente fue sancionado por dopaje. Su afición a las drogas lo perseguiría de por vida y buscando recuperarse llegó a Cuba para tratarse a fines de los noventa.
Para unos el mejor jugador de la historia, para otros la representación de un tipo de persona decadente; pero, para la mayoría, y para la historia, se trata de un jugador que inscribió su nombre en lo más alto del deporte gracias a su desempeño en la cancha y al carisma del cual siempre dio prueba.
La vida está llena de casualidades y extrañas coincidencias: Diego murió el mismo día que su entrañable amigo Fidel.
Descanse en paz el Pelusa.